El Gobierno sigue reformando el Código Penal para garantizar derechos Sudán elimina la pena de muerte por apostasía y criminaliza la mutilación genital
Tras el cambio de Gobierno el año pasado, este domingo se aprobaron nuevas leyes que aumentan la libertad religiosa para los cristianos
Además de eliminar la pena de muerte para la apostasía del islam, se permitirá que los cristianos consuman alcohol
Según la antigua Ley Penal de 1991 del ahora derrocado dictador Omar al Bashir, el castigo por apostasía era la lapidación hasta la muerte
Según la antigua Ley Penal de 1991 del ahora derrocado dictador Omar al Bashir, el castigo por apostasía era la lapidación hasta la muerte
| RD/Agencias
El Gobierno de Sudán prosigue con sus reformas al Código Penal. El domingo anunció la despenalización del consumo de alcohol para los cristianos del país y la eliminación de la pena de muerte por delito de apostasía, traducida en este caso a la negativa a aceptar la conversión al islam.
Según la antigua Ley Penal de 1991 del ahora derrocado dictador Omar al Bashir, el castigo por apostasía era la lapidación hasta la muerte. Ahora, en una entrevista a los medios nacionales, el ministro de Justicia sudanés, Nasredin Abdul Bari, ha anunciado la cancelación de estos artículos.
«Vamos a garantizar la libertad religiosa y la igualdad en la ciudadanía y el estado de Derecho», aseguró el ministro en declaraciones recogidas por la corresponsalía en el país africano de la agencia de noticias turca Anatolia.
Uno de los casos más conocidos de la aplicación de la ley fue el que ocurrió en 2014 con Mariam Yahya Ibrahim. Hija de un padre musulmán ausente y criada por su madre en el cristianismo, un pariente la acusó de apostasía y adulterio por casarse con un cristiano. Fue condenada a muerte el 15 de mayo, mientras se encontraba embarazada de su segunda hija. Solo doce días después se vio obligada a dar a luz con las piernas encadenadas.
Hija de un padre musulmán ausente y criada por su madre en el cristianismo, un pariente la acusó de apostasía y adulterio por casarse con un cristiano. Fue condenada a muerte el 15 de mayo, mientras se encontraba embarazada
El 24 de junio, tras la enorme presión internacional que recayó sobre el régimen de Al Bashir, fue puesta en libertad. Tardó aún un mes en poder abandonar el país en un avión del Gobierno italiano. Su primera parada una vez allí fue la Casa Santa Marta, donde el Papa Francisco le dio «las gracias por su testimonio cristiano. Gracias por la perseverancia en la fe. Gracias por el ejemplo que nos ha dado a todos». Ahora, la familia vive en Estados Unidos, de donde su marido es ciudadano.
Penalizada la mutilación genital
«Todos estos cambios apuntan a lograr la igualdad ante la ley. Hemos descartado todos los artículos que han llevado a cualquier tipo de discriminación. Aseguramos a nuestra gente que la reforma legal continuará hasta que eliminemos todas las leyes que violan los derechos humanos en Sudán», enfatizó el ministro. La sentencia de muerte se mantiene en el país, no obstante, pero reservada a los casos de asesinato y «otros crímenes atroces que requieran retribución».
El ministro, asimismo, aseguró que su oficina está trabajando para crear una nueva ley «que elimine todas las disposiciones discriminatorias contra las mujeres y los niños». En este sentido, el viernes el Consejo Soberano de Sudán ratificó la ley que criminaliza la mutilación genital femenina, una práctica ancestral que sigue estando muy extendida en el país musulmán.
La ley, aprobada hace tres meses, contempla hasta tres años de prisión para quienes realicen la mutilación genital, una práctica que según el ministro Abdul Bari en declaraciones recogidas por Al Jazeera «mina la dignidad de las mujeres». También el cierre de los hospitales y clínicas donde se realice, aunque en muchos casos ocurre en los domicilios particulares de la familia de la víctima o de los perpetradores.
Hacia la transición del país
Tras 30 años de gobierno de Al Bashir, y después de medio año de importantes protestas sociales, entre julio y agosto de 2019 las Fuerzas para la Libertad y el Cambio y el Consejo Militar de Transición (el órgano militar que dirigía el país) firmaron un Acuerdo Político y el borrador de una Declaración Constitucional que establecían medidas para la transición en Sudán.
Entre ellas, estaba la creación del Consejo Soberano formado por militares y civiles, como jefatura del Estado; y el nombramiento de un nuevo primer ministro. El elegido, Abdalla Hamdok, es un economista que había trabajado para la Comisión Económica de la ONU para África. Su Consejo de Ministros, nombrado el 3 de septiembre de ese año, incluye la primera ministra de Asuntos Exteriores mujer. Era también la primera vez que un cristiano, en este caso otra mujer, estaba al frente de un ministerio.