Poesía y "Evangelii Gaudium" 11. POR QUÉ REPITE TANTO FRANCISCO "REZA POR MÍ"
La gente se pregunta con cierta extrañeza por qué esa machacona invitación del Papa a pedir que se rece por él. El fondo teológico, me atrevería a decir bíblico, de esta súplica de intercesión presenta dos niveles de profundidad que Francisco expone con claridad en sus comunicaciones. Así, el lunes 28 de octubre explicaba a los fieles: “Jesús sigue orando e intercediendo.” En otro nivel estamos nosotros. Quiere el Señor que pidamos unos por otros.
Jesús, escribe Tony de Mello, anuncia una ley misteriosa del mundo de la oración: “que Dios, por propia voluntad, ha colocado su poder, en cierto sentido, en manos de la persona que intercede, de manera que, mientras la persona no interceda, el poder de Dios queda como maniatado. Este es el gran atractivo de la oración de intercesión: que, cuando la practicas, adquieres un tremendo sentido del poder enorme que encierra. Al final del mundo comprenderemos en qué medida han sido configurados los destinos de las personas “por el silencioso, callado, irresistible poder de la oración de personas a las que el mundo jamás conocerá.”
LA "COMUNIÓN DE LOS SANTOS" ES UNA GRAN FAMILIA
Dos días después de la homilía sobre Jesús Intercesor, desarrolla el Papa, en el encuentro semanal del miércoles, una hermosa catequesis sobre la “Comunión de los santos”. Gracias a la Resurrección de Cristo, se establece “un vínculo indisoluble entre los que peregrinan en la tierra, las almas del Purgatorio y los que están ya en el Cielo, y nos unimos ayudándonos unos a otros...”
“Todos los bautizados en la tierra, las almas del Purgatorio y todos los bienaventurados que están ya en el Paraíso forman una única gran Familia.Esta comunión entre tierra y cielo se realiza sobre todo en la oración de intercesión.” Un cristiano debe ser alegre, “con la alegría de tener a tantos hermanos bautizados que caminan con nosotros, y también con la ayuda de nuestros hermanos y hermanas que hacen este viaje para ir al Cielo, y también con la ayuda de nuestros hermanos y hermanas que están en el Cielo y rezan a Jesús por nosotros."
Todos, no solo los "santos", estamos llamados a interceder a favor de otro o de otros. La oración del Padre Nuestro, que nos enseñó Jesús, es una hermosa plegaria de intercesión: pedimos, para otros y para nosotros, el pan de cada día: “dánosle hoy”, “perdónanos” nuestras deudas... “líbranos” del mal... En la “Oración de los fieles” de la Misa, abrimos también el corazón y la generosidad a las mil necesidades de la Iglesia y del Mundo...
En el Catecismo de la Iglesia Católica encontraréis un breve pero documentado informe sobre la Oración de Intercesión (pulsar). Cerraremos el post de hoy con dos poemas de intercesión escritos por Carlos Murciano, Premio Nacional de Poesía en 1970.
"SIEMPRE PIDO CON ALEGRÍA POR TODOS VOSOTROS"
ESCRIBE EL PAPA FRANCISCO: (281) "Hay una forma de oración que nos estimula particularmente a la entrega evangelizadora y nos motiva a buscar el bien de los demás: es la intercesión. Miremos por un momento el interior de un gran evangelizador como san Pablo, para percibir cómo era su oración. Esa oración estaba llena de seres humanos: «En todas mis oraciones siempre pido con alegría por todos vosotros..., porque os llevo dentro de mi corazón» (Flp 1,4.7). Así descubrimos que interceder no nos aparta de la verdadera contemplación, porque la contemplación que deja fuera a los demás es un engaño."
"EL CORAZÓN DE DIOS SE CONMUEVE POR LA INTERCESIÓN"
ESCRIBE EL PAPA FRANCISCO: (283) "Los grandes hombres y mujeres de Dios fueron grandes intercesores. La intercesión es como «levadura» en el seno de la Trinidad. Es un adentrarnos en el Padre y descubrir nuevas dimensiones que iluminan las situaciones concretas y las cambian. Podemos decir que el corazón de Dios se conmueve por la intercesión, pero en realidad Él siempre nos gana de mano, y lo que posibilitamos con nuestra intercesión es que su poder, su amor y su lealtad se manifiesten con mayor nitidez en el pueblo."
QUE NO SE BORRE ANDRÉS DE TU MEMORIA
Lamenta el poeta gaditano Carlos Murcianola muerte de un recién nacido. Pero quiere dejar constancia de que Andrés era su nombre. Y pide a Dios que no se olvide de él, que lo ame y cuide en su Reino de alegría y paz, hijo querido de su ternísimo corazón...
REQUIEM POR UN HOMBRE
Hoy se ha acabado Andrés. Vivía. Era
un hombre más. Señor, ¿le conocías?
Te lo presentaré: carne de días
encerrada en un alma verdadera.
O al revés. Ya no importa. Lo que fuera.
Un hombre, un nombre: Andrés. Señor, ¿decías?
No dices nada. En fin: sus alegrías
estrenan hoy un traje de madera.
¿Sus alegrías? Bueno, si las tuvo.
Tristezas, más. Me consta y lo comprendo.
Menos o más, cerraron una historia.
Porque alguien está ya donde él estuvo,
Carlos, un hombre más, te está pidiendo
que no se borre Andrés de tu memoria.
Reproducimos seguidamente versos del poemario de Murciano "Un día más o menos (1959-1962)", Diario de Familia con 32 poemas fervorosos y bellos. En el título de hoy, “8 de diciembre”, fiesta de la Inmaculada y por entonces también Día de la Madre, describe su autor una cálida liturgia en torno al blanco mantel y las humildes viandas. Quien oficia es el poeta, que se recrea eucarísticamente repartiendo con gozo el pan entre los “cinco seres de Dios”. En su oración impetra, para él y su familia, la Presencia benéfica de Dios Amor... Se irá iniciando pausadamente un delicado rumor salmódico de cucharas...
8 de diciembre
Sobre la mesa están el agua, el vino,
los cubiertos, el pan, la loza nueva.
Hoy ha salido el sol y, en tanto funde
la mucha nieve –sucia ya– de ayer,
acaricia el blancor de los manteles
y arranca chispas del cristal. Llegamos
ante la mesa familiar y, mudos,
vamos tomando asiento: cinco seres
de Dios, en esta casa que ahora empieza
a conocernos y a ser nuestra –un hombre,
una mujer, tres hijos–, silenciosa-
mente, vamos cumpliendo un viejo rito,
uniendo nuestros claros eslabones
a la cadena del vivir. Aroma
la hierbabuena, cuando voy sirviendo,
humeante la sopa. Tomo luego
un pedazo de pan y, mientras gozo
repartiéndolo, digo: "Dios, bendice
este techo, esta mesa, este alimento,
este poco de lumbre y este mucho
de amor". Y es una música celeste
el leve son que inician las cucharas.
POESÍA Y "EVANGELII GAUDIUM"
La alegría del Evangelio
1.Todo cristiano es misionero
SI ALGUNA VEZ..., por J. M. Fernández Nieto
VIOLENCIA INMÓVIL, por Pilar Paz Pasamar
2.Hablar con imágenes
UN CARDENAL LLEGA AL CIELO, de Lorenzo Gomis
MISERIA, por Kahlil Gibran
3.Todavía hay Navidad
TODAVÍA NO HAY LUGAR..., de Pedo Casaldáliga
AQUÍ Y AHORA. Navidad 1996, de Ant. Gómez Yebra
NAVIDAD, de Jesús Munárriz
ENLACE A 40 POEMAS/VILLANCICO
4.Piedad popular
LA SAETA, por Manuel Machado
LA SAETA, por Antonio Machado
5.Tu Dios baila por ti con gritos de júbilo
ROMANCE DE LA FUTURA ALEGRÍA, por Rafael Alfaro
PARA DAR ALEGRÍA, de Ernestina de Champourcin
6.El regalo de Jesús a su pueblo
Y ME LLAMÓ "MUJER", por Rafael Alfaro
CUANDO QUIERO PENSAR EN ALGO HERMOSO..., por Rafael Alfaro
7.A los hambrientos los llenó de bienes
LA APARICIÓN, de Antonio Pereira
A LOS HAMBRIENTOS LOS LLENÓ DE BIENES..., de José Luis Martín Descalzo
8.Los niños por nacer
MUCHACHO CON SÍNDROME DE DOWN, de J. Mauleón
A UNA ESTUDIANTE EMBARAZADA, por N. de la Carrera
9.La cara cotidiana de una extensa familia
HOY OS VOY A DECIR, de Jesús Mauleón
10."Vas de nuevo, y vas, y vas, y vas..."
MONTAÑA DE HOMBRES, de Nicolás de la Carrera
11.Por qué repite tanto Francisco "Reza por mí"
REQUIEM POR UN HOMBRE, de Carlos Murciano
8 DE DICIEMBRE, por Carlos Murciano
y12.El matrimonio, "unión de vida total"
FILIAL, de Susana March