La RDC espera la llegada del Papa Francisco el 31 de enero de 2023 Las inundaciones provocan en Kinshasa centenares de muertos, heridos, desaparecidos y daños graves a edificios
Los movimientos de tierra provocados por las inundaciones que han azotado la capital de la República Democrática del Congo en la noche del 12 al 13 de diciembre dejan un paisaje devastado y un número de víctimas aún provisional
La Iglesia local ha expresado sus condolencias por el incidente. Por su parte, el obispo de Kisantu, Crispin Kimbeni, dirigiéndose al decanato de Kimwenz, ha instado a todos a ofrecer la máxima solidaridad a los necesitados de ayuda
"El país está viviendo un periodo muy crítico desde todos los puntos de vista", ha declarado a la Agencia Fides Mons. Kimbeni. "Si la comunidad internacional sigue haciendo la vista gorda ante la situación en el Congo, corremos el riesgo de asistir a una implosión de toda África Central"
En cuanto a la próxima visita del Papa, asegura: "Toda la población ha acogido con entusiasmo y gratitud este regalo que el Papa Francisco quiere hacer a todo el país, especialmente en este periodo histórico tan particular"
"El país está viviendo un periodo muy crítico desde todos los puntos de vista", ha declarado a la Agencia Fides Mons. Kimbeni. "Si la comunidad internacional sigue haciendo la vista gorda ante la situación en el Congo, corremos el riesgo de asistir a una implosión de toda África Central"
En cuanto a la próxima visita del Papa, asegura: "Toda la población ha acogido con entusiasmo y gratitud este regalo que el Papa Francisco quiere hacer a todo el país, especialmente en este periodo histórico tan particular"
(Agencia Fides).- Veinticuatro barrios de Kinshasa, donde viven unos 12 millones de personas de una población total de más de 17 millones, han sufrido graves daños a causa de los movimientos de tierra provocados por las inundaciones que han azotado la capital de la República Democrática del Congo en la noche del 12 al 13 de diciembre. La cifra de fallecidos sigue siendo provisional, pero sin duda han perdido la vida muchos niños en el derrumbe de varias casas en el barrio de Binza Delvaux, en Ngaliema.
#Internacionales | Al menos 120 muertos han dejado las inundaciones, por fuertes lluvias, en Kinshasa, capital de la República Democrática del Congo, según el balance de las autoridades.
— Diario La Huella (@LaHuellaSV) December 14, 2022
El gobierno del país africano decretó, a partir de hoy, tres días de luto nacional. pic.twitter.com/kT8JSGb1Jj
La Iglesia local ha expresado sus condolencias por el incidente. Por su parte, el obispo de Kisantu, Crispin Kimbeni, dirigiéndose al decanato de Kimwenza -situado en Kinshasa pero perteneciente a la diócesis de Kisantu-, ha instado a todos a ofrecer la máxima solidaridad a los necesitados de ayuda. El Arzobispo de Kinshasa, Cardenal Fridolin Ambongo, Ofm Cap., también ha expresado su solidaridad con los afectados por la catástrofe.
"El país en su conjunto está viviendo un periodo muy crítico desde todos los puntos de vista", ha declarado a la Agencia Fides Mons. Kimbeni. "A nivel social, la población está experimentando una degradación nunca antes vista. A pesar de que los nuevos edificios y la construcción de viviendas llenan las ciudades, el sufrimiento y la pobreza siguen aumentando. Hay una enorme brecha entre los ricos, las clases emergentes que aumentan escandalosamente su riqueza, y la gran parte de la población formada por parados, a pesar de tener títulos universitarios y de bachillerato”.
Moseñor Kimbeni: "Si la comunidad internacional sigue haciendo la vista gorda ante la situación en el Congo, corremos el riesgo de asistir a una implosión de toda África Central. Los congoleños temen ser abandonados por todos y quieren defenderse, desarrollando así una aversión contra el extranjero"
Precisamente los parados y sin empleo son los que marcan la medida de la degradación del nivel económico de la población", explica Kimbeni. “De hecho, a pesar del aparente florecimiento del tejido económico, la población tiene enormes dificultades debido a la falta de trabajo, medios de transporte, infraestructuras adecuadas para el comercio...
El contexto político aumenta aún más las dificultades de la población congoleña: la ocupación del Congo por los países vecinos, principalmente Ruanda y Uganda, no ayuda al país a organizarse políticamente. Si la comunidad internacional sigue haciendo la vista gorda ante la situación en el Congo, corremos el riesgo de asistir a una implosión de toda África Central. Los congoleños temen ser abandonados por todos y quieren defenderse, desarrollando así una aversión contra el extranjero”.
El país espera la llegada del Papa Francisco el 31 de enero de 2023. “Los preparativos nunca han cesado", informa Mons. Kimbeni, "porque la esperanza de acoger al Santo Padre en nuestra tierra, en la República Democrática del Congo, siempre ha permanecido viva. La reciente confirmación nos ha impulsado a acelerar y completar las obras en Ndolo, donde se celebrará la Santa Misa el miércoles 1 de febrero. Toda la población ha acogido con entusiasmo y gratitud este regalo que el Papa Francisco quiere hacer a todo el país, especialmente en este periodo histórico tan particular."
Mons. Kimbeni subraya la cooperación entre la Iglesia y el Gobierno con vistas a la visita papal. “En la diócesis de Kisantu", afirma Kimbeni, "estamos avanzando de forma fructífera. Numerosos sacerdotes estarán presentes en las diversas ceremonias organizadas. Entre ellas, la misa del 1 de febrero en Ndolo, el encuentro de oración que tendrá lugar el 2 de febrero por la tarde en la catedral de Kinshasa".
Según las estimaciones de los responsables sanitarios locales, la diócesis de Kisantu tiene una población de 1.155.742 habitantes.
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