Las víctimas consideran que sus obras son "arte de la violación" ¿Un 'milagro' para Rupnik en Lourdes? El Santuario, a punto de decidir si retira o mantiene sus mosaicos

El Vaticano, España, Francia, Eslovenia, Estados Unidos, Polonia.. Los reconocibles mosaicos de Marko Rupnik -en el ojo del huracán por abusos sexuales y de conciencia y la rocambolesca manera en que hasta el momento su caso ha sido tratado tanto por la Compañía de Jesús, a la que pertenecía, como por la propia Santa Sede- se exhiben hasta ahora en más de 200 lugares católicos de todo el mundo. Sin embargo, eso puede empezar a cambiar ante las peticiones de asociaciones de víctimas que exigen que esas obras artísticas, que consideran "arte de la violación", sean retiradas.

Y todo el mundo tiene ahora la mirada sobre el Santuario de Lourdes, en Francia, donde el obispo de la diócesis en donde se encuentra enclavado ese potente foco de peregrinación mundial decidirá esta primavera qué hacer con los mosaicos de la Capilla del Rosario, instalados en 2008, en base al dictamen de la comisión creada al efecto el año pasado.

“¿Deben conservarse o eliminarse los mosaicos? Esta compleja cuestión ha estado ocupando a Monseñor Micas durante más de un año", señala en entrevista con OSV News David Torchala, director de comunicaciones del Santuario de Lourdes, quien reconoce que  “ha estado recibiendo todo tipo de presiones, particularmente en forma de cartas que iban en direcciones opuestas”. 

Los mosaicos fueron creados con motivo del 150º aniversario de las apariciones de Lourdes. “Hay que decir que son magníficos. Ocupan un área gigantesca en la fachada de una de las tres basílicas de Lourdes. Mientras hablo, hay personas que no han seguido todo el asunto, y la controversia que conlleva, y que están paradas frente a la basílica, tomándose una fotografía porque los mosaicos son muy hermosos. El público en general no está al tanto de todo” el escándalo, admite Torchala.  

"Al mismo tiempo, durante el año pasado recibimos muchas cartas y solicitudes de personas que han sido víctimas de Marko Rupnik, o personas que hablan en su propio nombre, pidiéndonos que destruyamos estos mosaicos", señala el portavoz en declaraciones recogidas por Florida Catholic Media.

“Al principio podríamos haber pensado que había que distinguir entre el hombre y el trabajo, pero ahora, después de profundizar más, nos damos cuenta de que no podemos dejarlo así”, añade el portavoz del santuario, quien, a la espera de la decisión de la comisión diocesana, es consciente “de que otros santuarios tienen los ojos puestos en Lourdes. La decisión concierne a Lourdes, pero la conciencia de que Lourdes tiene una influencia más allá del santuario, es fuerte”.

Las obras de un "depredador"

Torchala reconoce la complejidad de la decisión que habrá de tomar el obispo, aunque no la asumirá solo, sino apoyado en un dictamen de especialistas. Y añade: "Lourdes es un lugar de consuelo, un lugar donde la gente viene a dejar sus cargas, a pedir curación. ¿Cómo podemos hoy permanecer insensibles ante el testimonio de personas que no entienden cómo podemos mantener obras que evocan la presencia de un depredador?”

 “Cuando miramos la Basílica del Rosario, que tiene dos grandes brazos a los lados, como para dar la bienvenida a quienes vienen, ¿cómo podemos imaginar dejar en el centro de estos brazos las obras de alguien que ha hecho tanto daño? ¿Es posible todavía distinguir a este respecto al hombre del artista? Es un tema real”.