Envuelto en una sonora polémica, y con una visita apostólica encomendada por el Vaticano, el cardenal de Colonia, Rainer María Woelki, acudirá a dar la confirmación a varios jóvenes este miércoles en Düsseldorf. Y lo hará pese a que más de un centenar de fieles de la parroquia firmaron una carta abierta pidiéndole que delegara en otra persona su representación.
Finalmente, Woelki ha hecho oídos sordos a las protestas, y presidirá la ceremonia. Los organizadores, pese a mostrar su rechazo, no organizarán protestas en su contra. Como se recordará, en mayo se pidió al purpurado que no acudiera a la confirmación, al considerar que su persona "no era creíble" tras el escándalo de abusos en Colonia, que ha motivado una investigación vaticana.
Dos de los sacerdotes contra los que se habían presentado recientemente acusaciones en Colonia ejercieron su ministerio en la comunidad de Düsseldorf, y fueron protegidos por Woelki pese a conocer los hechos.