Era uno de los once obispos franceses investigados por "violencia sexual", pero, hasta la fecha, su nombre no se había hecho público. Hasta ahora. El arzobispo emérito de Estrasburgo, Jean-Pierre Grallet, reconoce "gestos inapropiados" cuando era religioso franciscano a finales de los años 80. La víctima era una joven mayor de edad. El caso ha sido remitido a los tribunales.
La confesión del prelado se da después de la plenaria de la Conferencia Episcopal francesa, que admitió varios casos de obispos investigados tras el escándalo del cardenal Ricard. Grallet admitió estar en la lista. "A finales de los años 80, cuando era religioso franciscano, hice gestos inapropiados hacia una joven mayor de edad", reconoció, subrayando que ya se había puesto en contacto con la joven para pedirle perdón.
Dicho perdón vino después de que la víctima se dirigiera al actual arzobispo de Estrasburgo, monseñor Ravel, en diciembre de 2021. "Denuncié el asunto al fiscal de Estrasburgo en enero de 2022. También se ha informado a las autoridades romanas. Estas investigaciones están en curso", apuntó el titular de la diócesis en un comunicado.
Jean-Pierre Grallet fue arzobispo de Estrasburgo durante nueve años, de 2007 a 2009. La o las agresiones que reconoce tuvieron lugar en 1985, en otoño, según Monseñor Ravel. No se sabe si los hechos tuvieron lugar en Alsacia. A finales de los años 80, fue capellán universitario y profesor de estudiantes franciscanos en Estrasburgo.
Te regalamos ‘Pasado, presente y futuro del Opus Dei’