El estrecho colaborador del Papa en el C6 defiende los resultados de la cumbre anti-abusos Cardenal Gracias: "La Iglesia sigue totalmente comprometida con la 'tolerancia cero'"

Aunque haya quien hubiera querido que la cumbre anti-pederastia en el Vaticano de febrero hubiera llegado más lejos, la Iglesia sigue totalmente volcada con la política de "tolerancia cero" para los curas abusadores y los obispos encubridores, ha declarado el cardenal Oswald Gracias. Este proceder "significa que no toleraré ningún caso [de abuso de un menor]. Pedir perdón no lo arregla", ha afirmado el purpurado indio, estrecho colaborador del Papa Francisco.

"La tolerancia cero significa que sé que no puedo exponer a ningún niño al riesgo de una persona que ha cometido un crimen de esta naturaleza", ha explicado Gracias a Crux. El arzobispo de Bombay añadió que tras la cumbre anti-abusos, de la que fue uno de los organizadores, ya va siendo hora de que la Iglesia esté "a la vanguardia" en la protección de los menores.

"Pienso a veces que nos distrae el defender lo que hemos hecho, [pero] tenemos que reparar el sistema para que los niños estén seguros", ha apuntado el también miembro del gabinete de cardenales asesores del Papa, el conocido como C6.

Aunque el purpurado ha reconocido que los cuatro días que duró la cumbre anti-pederastia no dio tiempo para que los obispos asistentes "asumieran totalmente sus responsabilidades" ante la plaga de los abusos, la reunión sí "fue buena" y las charlas fueron "sustanciales", lo cual ha permitido avances considerables. "Antes de la reunión, oía a obispos en los pasillos diciendo 'No es mi problema'... [pero] hacia el final, todos reconocieron que es 'nuestro problema, el problema de la Iglesia'", ha revelado Gracias.

"Ahora todos sabemos" lo que hay que hacer frente a un caso de abusos", ha añadido el cardenal. "El Papa nos convocó, venimos todos, lo hablamos, así que no hay más excusas", ha explicado, añadiendo que está "sorprendido" de que aún haya conferencias episcopales que no cuentan con pautas para la protección de los menores, algo que pidió el Papa Benedicto XVI ya hace más de una década.

"No es tan difícil", ha comentado Gracias, acerca de la necesidad de poner en marcha estas pautas. "Hay un marco general, lo adaptas a tu país, y te aseguras de que se lo siga", ha explicado.

El Papa, víctima de críticas "injustas"

Y es que es de alguna forma la inacción frente a los abusos de las Iglesias locales, y no del Papa, lo que más les frustra a quienes dentro y fuera del catolicismo que quieren una Iglesia más determinada a limpiarse del flagelo de la pederastia. En este sentido, el cardenal Gracias ha manifestado que, a su juicio, el Papa es "blanco de muchas críticas, pero algo que me queda muy claro desde dentro [es que] muchas de las críticas son injustas, y a veces, se le culpa [al Papa] de cosas con las que no ha tenido nada que ver".

Pero el Papa aún "está entusiasmado, sabe que aún hay trabajo por hacer", ha proseguido el cardenal indio. "La gente dice que estos son tiempos difíciles, quizás los más difíciles. Pero hace diez años, la gente decía lo mismo, y de aquí a diez años, la gente dirá que aquellos son los más difíciles", ha reflexionado. "Mi miedo es que la Iglesia sea distraída y desviada de su misión: difundir el Evangelio", ha revelado Gracias: algo que el Papa, con su testimonio constante, tampoco pierde de vista.