Tras el éxodo provocado por el Estado islámico Sako y el primer ministro iraquí abogan por el regreso de los cristianos al país
El coronavirus y la repatriación de las víctimas del atentado en Líbano, ejes del encuentro entre el patriarca caldeo y Mustafá Al-Kazemi
| RD/Aica
El retorno de los cristianos a Irak; ofrecer ayuda para la repatriación de quienes emigraron al Líbano y que fueron azotados por el trágico accidente del 4 de agosto; la ciudadanía como fundamento de la convivencia y la emergencia desatada por el nuevo coronavirus, fueron las prioridades que surgieron en el reciente encuentro entre el patriarca caldeo, cardenal Louis Raphael Sako, y el primer ministro iraquí Mustafá Al-Kazemi.
“Fue un encuentro bello y cordial con una persona que conocemos desde hace mucho tiempo, desde la época en que estaba a cargo de los servicios secretos, y que nos recibió en más de una ocasión”, comentó a AsiaNews monseñor Basilio Yaldo, obispo auxiliar de Bagdad y estrecho colaborador del patriarca.
Ahondando en los detalles del encuentro entre el cardenal Sako y el primer ministro Al-Kazemi, el obispo auxiliar de Bagdad resaltó que “hablamos del retorno de los cristianos caldeos del Líbano y de todos los iraquíes en general”.
Ellos, al igual que toda la población, también fueron azotados por la doble explosión que destrozó parte de Bagdad. Y es tarea de las autoridades iraquíes ”ayudar a todos los que quieran regresar a su patria. Nosotros, como Iglesia, junto con el gobierno, también queremos colaborar y favorecer el regreso de estas personas, que reviste mayor urgencia después de este desastre”.
Mantener la comunidad viva
Además de centrarse en los iraquíes de la diáspora, el pensamiento y las preocupaciones de las autoridades de la Iglesia caldea también se dirigen "a los cristianos en Irak: para mantener la comunidad y nuestra fe vivas -explica el prelado- es necesario garantizar respuestas respecto a la reconstrucción de las viviendas y del trabajo, sobre todo para los jóvenes. Muchos terminaron sus estudios pero están sin trabajo. El gobierno debe hacer más por ellos. Le pedimos al premier y a sus colaboradores que la voz de los manifestantes que protestan sea escuchada”.
Monseñor Yaldo confirmó que las protestas, la economía, la desocupación y la emergencia por coronavirus, “que representa el reto más importante para el país, hoy”, figuran entre los numerosos temas por resolver.
“En materia de economía -explicó el prelado- es fundamental garantizar un espacio a los empresarios y a los hombres de negocios iraquíes que tienen fortuna en el exterior. Hay que incentivarlos a invertir en su país, a volver y a contribuir a su desarrollo y a su riqueza. Por eso hemos pedido al gobierno que realice un llamado a las personas de la diáspora y que hagan esfuerzos para que vuelvan”.
Cristianos en Nínive
Por último, el patriarca Sako y el primer ministro abordaron la cuestión de los cristianos que se encuentran en la Llanura de Nínive y que huyeron en el verano del 2014, luego del ascenso del Estado Islámico. Conversaron sobre los proyectos necesarios para garantizar el regreso de estas personas en condiciones seguras.
“Con este gobierno tenemos más esperanza, porque hay pruebas de buena voluntad, aun cuando el contexto siga siendo difícil. Él dijo que su intención es tener un papel pacificador y promover proyectos de convivencia en un marco seguro, incluso en las áreas más controvertidas”.
Para hacer esto, concluye, es necesario “recuperar la ciudadanía como fundamento para la convivencia. Es un tema que preocupa particularmente al patriarca caldeo y el primer ministro manifestó su deseo de apoyarlo, porque somos todos iraquíes. Como símbolo de unidad, nuestra propuesta fue tocar el himno nacional en cada acto, convenio o iniciativa estatal”.