"A las aladas almas de las rosas del almendro de nata..."

El pasado lunes me impactó emocionalmente este dibujo del genial Mingote. Venía explicado por el siguiente texto: "Gracias a Mónica Fernández Aceytuno nos hemos enterado de que han florecido los almendros. ¡Cuánto tienen que aprender de esta chica esos portavoces...!" (Se refiere el dibujante a M.F.A., licenciada en Ciencias Biológicas, columnista de ABC y editora del portal de la Naturaleza "aceytuno"(pulsar) .
La sabiduría popular ya sentenciaba en pasados siglos: "En febrero, la flor del almendro". El árbol de los mazapanes y los turrones no puede esperar más y adelanta la primavera. Todavía en febrero, se emperifolla con tirabuzones blancos y rosados, retando al peligroso invierno que le suele martirizar con sus uñas de hielo. Probablemente, en estos gélidos días, estará dañando a millones de perfumadas ramas que habrá que amputar muy pronto para sanar el árbol.

"PROPÓSITO DE ESPUMA Y DE ÁNGEL ERES"

En sus vigilias cabreras, el bueno de Miguel Hernández (no olvidéis que, ya en 2010, celebramos su centenario) contemplaría con asombro la valentía y belleza del almendro, símbolo blanco de pureza y espiritualidad, lírica evocación de otra alta Flor, celeste "Rosa Mística" (nos encontramos en su primera etapa, de fervores católicos). No dejemos muy atrás el "tan temprano" que habrá que retomar ante el zarpazo cruel de la pérdida de su mejor amigo. ¿Y qué decir de la metáfora de la blanca floración como lana sobre piel de cordero? De eso y del esquileo sabía mucho el pastor oriolano...:
ROSA DE ALMENDRA
Propósito de espuma y de ángel eres,
victima de tu propio terciopelo,
que, sin temor a la impiedad del hielo,
de blanco naces y de verde mueres.
¿A qué pureza eterna te refieres
con tanta obstinación y tanto anhelo?....
¡Ah, sí!: tu flor apunta para el cielo
en donde está la flor de las mujeres.
¡Ay! ¿por qué has boquiabierto tu inocencia
en esta pecadora geografía,
párpado de la nieve, y tan temprano?
Todo tu alrededor es transparencia,
¡ay pura de una vez cordera fría,
que esquilará la helada por su mano!

"A LAS ALADAS ALMAS DE LAS ROSAS DEL ALMENDRO DE NATA TE REQUIERO..."

"En el último número de la Revista de Occidente publica Miguel Hernández, el extraordinario poeta de Orihuela, una loca elegía a la muerte de su Ramón Sijé y seis sonetos desconcertantes. Todos los amigos de la poesía pura deben buscar y leer estos poemas vivos... Que no se pierda en lo rolaco, lo católico y lo palúdico... esta voz, este acento, este aliento joven de España."
En la tercera parte de su intenso poema, sosiega el amigo poeta, al fin, su rabia metafísica, y susurra en voz baja esperanzados versos:
Volverás a mi huerto y a mi higuera:
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera
de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.
Alegrarás la sombra de mis cejas,
y tu sangre se irán a cada lado
disputando tu novia y las abejas.
Tu corazón, ya terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.
A las aladas almas de las rosas
del almendro de nata te requiero,
que tenemos que hablar de muchas cosas,
compañero del alma, compañero.


"YA ESTARÁN LOS ALMENDROS DE NUESTROS CAMPOS RESPLANDECIENTES..."
Aquel cuerpo recién caído, aquel corazón ofrecido como estiércol, ya es pájaro/ángel/abeja por las flores, por las rejas de los enamorados. Ya asciende hacia las altas ramas de los blancos almendros.Comenta Miguel al panadero Carlos Fenoll, escribiendo desde Madrid pocas semanas después del entierro de Sijé en Orihuela:
"Quiero ir cuanto antes por ahí; ya estarán los almendros de nuestros campos resplandecientes... Por este tiempo íbamos Sijé y yo el año pasado a verlos juntos, por este tiempo corría yo por la sierra de un lado a otro tirando piedras y bañándome en los barrancos y ahora estoy a esta máquina de escribir que se ríe de mí."
Antes de enterrarle para siempre, velará Miguel el cuerpo/flor-de-almendro de su amigo, no por cinco horas: las precisas para aclararle su amistad con Neruda (pulsando aquí, comprenderéis mejor la tensión entre sus dos amores, Pablo Neruda y Pepe Marín), para confidenciarle el vertiginoso descubrimiento del amor y la sangre, de las cosas pequeñas y de los hombres grandes, azules caracolas al borde del océano... Para explicarle que...
"uno de los lados más escogidos de mi corazón se ha quedado como un rincón vacío..."
