El valor de la discreción en un obispado Fallece la que fue secretaria personal de los dos últimos obispos de Vitoria
Enormemente admirada por su cariño y cercanía , María del Carmen Andrés fue la encargada de llevar las agendas episcopales durante tres décadas de Larrauri y Asurmendi
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
Esta tarde tendrá lugar el funeral por la que fue secretaria personal de los Obispos de Vitoria desde 1987 y hasta 2015 que falleció el miércoles en la residencia Juan Pablo I de la capital alavesa a los 86 años. María del Carmen Andrés ejerció su labor de administradora y custodia de las agendas de los dos últimos obispos, Mons. José María Larrauri y Mons. Miguel Asurmendi “con mucha diligencia, amabilidad y siendo proactiva”.
Una compañera suya comenta tras conocer su fallecimiento: “era una persona diligente, muy detallista, buenísima compañera, trabajadora, discreta. Aportó un valor incalculable desde su puesto de trabajo, relevante y discreto. Fue una figura de calado en aquellos años de la Iglesia en Vitoria.”
Sin poder asegurarlo con certeza pero posiblemente fue de las primeras mujeres en ocupar ese cargo personal en un obispado en España.
Quienes la trataron a lo largo de estos casi 30 años la definen también como una persona “enormemente cariñosa y admirada por la curia, por los obispos y por sus homólogas de otras instituciones" como fueron Diputación Foral de Álava, Ayuntamiento de Vitoria, Gobierno Vasco o delegaciones ministeriales en la provincia entre otras con las que tuvo que cerrar reuniones, eventos y otros actos en los que participaba el Obispo de Vitoria. “Trataba muy bien a sus compañeros, a las visitas que llegaban, tanto si eran institucionales como personales y era muy trabajadora” destacan antiguos compañeros diocesanos.
Su primer puesto de trabajo estuvo en la anterior sede episcopal en el Palacio de Montehermoso cuando fue contratada por D. José María Larrauri. Además de sus labores administrativas y de cuadrar la agenda del entonces responsable de la Iglesia alavesa, formó parte del equipo encargado de la transición de esa sede episcopal a la actual en la calle Vicente Goicoechea en julio de 1994.
Tras 16 años de Mons. Larrauri como Obispo de Vitoria, en 1995 el Papa Juan Pablo II designó a Miguel Asurmendi como su sucesor, puesto que ocuparía durante 21 años, hasta su jubilación. Este prelado navarro confirmó como secretaria personal a María del Carmen Andrés, puesto que desempeño hasta 2015, edad en la que se jubiló.
María del Carmen Andrés nació en 1937 en Vitoria. Tras casi 30 años de servicio a los obispos de Vitoria, en su retiro siguió colaborando con la Iglesia, particularmente con la parroquia de San Miguel, donde se dedicó a ayudar en temas administrativos y económicos. Activa hasta el final, falleció este miércoles 17 de abril, en la residencia Juan Pablo I ubicada en portal de Lasarte 1, donde tendrá lugar su funeral esta tarde a las 18:00h.
Non solum sed etiam
Hoy que se habla tanto del papel de la mujer en la Iglesia es de justicia reconocer a todas aquellas mujeres que lo han sabido jugar en el tiempo, modo y manera que les ha tocado vivirlo. Y Mari Carmen es un ejemplo de ella.
Ocupar un puesto donde la discreción es la seña de identidad del mismo no es un demérito, sino un valor. Cuidar las relaciones institucionales con otras entidades es un trabajo que se hace en la cocina, por eso la recuerdan también en otras instituciones locales con las que le tocó relacionarse a Mari Carmen.
Sin negar y sumarme a esa gran demanda de abrir ciertos campos a la participación de la mujer en plena igualdad con el hombre hoy lo que toca es hacer el reconocimiento a las mujeres que ya supieron ocupar su lugar en la Iglesia y lo hicieron muy bien.
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