Concierto de Migueli en Murguía Las Hijas de la Caridad quieren abrir un espacio de seis camas para cuidados paliativos
La presencia de Migueli era también un respaldo al proyecto que sueña esta residencia de implantar “HOSPICE”, un espacio de seis camas dedicadas a cuidados paliativos
No se trata de ofrecer una muerte de calidad como propugna la eutanasia, se trata de ofrecer una vida de calidad hasta que llegue la muerte de forma natural
| Vicente Luis García Corres (Txenti)
“Y cómo las arenas del desierto vienen, y como las arenas del desierto van,...”
El cantautor Migueli pasó por Murguía (Álava) “regalando su sombra” cual Don Bosco. Y lo hizo concretamente con los residentes, familiares y trabajadores de la residencia Purísima Concepción que regentan las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl.
Un público entregado que se sumaba a las letras y a las coreografías singulares que Migueli proponía.
Durante una hora invitó a “poner una mano, y luego la otra”, a apoyarnos unos a otros, a ser más felices y a perder miedos y vergüenzas.
Como no podía faltar, uno de sus últimos temas fue “titulitis” reivindicando que todos somos iguales y que a quien llegue al cielo con ínfulas de haber sido “alguien superior” se le responderá con cariño y con un guiño con este blues: “Yo tengo un culo (bis) podéis pasar por el tu y tus titúlos”
Todos los temas se encuentran reflejados en su primer libro “Enamorado de la Vida” que anda promocionando por toda España.
La presencia de Migueli era también un respaldo al proyecto que sueña esta residencia de implantar “HOSPICE”, un espacio de seis camas dedicadas a cuidados paliativos.
Fidel Molina, al frente de las gestiones de esta institución tiene fundadas esperanzas que con el apoyo de las instituciones y de particulares, así como de la asociación de profesionales sanitarios de medicina paliativa BABESPEAN, el proyecto HOSPICE saldrá pronto adelante.
Quizá por eso Nerea Melgosa, Consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno vasco se hizo presente en el acto disfrutando de las canciones de Migueli y reforzando el mensaje de apoyo a esta residencia y sus iniciativas en favor de los más necesitados, y rubricando todas las palabras que se dijeron Migueli concluyó invitando a todos a cantar su tema “No nos convencerán”.
Mientras los residentes eran conducidos al comedor para darles la cena, los asistentes vecinos de Zuya, familiares, y amigos y voluntarios de Babespean se dieron cita en una sala para un picoteo de hermandad
Non solum sed etiam
Desde diversos sectores, sanitarios y asistenciales, desde la pastoral sanitaria, la pastoral universitaria, colectivos y personas individuales se van sumando a esa necesidad de concienciar a la sociedad que los cuidados paliativos es la herramienta a la que todos deberíamos poder acceder cuando somos diagnosticados de una enfermedad terminal, grave, cuando la edad hace mella en nuestras vidas y nuestros cuerpos; no esperar a los últimos minutos de la vida para acudir a este sector profesional que ayuda a dar calidad de vida hasta el momento de la muerte. No se trata de ofrecer una muerte de calidad como propugna la eutanasia, se trata de ofrecer una vida de calidad hasta que llegue la muerte de forma natural. Pero para ello se necesitan espacios y recursos materiales y humanos. Las administraciones deberían garantizar y apoyar todas las iniciativas públicas y privadas encaminadas a ofrecer cuidados paliativos, debería incluirse entre los derechos fundamentales.
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