Caminar juntas y juntos. Soñar la Iglesia, vivir la Misión La HOAC publica un libro en clave de sinodalidad para soñar con la Iglesia del s. XXI
“La sinodalidad remite a una de nuestras señas de identidad más centrales desde los inicios: que somos comunidades de fe que caminan juntas siguiendo a Jesús”
"Es tiempo de ir buscando la voluntad de Dios con voz y criterios propios en comunión con toda la Iglesia”
“El camino de la sinodalidad si cuenta con las mujeres puede ser semillero de la Iglesia del Tercer Milenio, espacio de creación de nueva eclesialidad y germen de transformación de estructuras eclesiales empobrecidas en comunidades igualitarias y equitativas que sean la vanguardia de la justicia y el encuentro en este mundo”
“El camino de la sinodalidad si cuenta con las mujeres puede ser semillero de la Iglesia del Tercer Milenio, espacio de creación de nueva eclesialidad y germen de transformación de estructuras eclesiales empobrecidas en comunidades igualitarias y equitativas que sean la vanguardia de la justicia y el encuentro en este mundo”
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
Este miércoles 24 de abril se presentará a las 19 h. en la sala Carlos Abaitua del Obispado de Vitoria una obra colectiva con nueve firmas destacadas y que ediciones HOAC presenta como aportación al camino sinodal de la Iglesia.
Carme Soto Varela y Jesús Martinez Gordo, dos de los autores, serán los encargados de presentar esta obra coral que aborda diferentes temas relacionados con la sinodalidad en la Iglesia y lo hace desde una perspectiva tanto teológica, como bíblica, laical y misionera. De entre los temas que se abordan destacamos la importancia del diálogo, el consenso y la diversidad en la Iglesia sinodal. Se plantean prioridades como la centralidad de los pobres, la reforma en el nombramiento de obispos, la reforma de la liturgia, la participación del laicado y en particular de la mujer en los acuerdos eclesiales.
Es un libro que invita a soñar en la Iglesia del siglo XXI y siguientes.
Carmen Soto hace una mirada retrospectiva a las primeras comunidades cristianas y una especial referencia a María Magdalena como referente eclesial.
Jesús Martinez Gordo plantea el cambio de paradigma que nos lleve a pasar de una Iglesia episcopal consultiva a una Iglesia codecisiva, en la línea de las propuestas de la Iglesia en Alemania. Así mismo plantea el término catolicidad desde la diversidad.
Carmen Picó aborda el tema del papel del laicado en una Iglesia Sinodal y hace una llamada a recuperar la dignidad bautismal como justificación primera de la participación del laicado en la Iglesia.
Maria Luisa Berzosa plantea el tema de Iglesia y democracia defendiendo la necesidad de “vivir la diversidad como un don y no como una amenaza de la que defenderse”.
Pablo Genovés se refiere en su aportación a las dificultades para llevar el mensaje hoy en día y en nuestros ambientes. Y afirma con rotundidad que “tenemos que sentarnos a hablar de lo que podemos hacer hoy, aquí y ahora con los empobrecidos de la sociedad”.
Fernando Díaz se refiere al caudal de experiencia y espiritualidad sinodal que tiene la Acción Católica y el valor de esta experiencia en estos momentos del caminar en sinodalidad en la Iglesia.
Silvia Martinez propone un ejercicio de deconstrucción del modelo antropológico que ha dominado la Iglesia hasta hoy y para ello habla de tres momentos necesarios al interior de la Iglesia en relación con el papel de la mujer: El reconocimiento, el empoderamiento y la transformación hasta llegar a convertir a la Iglesia en un modelo de vanguardia de la justicia y el encuentro de este mundo.
Y por último Paula Depalma habla de Liturgia y participación Sinodal. Una revisión de los ritos y celebraciones para que tengan más sentido para los participantes. “Son necesarios nuevos espacios sustanciales para las expresiones de las comunidades marginadas que hagan posibles liturgias más participativas.”
Non solum sed etiam
Tras una lectura rápida del libro permitidme que a modo de aperitivo reproduzca algunos párrafos que he subrayado:
“...hacer memoria de cómo el Espíritu ha guiado el camino de la Iglesia en estos momentos cruciales de su historia y cómo nos llama a seguir escuchándolo hoy en el nuestro”.
“Este breve recorrido por el periodo formativo del cristianismo explicita un proceso que nos puede ayudar a no absolutizar unas determinadas formas de diseñar la vida de la Iglesia sino a comprender los caminos históricos en su posibilidad y limitación. … es además una invitación a discernir lo esencial de lo secundario, a recuperar aspectos perdidos que hoy pueden ser significativos y a seguir entendiéndonos como una comunidad en camino que sigue creciendo”.
“...es la fe en Jesús de Nazaret y la asunción de su proyecto lo que nos hace cristianos y cristianas y no las tradiciones heredadas, los modos o estilos aprendidos, las fórmulas recordadas.”
“La sinodalidad remite a una de nuestras señas de identidad más centrales desde los inicios: que somos comunidades de fe que caminan juntas siguiendo a Jesús.”
“... el Sínodo existe para <<caminar juntos>> bautizados. ministros ordenados y obispo de Roma; una fórmula fácil de expresar con palabras, pero no tan fácil de poner en práctica”.
“Los laicos, hombres y fundamentalmente mujeres, están llamados a tomar conciencia de la invitación a la madurez personal y cristiana como condición indispensable de su misión en la Iglesia y en el mundo. No es tiempo de delegaciones, ni de infantilismos, es el tiempo de la responsabilidad con la fe recibida, del cultivo de la propia espiritualidad, y de las cuestiones que el mundo suscite a cada persona. Es tiempo de ir buscando la voluntad de Dios con voz y criterios propios en comunión con toda la Iglesia.”
“El camino de la sinodalidad si cuenta con las mujeres puede ser semillero de la Iglesia del Tercer Milenio, espacio de creación de nueva eclesialidad y germen de transformación de estructuras eclesiales empobrecidas en comunidades igualitarias y equitativas que sean la vanguardia de la justicia y el encuentro en este mundo”
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