"No perdemos la esperanza de que intensifiquen los esfuerzos por desterrar las principales causas de las guerras y sus consecuencias, y animamos a seguir mediando a favor de la paz"
"hagan hasta lo imposible para que se declare el alto el fuego, se callen y desaparezcan las armas, y se establezcan corredores humanitarios donde se necesite"
"Nos comprometemos a seguir trabajando permanentemente y sin descanso por la paz, la reconciliación, la concordia y la fraternidad humanas y universales"
La Plaza de la Virgen Blanca acogió el clamor silencioso por la Paz en el mundo organizado por las diversas confesiones religiosas presentes en la capital alavesa.
COMUNIDAD BAHÁˈÍ de Vitoria-Gasteiz • COMUNIDAD BUDISTA ZEN SOTO • COMUNIDAD MUSULMANA (Mezquita Gulzar y Madina de Vitoria-Gasteiz) • COMUNIDAD TAOÍSTA • COMUNIDAD TRADICIÓN ESPIRITUAL DE TICH NHAT HANH (BUDISMO COMPROMETIDO) • IGLESIA CATÓLICA (Delegación de Migraciones –Diócesis de Vitoria–) • IGLESIA ORTODOXA RUMANA (Parroquia “Santos Cosme y Damián” de Vitoria-Gasteiz y Asociación Vida Cultural Rumana Errumakultur–Vitoria-Gasteiz.)
Cerca de un centenar de personas respondieron a la llamada, presididos por una bandera blanca como único símbolo y 58 velas que recordaban a otros tantos conflictos abiertos en la actualidad.
Tras un espacio de silencio tomó la palabra Sor Aurora, hija de la Caridad de San Vicente de Paúl que en el 2015 fue reconocida con el premio Celedón de Oro de la ciudad de Vitoria-Gasteiz por su labor social en favor de los más pobres.
Reproducimos íntegramente tanto el texto de saludo inicial del acto como el comunicado leído por Sor Aurora
Comunicado inicial
Muy buenas tardes, a Todos y Todas.
Sed bienvenidas y bienvenidos a esta CONCENTRACIÓN SILENCIOSA POR la PAZ, la
RECONCILIACIÓN y la CONCORDIA, bajo el lema “UNIDAS POR LA PAZ –UNIDOS POR LA PAZ”.
Recordamos que el ÚNICO SÍMBOLO que refleja el objetivo de esta manifestación es
el COLOR BLANCO, y la ÚNICA VOZ, el SILENCIO ELOCUENTE por la PAZ, sin otro tipo
de bandera, enseña, pancarta, distintivo, emblema, slogan, grito o consigna
partidarios.
Por eso, nos preside una BANDERA BLANCA, símbolo de la PAZ, a la que añadiremos
58 VELAS, representando a esas 58 GUERRAS Activas en el Mundo entre conflictos
armados e intervenciones militares –de diferente intensidad–, y en las que están
implicados, directamente, unos 61 Países, varios de los cuales –a su vez– concentran
dos o más conflictos cada uno.
Si restringimos la lista a los que causaron más de un centenar de víctimas al año –no
considerando en esta categoría la lucha armada contra el narcotráfico y el crimen
organizado–, tenemos un balance de 23 conflictos, considerados principales, que
involucran hasta 30 Países, afectan aproximadamente a 1.100–1.300 millones de
personas (el 14% de la población mundial), y han provocado unos 7 millones de
muertes, de ellas más de 120.000 víctimas sólo en lo que vamos 2023.
Además, el derecho a la libertad religiosa es vulnerado en 61 países del mundo, en
28 por persecución y en 33 por discriminación religiosas. Muchos de estos países son
de los que están envueltos en las guerras.
Detrás de las diferentes excusas y motivos de guerra, siempre hallamos razones
geopolíticas, desde las que se sigue apostando desafortunadamente por la
dominación hegemónica, por el control político-militar o regional de áreas clave,
por las armas, por intereses propios, por el acceso al expolio de valiosos recursos y
por la riqueza, los inequívocos instrumentos que prolongan un orden global
francamente defectuoso y generador de inestabilidad.
Visto en su conjunto, al contemplar el desorden instalado en nuestra sociedad
global, y la ineficiencia presente en las Instituciones Internacionales, llamadas a
velar por la Justicia y La Paz en el mundo, no perdemos la esperanza de que
intensifiquen los esfuerzos por desterrar las principales causas de las guerras y sus
consecuencias, y animamos a seguir mediando a favor de la paz.
Estaremos unos 15 minutos en SILENCIO, y para finalizar leeremos un COMUNICADO.
Ahora, las personas que habéis recibido una VELA, despacio y en orden, podéis ir
acercándoos a la Bandera Blanca e ir formando un semicírculo entorna a ella.
LAS RELIGIONES, TRADICIONES RELIGIOSAS, TRADICIONES ESPIRITUALES, CONFESIONES E IGLESIAS, abajo firmantes y reunidas con otras personas de la CIUDADANÍA:
Ante la Guerra en Oriente Próximo entre Hamás e Israel y el horror de todas las guerras,
confrontaciones armadas y violencias que persisten en la actualidad, hasta 58, y sacuden
brutalmente el Mundo, prácticamente en todos los continentes, como ocurre entre
Ucrania y Rusia, Armenia y Azerbaiján, Irán, Yemen, Etiopía, República Democrática del
Congo y Grandes Lagos, Sahel, Haití, Pakistán, Taiwán, ... y en otros muchos lugares;
ante las realidades, situaciones y formas de agresión y violencia de origen personal, social
y religioso, entre personas, grupos, etnias, pueblos y naciones;
ante los conflictos interiores que sufren muchas personas; ...
Nos unimos, una vez más, al clamor desgarrador de la Sociedad y del Mundo por la Paz.
Acompañamos en el dolor y la esperanza, en estos momentos especialmente, a los
Pueblos de Palestina e Israel, sin olvidarnos de Ucrania y de todos los del resto del Mundo,
donde también sigue habiendo enfrentamientos armados, terrorismo, violencias, agresiones,
atentados, conflictos, secuestros, discriminación, abuso de poder, crímenes, guerra, ... y, en
definitiva, destrucción y muerte, inhumanas y sin sentido.
Reflexionamos y denunciamos las causas y las consecuencias que llevan a personas
y pueblos a situaciones de violencia, guerra, y violación de los Derechos Humanos, de las
Libertades y del Derecho Internacional, produciendo un sufrimiento inmenso, inhumano e
interminable, vergüenza e incertidumbre en millones de personas inocentes y vulnerables,
sobre todo, civiles, mujeres, niños, ancianos y enfermos, privadas de todo, hasta de lo mínimo
para sobrevivir, obligadas a vivir en pobreza y, en muchos casos, forzadas a migrar.
Apelamos a los responsables de todas las formas de violencia, conflictos y guerras, y a
todos los líderes y dirigentes políticos. Por favor:
— hagan hasta lo imposible para que se declare el alto el fuego, se callen y desaparezcan las
armas, y se establezcan corredores humanitarios donde se necesite;
— no se cansen de hacer el bien y de humanizar y dignificar todos los ámbitos de la vida, para
que todas las personas disfrutemos de justicia y protección;
— no abandonen nunca el camino del respeto, el diálogo, la tolerancia y la inclusión;
— velen porque se respeten y desarrollen las libertades y los derechos de todas y cada una
de las personas, culturas y pueblos;
— conviértanse en artesanos, creadores y promotores de la paz, con actitudes, acciones,
programas y leyes que devuelvan la paz, consoliden los valores, e implementen el
desarrollo humano, religioso, espiritual y social de todas las personas, pueblos y naciones.
Invitamos a convertirnos todas y todos, por encima de distintos intereses económicos,
personales y políticos, en precursores de nuevos y creativos escenarios de encuentro y
convivencia, caminando hacia la armonía y unidad de la humanidad, como garantía de su
bienestar, seguridad y paz global, más allá del mero silencio de las armas.
Meditamos, velamos y oramos por la paz; por todas las víctimas; y por los procesos
de pacificación, reconciliación y sanación interior, personales, interpersonales y sociales,
que ayuden a curar heridas y eviten que se acumulen en los corazones, el resentimiento, el
rencor, la antipatía, la animadversión, la enemistad, la venganza, la hostilidad, ... el odio.
Nos comprometemos a seguir trabajando permanentemente y sin descanso por la paz,
la reconciliación, la concordia y la fraternidad humanas y universales.
En Vitoria-Gasteiz, a 15 de Noviembre de 2023.
Non solum sed etiam
Las religiones son referentes de paz, aunque algunos las utilizan para justificar sus guerras. Por eso es importante gestos como el que se llevó a cabo ayer en Vitoria-Gasteiz, donde se hace visible la apuesta por la paz de forma conjunta, unidos por la misma causa a miembros de creencias que no son dispares, sino simplemente diferentes.
Y para no ceder protagonismo a nadie una bandera blanca, unas velas, el silencio y la palabra consensuada fueron las herramientas.
Estos gestos no llegarán a los grandes responsables de las guerras, pero si nadie los hace se notaría su falta, no me cabe duda.
