Sus "suposiciones falsas" le retratan como "prisionero de sus propios perjuicios", lamentan Moralistas alemanes acusan a Benedicto de falta de "rigor intelectual" en su "malograda" reflexión sobre los abusos
Le acusan de callarse "el hecho de que los responsables de la Iglesia encubrieron a los perpetradores" de abusos, o que "el abuso sexual está presente en toda la historia de la Iglesia", no solo a partir de los años 60
Ratzinger "instrumentaliza el tema de los abusos para repetir su crítica ya conocida de una teología moral cuyas posturas en el campo de la moral sexual no comparte", denuncian
Siguen las críticas del polémico texto de Benedicto XVI sobre los abusos, esta vez por parte de la Asociación Alemana de Teología Moral. En un durísimo escrito, los portavoces de dicha Asociación, Christof Breitsameter y Stephan Goertz, han contestado casi una por una las afirmaciones hechas por Ratzinger, acusando al Papa Emérito de ser "prisionero de sus propios perjuicios" en lo que su análisis de las crisis de la pederastia se refiere.
Lo que más ira ha suscitado entre los moralistas alemanes ha sido la aseveración de Benedicto de que concurrente con el Concilio Vaticano II y el mayo del 68 la teología moral católica "sufrió un colapso que dejó a la Iglesia indefensa ante estos cambios en la sociedad". Una "acusación difamatoria", según los teólogos, "que denigra la reputación de miembros pasados y actuales".
Más allá de las calumnias, no obstante, el escrito de Ratzinger está plagado, a juicio de los moralistas alemanes, de "suposiciones falsas" desde los puntos de vista teológico, histórico, científico, filosófico y cultural, y como tal refleja una falta de "rigor intelectual" y viene a ser una "contribución malograda e inapropiada" al debate sobre la pederastia en la Iglesia.
No vale que Benedicto retrate a la Iglesia como "víctima" de la revolución sexual que empezó en los 60, por ejemplo, cuando se calle "el hecho de que los responsables de la Iglesia encubrieron a los perpetradores" de abusos y "descuidaron la realidad de las víctimas", o que han sido solo el público y los medios quienes han despertado a la Iglesia de su "letargo moral" en cuanto a la plaga de la pederastia, sostienen los teólogos alemanes.
Ratzinger "instrumentaliza el tema de los abusos para repetir su crítica ya conocida de una teología moral cuyas posturas en el campo de la moral sexual no comparte", prosiguen los teólogos Breitsameter y Goertz, recordando que en ningún momento de su escrito haga uso el Papa Emérito de conclusiones de las ciencias médicas y sociales, hechos que hacen de su teología una teología "extraña al mundo".
Es más, Benedicto se calla el hecho de que "el abuso sexual está presente en toda la historia de la Iglesia", por lo cual es "engañoso" afirmar, como da a entender el Papa Emérito, que el abuso no ocurrió en ambientes católicos "no tocados por la emancipación sexual y la renovación teológica".
"En la imagen de la Iglesia del Papa Emérito, estructuras eclesiásticas pecaminosas, que siempre han existido, no tienen sitio", lamentan los teólogos, recordando que a la Iglesia que representa Ratzinger poco le ha importado históricamente las víctimas de abusos, estando "más preocupada con la 'pureza' sexual del clero que con la integridad sexual de los niños y adolescentes".
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