La Casa Blanca presenta el informe anual de libertad religiosa en el mundo Estados Unidos acusa a China de “hostigar” a las religiones
China, Afganistán, Birmania, Cuba y Arabia saudí serían los países que estarían cometiendo más infracciones, según el estudio elaborado por el Departamento de Estado
El secretario de Estado, Antony Blinken, lamenta que siga habiendo países que usan leyes contra la blasfemia y la apostasía
| RD/Efe
La salud religiosa se resiente en el mundo, sobre todo en países como China, Afganistán, Birmania, Cuba y Arabia saudí. Así lo certifica el informe anual que sobre la libertad religiosa en el mundo elabora el Departamento de Estado norteamericano, y que fue presentado el jueves 2 de junio en Washington por el ‘ministro de Exteriores’ Antony Blinken.
"Desafortunadamente, el informe muestra que tenemos mucho trabajo por hacer en muchas partes del mundo, donde los Gobiernos no están respetando los derechos de sus ciudadanos. Algunos continúan usando leyes contra la blasfemia y la apostasía", lamentó el secretario de Estado.
Genocidio contra musulmanes
Las acusaciones más graves fueron contra China. En concreto, Blinken denunció que el gigante asiático “continúa su genocidio” contra líderes musulmanes y de otros grupos religiosos, y puso como ejemplo que más de un millón de personas han sido detenidas en campos de internamiento en la provincia de Xinjiang.
El diplomático estadounidense también aseguró que aseguró que el Gobierno de Pekín “hostiga” a las religiones que están “fuera de la doctrina” del Partido Comunista, e incluso se han destruido lugares de culto budistas tibetanos, cristianos, islámicos y taoístas.
Tampoco van bien las cosas en Afganistán tras el regreso al poder de los talibanes en agosto pasado, donde la libertad religiosa “se ha deteriorado dramáticamente” y se ha limitado el acceso de las mujeres a la educación y al trabajo.
A propósito de Birmania, el informe cataloga como “genocidio” los ataques del ejército birmano contra la comunidad musulmana de los rohinyás en 2017 y critica que en Arabia saudí, su tradicional aliado, “en la práctica cualquier fe que no sea el islam sigue siendo ilegal”.
Bajo el control del Partido Comunista de Cuba
En cuanto a Cuba, el informe señala que el Partido Comunista, a través de su Oficina de Asuntos Religiosos y el Ministerio de Justicia, siguió controlando la mayoría de los aspectos de la vida religiosa y recoge que la prensa cubana informó que el 11 de julio, las fuerzas de seguridad cometieron actos de violencia, detuvieron y hostigaron a líderes religiosos de múltiples comunidades religiosas que participaban en manifestaciones pacíficas en todo el país.
Tampoco se libran los propios Estados Unidos ni Europa, a los que el informe del Departamento de Estado pide “hacer más” para combatir “las crecientes formas de odio” contra judíos y musulmanes.
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