Misiones Salesianas pide diálogo a todas las partes "para volver a la normalidad lo antes posible" "Estamos viviendo con serenidad los acontecimientos tras el levantamiento militar en Malí"
Tras el levantamiento militar de ayer en Kati y la dimisión del presidente Keita, el país está paralizado
“Hoy, nos cuentan los misioneros, que Bamako es una ciudad fantasma. No hay gente por las calles. Las escuelas están cerradas, los comercios, los bancos, la Administración… todo está parado tras el largo día de ayer”, explica Ana Muñoz, portavoz de MISIONES SALESIANAS
| Misiones Salesianas
"Todos estamos bien. Estamos viviendo con serenidad el desarrollo de los acontecimientos en el país. Tanto en Bamako, como en Sikasso y Touba, estamos tranquilos", explica uno de los misioneros salesianos que trabaja en Bamako. "Todas las actividades se pararon ayer por la mañana tras el levantamiento de los militares", añade.
"Muchas personas salieron a la calle en la ciudad en los primeros momentos para apoyar a los militares. Pero por la tarde, se instauró un toque de queda desde las nueve de la noche hasta las cinco de la madrugada", explican los Salesianos. “Hoy, nos cuentan los misioneros, que Bamako es una ciudad fantasma. No hay gente por las calles. Las escuelas están cerradas, los comercios, los bancos, la Administración… todo está parado tras el largo día de ayer”, explica Ana Muñoz, portavoz de MISIONES SALESIANAS.
Tras el levantamiento y el cierre de fronteras impuesto por la CEDEAO, "lo que más tememos son las consecuencias de este cierre", explican los misioneros. "Se acaban de abrir las fronteras cerradas por el Covid19 y ahora nos preocupa que aumenten los precios de los productos básicos y el combustible", añaden desde Malí.
"Muchas personas salieron a la calle en la ciudad en los primeros momentos para apoyar a los militares. Pero por la tarde, se instauró un toque de queda desde las nueve de la noche hasta las cinco de la madrugada", explican los Salesianos. “Hoy, nos cuentan los misioneros, que Bamako es una ciudad fantasma. No hay gente por las calles. Las escuelas están cerradas, los comercios, los bancos, la Administración… todo está parado tras el largo día de ayer”, explica Ana Muñoz, portavoz de MISIONES SALESIANAS.
Tras el levantamiento y el cierre de fronteras impuesto por la CEDEAO, "lo que más tememos son las consecuencias de este cierre", explican los misioneros. "Se acaban de abrir las fronteras cerradas por el Covid19 y ahora nos preocupa que aumenten los precios de los productos básicos y el combustible", añaden desde Malí.
Presión yihadista y tensión política
Malí lleva años viviendo gran inseguridad por los atentados de grupos yihadistas, sobre todo en la zona norte del país, y, a ello, hay que añadir la tensión política de los últimos meses. “Parte de la población estaba pidiendo la dimisión del presidente Keita y ya hubo graves altercados a principios de julio con disturbios donde al menos 10 personas perdieron la vida”, añade Muñoz.
Los misioneros salesianos llevan trabajando en el país desde 1982 apoyando a los jóvenes más vulnerables. Hoy, contamos con escuelas de formación profesional y escuelas de secundaria en Bamako, Sikasso y Touba.
Desde MISIONES SALESIANAS pedimos diálogo a todas las partes para que no haya altercados graves que lleven a derramamientos de sangre innecesarios y deseamos que todo vuelva a la normalidad y al orden constitucional lo antes posible.
Los misioneros salesianos llevan trabajando en el país desde 1982 apoyando a los jóvenes más vulnerables. Hoy, contamos con escuelas de formación profesional y escuelas de secundaria en Bamako, Sikasso y Touba.
Desde MISIONES SALESIANAS pedimos diálogo a todas las partes para que no haya altercados graves que lleven a derramamientos de sangre innecesarios y deseamos que todo vuelva a la normalidad y al orden constitucional lo antes posible.