Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas de Actos de Violencia Fundados en la Religión o las Convicciones La UE condena la "criminalización de la apostasía" y el "abuso" de las leyes contra la blasfemia
"Creemos firmemente y apoyamos el principio según el cual todas las personas tienen derecho a la libertad de pensamiento, conciencia, religión o creencias; y a manifestar o cambiar su religión o creencias, sin riesgo de discriminación, persecución o violencia", declaró Josep Borrell
"La comunidad internacional debe unirse en la lucha contra la discriminación, el odio y la violencia basados en la religión o las creencias. Debemos promover una cultura de tolerancia religiosa, respeto a la diversidad y comprensión mutua"
| RD/Efe
La Unión Europea (UE) rindió homenaje este miércoles, con motivo del Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas de Actos de Violencia Fundados en la Religión o las Convicciones, a los afectados por la discriminación, intolerancia, persecución, odio, deshumanización o violencia por estas causas.
Mediante una declaración escrita, el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, señaló que "el extremismo, el autoritarismo, el terrorismo y el odio impulsado por los conflictos aún no han sido erradicados".
Borrell también aseguró que "demasiadas" personas en el mundo, especialmente aquellas pertenecientes a minorías religiosas, se enfrentan a ataques a sus comunidades y ven violados sus derechos humanos debido a su "fe real o percibida".
"Creemos firmemente y apoyamos el principio según el cual todas las personas tienen derecho a la libertad de pensamiento, conciencia, religión o creencias; y a manifestar o cambiar su religión o creencias, sin riesgo de discriminación, persecución o violencia", señaló el alto representante.
La UE condena la "criminalización" de la apostasía y el "abuso" de las leyes contra la blasfemia cuando "violan el derecho a la libertad de religión o creencias", para Bruselas dichas normativas son un "peligroso catalizador del odio religioso y de la incitación a la discriminación, la hostilidad o la violencia".
Borrell recordó que todos los Estados tienen la obligación de garantizar la protección de los derechos humanos y de ejercer la "debida diligencia" para prevenir, investigar y castigar los actos de violencia contra las personas por motivos de religión o creencias.
"La comunidad internacional debe unirse en la lucha contra la discriminación, el odio y la violencia basados en la religión o las creencias. Debemos promover una cultura de tolerancia religiosa, respeto a la diversidad y comprensión mutua", insistió el alto representante.