El vicepresidente del ZDK valora el gesto del Papa de renunciar a una exhortación: "Refuerza el Sínodo" Thomas Söding: "Termina el Sínodo y comienza la sinodalidad"

Thomas Söding, en imagen cedida por Katholische.de
Thomas Söding, en imagen cedida por Katholische.de Bild: ©KNA/Harald Oppitz

"Se ha entrenado una nueva forma de trabajar juntos y esto tendrá su efecto. El Papa ha decidido no publicar su propia carta postsinodal, sino entregar la declaración del sínodo a la Iglesia tal como está, con su pleno respaldo. Es un gran paso adelante"

"Lo que ensombreció claramente el Sínodo fue la decisión de excluir los temas controvertidos"

"Para las Iglesias locales, como para nosotros en Alemania, se trata de una invitación a aprovechar las nuevas oportunidades y a seguir dialogando con la Iglesia universal y el Vaticano"

"Si no se pueden alcanzar todos los objetivos de inmediato, es prudente asegurarse los éxitos provisionales y seguir adelante (...). Se necesita paciencia, resistencia, un poco de sabiduría y ambición"

"Termina el Sínodo, y comienza la sinodalidad". El teólogo y vicepresidente del ZdK fue asesor en el Sínodo Mundial, Thomas Söding analiza para Katholisch.de el documento final de la Asamblea sinodal y, especialmente, la decisión del Papa Francisco de no publicar una exhortación postsinodal y, en cambio, hacer suyo el texto aprobado. "El Papa ha reforzado el Sínodo renunciando a su propia carta", asegura.

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En su análisis, aunque admite que "no hemos conseguido identificar claramente los puntos en los que hay que hacer cambios estructurales", el teólogo ve positivo que "como Iglesia fuéramos capaces de reconocer la situación en la que nos encontramos".

"También nos prometimos mutuamente ser una iglesia sinodal que permanece unida", añadió, alabando que "el sínodo ha sido un esfuerzo global de la Iglesia". "Se ha entrenado una nueva forma de trabajar juntos y esto tendrá su efecto. El Papa ha decidido no publicar su propia carta postsinodal, sino entregar la declaración del sínodo a la Iglesia tal como está, con su pleno respaldo. Es un gran paso adelante", constata.

Con todo, el experto subraya es preciso "crear las condiciones para que haya una verdadera descentralización en la Iglesia", y que "deben prescribirse consultas y decisiones conjuntas allí donde esté en juego el futuro de la Iglesia".

Foto de familia del Sínodo
Foto de familia del Sínodo

Temas controvertidos

"Lo que ensombreció claramente el Sínodo fue la decisión de excluir los temas controvertidos", admite Söding, quien lamenta especialmente la cuestión de la mujer. Con todo, es optimista: "Algo ha empezado a moverse en la Iglesia católica. Después de todo, ahora se dice que la cuestión del acceso de las mujeres al diaconado está «abierta», mientras que antes se decía que no era el momento «propicio» para una respuesta positiva".

Respecto al documento final, el vicepresidente del ZDK valora "la conversión, la admisión de culpa y la voluntad de reposicionarse para el futuro", y sostiene que el texto "se hace más explícito y especifica las estructuras en las que deben tener lugar los procesos de toma de decisiones". "Para las Iglesias locales, como para nosotros en Alemania, se trata de una invitación a aprovechar las nuevas oportunidades y a seguir dialogando con la Iglesia universal y el Vaticano", añade, recalcando que "la descentralización y la participación están muy cerca del corazón de Francisco".

Obispo, laicos y religiosos, juntos en el Camino Sinodal
Obispo, laicos y religiosos, juntos en el Camino Sinodal BIstum Essen

Camino Sinodal

Respecto al futuro, y centrándose en Alemania, el experto asegura la continuidad del camino sinodal, y espera que en la próxima reunión del mismo, prevista para finales de año, entienda que "este órgano no pretende convertirse en una especie de «gobierno supremo» de la Iglesia en Alemania, sino hacer que la Iglesia sea capaz de hablar y actuar, y sea reconocida por Roma".

"Este Sínodo ha desencadenado un proceso que va mucho más allá de un texto final y afecta a toda la Iglesia", concluye Söding, quien invita a "aprovecharlas oportunidades que surgen ahora en la Iglesia". "Si no se pueden alcanzar todos los objetivos de inmediato, es prudente asegurarse los éxitos provisionales y seguir adelante (...). Se necesita paciencia, resistencia, un poco de sabiduría y ambición".

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