Ante los continuados ataques yhijadistas en Burkina Faso El grito que le sale del alma al cardenal Ouédrago: "¿Quién apoya a estos asesinos?, ¿quién los financia?, ¿quién los organiza?"
Burkina Faso está atrapado en una espiral de violencia. Casi todos los días el país es objeto de nuevos ataques de grupos yihadistas
El cardenal Ouédraogo, arzobispo de Uagadugú, insta a la paz y hace un llamamiento a la solidaridad nacional e internacional
"Imploremos al Señor por las víctimas de la violencia terrorista, por las familias afligidas y por las poblaciones desplazadas y atrevámonos a orar también por la conversión de los yihadistas y los terroristas"
"Imploremos al Señor por las víctimas de la violencia terrorista, por las familias afligidas y por las poblaciones desplazadas y atrevámonos a orar también por la conversión de los yihadistas y los terroristas"
| Hélène Destombes
(Vatican News).- Un nuevo ataque yihadista de gran escala ha matado a docenas de personas en la provincia de Soum, en el norte del país. Los hombres armados invadieron la aldea de Silgadji el sábado 25 de enero. Los hombres fueron ejecutados y las mujeres recibieron la orden de huir. Según los residentes locales, los grupos armados siguen en las cercanías de Silgadji y Naguèré.
El 20 de enero, 36 civiles resultaron muertos en la provincia de Sanmatenga, en el norte de Burkina Faso, en ataques a aldeas. Desde 2015, las ofensivas yihadistas han dejado más de 750 muertos y 560.000 personas desplazadas en el país. El cardenal Philippe Ouédraogo, arzobispo de Uagadugú, nuevo presidente del Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar, insta a poner fin a la violencia.
Oración y solidaridad para que los asesinos dejen las armas
Desde Lourdes, donde participó en las 24 Jornadas de San Francisco de Sales del 22 al 24 de enero, el cardenal Ouédraogo denunció en su discurso "una barbarie indescriptible que sigue enlutando a familias y poblaciones". El arzobispo de Uagadugú instó a "los que toman armas y explosivos" a dejar de "matar a sus hermanos y hermanas inocentes".
"Imploremos al Señor por las víctimas de la violencia terrorista, por las familias afligidas y por las poblaciones desplazadas y atrevámonos a orar también por la conversión de los yihadistas y los terroristas".
El cardenal Ouédraogo, encargado de la entrega del premio "Padre Jacques Hamel 2020", recordó también el papel esencial que desempeñan los medios de comunicación "en la resistencia al odio y a la violencia en todas sus formas", citando el llamamiento del documento sobre la Fraternidad Humana para la Paz Mundial y la Convivencia Común, de Abu Dhabi. Y pidió "un esfuerzo para cambiar la narrativa sobre África, para dar un mayor reconocimiento a su contribución a lo universal".
El diálogo interreligioso, una prioridad
En sus declaraciones, el arzobispo de Uagadugú habló de "una situación muy preocupante". Se preguntó sobre la identidad de los autores de la violencia "¿quién apoya a estos asesinos?,¿quién los financia?, ¿quién los organiza? Ciertamente hay, dijo el Cardenal Ouédraogo, "ramificaciones dentro y fuera" del país. "El Estado y las fuerzas de seguridad están ahí, pero parecen un poco abrumados por los acontecimientos.
Los ataques son "globales", dijo. Afectan a toda la población: los católicos, protestantes y musulmanes son víctimas de la violencia. El diálogo interreligioso sigue siendo una prioridad. Es "un eje esencial de nuestro trabajo pastoral", insiste el cardenal Ouédraogo, llamando a la oración: "nuestra fuerza" y a la solidaridad, especialmente con los desplazados. Esta solidaridad debe expresarse "a nivel nacional, regional e internacional".
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