Poesía y "Evangelii Gaudium" 2. HABLAR CON IMÁGENES
El objeto de esta exhortación es poner en valor y fortalecer “el anuncio del Evangelio en el mundo actual”.El Capítulo Tercero está dedicado íntegramente a este propósito (111–175). Seleccionamos para hoy el apartado “Recursos pedagógicos”, con sugerentes reflexiones y prácticos señalamientos como “aprender a usar imágenes en la predicación, es decir, a hablar con imágenes”.
Preside el post una fotografía del apóstol universal (que habla catalán, español y portugués de la Amazonía) Pedro Casaldáliga, obispo y poeta,comunicador de la fe y ejemplar testigo (¡qué bien ha sabido encarnar, en su vida y en sus versos, aquello del Papa Francisco (154): “Un predicador es un contemplativo de la Palabra y también un contemplativo del pueblo”!).
PERO HABÍA EN EL CIELO COLA DE COSTURERAS...
ESCRIBE EL PAPA FRANCISCO (156): "La preocupación por la forma de predicar también es una actitud profundamente espiritual. Es responder al amor de Dios, entregándonos con todas nuestras capacidades y nuestra creatividad a la misión que Él nos confía; pero también es un ejercicio exquisito de amor al prójimo, porque no queremos ofrecer a los demás algo de escasa calidad."
(157): "Sólo para ejemplificar, recordemos algunos recursos prácticos, que pueden enriquecer una predicación y volverla más atractiva. Uno de los esfuerzos más necesarios es aprender a usar imágenes en la predicación, es decir, a hablar con imágenes. A veces se utilizan ejemplos para hacer más comprensible algo que se quiere explicar, pero esos ejemplos suelen apuntar sólo al entendimiento; las imágenes, en cambio, ayudan a valorar y aceptar el mensaje que se quiere transmitir. Una imagen atractiva hace que el mensaje se sienta como algo familiar, cercano, posible, conectado con la propia vida. Una imagen bien lograda puede llevar a gustar el mensaje que se quiere transmitir, despierta un deseo y motiva a la voluntad en la dirección del Evangelio. Una buena homilía, como me decía un viejo maestro, debe contener «una idea, un sentimiento, una imagen»."
Traemos al post un ejemplo muy vivo, muy provocador, de lenguaje con imágenes. Es frecuente en la poesía de Lorenzo Gomis, fundador y alma de la revista de humanismo cristiano “El Ciervo”, describir con expresivos rasgos y construir historias como “Un cardenal llega al cielo”, incluida en “Oficios y maleficios” (año de 1971, muy calentitas las brasas del Vaticano II). El estilo de Gomis, a base de pareados con rigurosa rima consonante, es desenfadado, pero en absoluto anticlerical: su mirada, entre ingenua y evangélica, no carece de ternura y bonhomía.
Me vienen a la memoria desafiantes viñetas de José Luis Cortés, que provocaban y provocan sonrisa y hacen pensar... El Papa Francisco titula una de sus secciones: “El lugar privilegiado de los pobres en el Pueblo de Dios” (197–201). Pues eso, como se lee a continuación: “Para la Iglesia la opción por los pobres es una categoría teológica antes que cultural, sociológica, política o filosófica” (198).
UN CARDENAL LLEGA AL CIELO
El señor cardenal, de púrpura encendida,
subía del abismo buscando mejor vida.
Traigo cánones nuevos en perfecto latín,
confiaba jovial a un monseñor pillín.
Pero había en el cielo cola de costureras,
de peones, maestros y chicas casaderas.
En el cielo es domingo ¡cuánta gente, Señor!
San Pedro está ocupado, atiende a un pescador.
Tendrá usted que esperar. Tome asiento,Eminencia.
Es el cielo. Es domingo. Hay que tener paciencia.
Y pasaban las horas y venía la noche.
El cardenal dudaba si reclamar el coche.
El señor cardenal decía para sí:
¿Y ahora dónde iré? ¿Qué haré, pobre de mí?
Y entonces vio una cola que avanzaba de prisa.
No pedían siquiera que hubieran ido a misa.
Los pequeños mostraban la señal en la frente
y entraban en seguida por la puerta adyacente.
Y el cardenal probó, rebuscó en la memoria.
Poco a poco llegó al fondo de su historia.
No siempre he sido anciano. Hace tiempo fuiniño.
Yo tenía una abuela. Yo tenía cariño.
Muchos años atrás yo fui niño pequeño.
Rezaba de rodillas. Me caía de sueño.
Ahora que recuerdo, veo luz en mi infancia.
Prefiero ser pequeño que cardenal de Francia.
Beatísimo Padre Pedrito, por favor,
búscame algún rincón en casa del Señor.
TENED COMPASIÓN, TOMAD DE MÍ ESTAS JOYAS...
ESCRIBE EL PAPA FRANCISCO (158): "Si uno quiere adaptarse al lenguaje de los demás para poder llegar a ellos con la Palabra, tiene que escuchar mucho, necesita compartir la vida de la gente y prestarle una gustosa atención."
(159): "Otra característica es el lenguaje positivo. No dice tanto lo que no hay que hacer sino que propone lo que podemos hacer mejor. En todo caso, si indica algo negativo, siempre intenta mostrar también un valor positivo que atraiga, para no quedarse en la queja, el lamento, la crítica o el remordimiento. Además, una predicación positiva siempre da esperanza, orienta hacia el futuro, no nos deja encerrados en la negatividad..."
El próximo título, “Miseria”, del genial Kahlil Gibran, me parece una sencilla fantasía que sacude, como sin pretenderlo, los cimientos de nuestra civilización capitalista. La escena transcurre a la puerta del templo, como en Hechos 3,1-10, cuando un tullido pide limosna a los Apóstoles. Se fijó en él Pedro y le dijo: “Míranos”. Les miró el paralítico fijamente...Le confiesa Pedro : “No tengo oro ni plata...” Finalmente sobreviene el milagro.
En los versos del poeta libanés, quien se dirige a la gente no pide limosna, sino que la ofrece.“Tened compasión de mí... Estas joyas han endurecido mi corazón... Haced que me cure...” Pienso ahora en Tony de Mello, que nos dejaba desconcertados con sus revolucionarias historias (“Un minuto para el absurdo”): se nos hundía el piso, como en un terremoto. Pero sus cuentos, como las parábolas de Jesús, hablaban de vida, señalaban caminos, nos hacían pensar y sentir...Así de fresco, así de motivador, así de sorprendente debería ser el lenguaje del predicador en nuestras liturgias.
MISERIA
El otro día vi
a un rico
de pie en la puerta del templo.
Tendía sus manos
llenas de piedras preciosas
a todos los transeúntes, diciendo:
«Tened compasión,
tomad de mí estas joyas.
Me han puesto el alma enferma
y me han endurecido el corazón:
piedad, tened piedad,
tomadlas,
haced que me cure».
Pero nadie le hacía caso.
POESÍA Y "EVANGELII GAUDIUM"
La alegría del Evangelio
1.Todo cristiano es misionero
SI ALGUNA VEZ..., por J. M. Fernández Nieto
VIOLENCIA INMÓVIL, por Pilar Paz Pasamar
2.Hablar con imágenes
UN CARDENAL LLEGA AL CIELO, de Lorenzo Gomis
MISERIA, por Kahlil Gibran
3.Todavía hay Navidad
TODAVÍA NO HAY LUGAR..., de Pedo Casaldáliga
AQUÍ Y AHORA. Navidad 1996, de Ant. Gómez Yebra
NAVIDAD, de Jesús Munárriz
ENLACE A 40 POEMAS/VILLANCICO
4.Piedad popular
LA SAETA, por Manuel Machado
LA SAETA, por Antonio Machado
5.Tu Dios baila por ti con gritos de júbilo
ROMANCE DE LA FUTURA ALEGRÍA, por Rafael Alfaro
PARA DAR ALEGRÍA, de Ernestina de Champourcin
6.El regalo de Jesús a su pueblo
Y ME LLAMÓ "MUJER", por Rafael Alfaro
CUANDO QUIERO PENSAR EN ALGO HERMOSO..., por Rafael Alfaro
7.A los hambrientos los llenó de bienes
LA APARICIÓN, de Antonio Pereira
A LOS HAMBRIENTOS LOS LLENÓ DE BIENES..., de José Luis Martín Descalzo
8.Los niños por nacer
MUCHACHO CON SÍNDROME DE DOWN, de J. Mauleón
A UNA ESTUDIANTE EMBARAZADA, por N. de la Carrera
9.La cara cotidiana de una extensa familia
HOY OS VOY A DECIR, de Jesús Mauleón
10."Vas de nuevo, y vas, y vas, y vas..."
MONTAÑA DE HOMBRES, de Nicolás de la Carrera
11.Por qué repite tanto Francisco "Reza por mí"
REQUIEM POR UN HOMBRE, de Carlos Murciano
8 DE DICIEMBRE, por Carlos Murciano
y12.El matrimonio, "unión de vida total"
FILIAL, de Susana March