Según una investigación de The Washington Post Venezuela: denuncian un “sistema macabro” entre la Iglesia y el Estado para no castigar a curas abusadores
Según las informaciones recabadas, esta actuación “sugiere la colusión entre un sistema judicial corrupto y la Iglesia para proteger a los perpetradores en lugar de a las víctimas”
“Las familias necesitan ayuda, comida, todas las cosas que provee la Iglesia en las comunidades pobres, y los perpetradores usan esto para llegar a las víctimas y mantenerlas calladas”, asegura una religiosa que pide permanecer en el anonimato
Sin cumplir condena, liberados antes de acabarla e incluso, en algunos casos, reintegrados de manera inmediata al ministerio. Esa es la denuncia que acaba de hacer el diario The Washington Posttras analizar una decena de casos de abusos sexuales a menores en Venezuela entre los años 2011 y 2022, trabajo para el que entrevistó a líderes católicos, policías, funcionarios judiciales y víctimas, y revisó documentos policiales y judiciales.
“En la mitad de los casos -refiere el diario-, encontró sacerdotes condenados por cargos de abuso que fueron liberados antes de tiempo o que no cumplieron ningún tiempo en prisión. En al menos tres casos, a los sacerdotes se les permitió regresar al ministerio”.
“Irregularidades evidentes”
Según los entrevistados, esta actuación obedece a un patrón “que sugiere la colusión entre un sistema judicial corrupto y la Iglesia para proteger a los perpetradores en lugar de a las víctimas”, con el elemento común de los niños involucrados procedían de entornos pobres y vulnerables.
Un juez del Tribunal Supremo de Justicia confirmó, bajo petición de anonimato, “irregularidades evidentes” en seis de los casos investigados por el Post, “incluida la concesión de alternativas a la cárcel a los abusadores condenados que regresaron al ministerio sin supervisión”. “En todos encuentro delitos que debieron terminar en mayor castigo, y no fue así. Hay un problema”, afirmó.
“Las familias necesitan a la Iglesia”
“Hay un sistema macabro” entre la Iglesia y el Estado, señaló al diario una religiosa -también bajo condición de anonimato-. Las familias necesitan ayuda, comida, todas las cosas que provee la Iglesia en las comunidades pobres, y los perpetradores usan esto para llegar a las víctimas y mantenerlas calladas”.
Según afirma el diario, ni el Vaticano ni la Conferencia Episcopal venezolana respondieron a las solicitudes que les hicieron de entrevista, en tanto que otros analistas contactados sostienen que “una de las razones es que solo se ha puesto el foco en la agitación política que existe en el país socialista en quiebra. Un sistema judicial roto es otra. La influencia de la Iglesia y su comparativa estabilidad es una tercera”.
“Se han pospuesto tantas cosas debido a la agitación social y política”, afirma David Smilde, sociólogo de la Universidad de Tulane, quien asegura en el reportaje que “una de las instituciones que más respetan los venezolanos es la Iglesia católica” y “eso limita cuánto puedes actuar”.
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