Primera entrevista al obispo electo de Bilbao, en Religión Digital Joseba Segura: “Primero el encuentro con Dios, y a partir de ahí todo lo demás”

Joseba Segura: “Primero el encuentro con Dios, y a partir de ahí todo lo demás”
Joseba Segura: “Primero el encuentro con Dios, y a partir de ahí todo lo demás” Diócesis Bilbao

“La experiencia de Dios, la experiencia de fe es el núcleo de lo que constituye la comunidad cristiana”

“Si vives compartiendo la vida de otros pueblos eso te cambia la perspectiva y acabas trabajando con más libertad intentando buscar la coherencia y la verdad en lo que dices y haces, y todo lo demás que quede en manos de Dios”

“Toda propuesta, siempre y cuando sean propuestas de fe, tendrán cabida y yo las voy a apoyar”

“Sin restar nada al ministerio ordenado hemos de encontrar el papel de los laicos”

La provincia eclesiástica vasca: “Es un tema que cuando se aborde no ha de hacerse de forma particular, sino en el marco de una reorganización del mapa eclesiástico en España”

Aunque todos daban por hecho que el Papa Francisco le nombraría como titular de Bilbao al, hasta el próximo 3 de julio, Administrador Apostólico de esta Diócesis, monseñor Joseba Segura, no por ello su confirmación ha dejado de ser recibida con agrado y alegría en la diócesis vasca. 

De hecho el menos efusivo con la noticia era el propio protagonista: “Yo no me siento especialmente contento. Ahora lo que siento es una gran responsabilidad: la de intentar que la gente que pueda percibir este nombramiento con preocupación, o recelo, que, primero me conozcan, y que luego lleguen a pensar que ¡hombre, no es tan malo el tío este!”

Así se manifestaba al principio de esta primera entrevista con el que se convierte en el séptimo obispo de la Diócesis de Bilbao desde su creación en 1950.

Don Joseba, en su trayectoria pastoral como sacerdote ha estado mucho tiempo ligado a la Diócesis de Bilbao, pero también ha vivido otras experiencias personales y pastorales fuera de la diócesis, como el tiempo que estuvo al frente de Cáritas Ecuador, una encomienda cursada directamente desde la Conferencia Episcopal de aquel país. ¿Qué recuerda de esas experiencias y qué han aportado a Joseba Segura Obispo?

De recién ordenado mi primer destino fue Barakaldo, pero enseguida me enviaron a estudiar economía a Boston. Regresé y me hice cargo de Cáritas. Posteriormente es mi etapa misionera de doce años. Pero una constante siempre ha sido que siempre he estado ligado a una parroquia hasta que me hicieron obispo. En Ecuador llegué a inaugurar una parroquia. En cuanto a recuerdos podría estar horas recordando mil y un detalles, pero si tengo que dar una sensación de aquellos años es que fueron muy alegres. Como espero que sea mi nueva etapa como obispo de Bilbao. El encuentro con la gente de allí fue muy enriquecedor, me abrí por primera vez a la realidad de personas que sin tener nada vivían la alegría de vivir desde una profunda religiosidad. Pude aprender a saber qué es la vida de los pobres y entender el evangelio cuando dice “Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y a los entendidos, y las has revelado a la gente sencilla.” Esto se ha convertido en parte de mi vida. Y en qué medida me sirve esto en mi condición de obispo, pues me ha servido para ver con perspectiva la vida de la Iglesia hoy: algunos se agobian con la situación de la Iglesia hoy en Europa.

La fe no está en crisis en el mundo. Europa tiene sus propios desafíos y uno de ellos es la continuidad de esa Europa de europeos blancos y nacionalistas, y hoy con una baja valoración de la fe. La migración va a marcar mucho a la Europa del futuro

Yo no, porque he descubierto que la Iglesia católica en diferentes países y lugares está en situaciones diversas y esa misma Iglesia es, a la vez, cosas diversas para muchas personas. El haber vivido fuera me ha permitido relativizar esa crisis de fe de la que se habla en Europa. La fe no está en crisis en el mundo. Europa tiene sus propios desafíos y uno de ellos es la continuidad de esa Europa de europeos blancos y nacionalistas, y hoy con una baja valoración de la fe. La migración va a marcar mucho a la Europa del futuro. Lo importante es conocer otras realidades pero identificarte con ellas, porque uno puede vivir en Boston tomando todos los dias vino de Rioja y seguir como si estuviese en Bilbao, pero si vives compartiendo la vida de otros pueblos eso te cambia la perspectiva, te resitua, ya no te ves el ombligo de nada y acabas trabajando con más libertad intentando buscar la coherencia y la verdad en lo que dices y haces, y todo lo demás que quede en manos de Dios.”

En la primera rueda de prensa reconocía que “la gran tarea” hoy en la Iglesia son los jóvenes. ¿Por dónde apunta su idea de la pastoral con los jóvenes?

Lo que voy a hacer es esto: toda la diversidad de carismas que existan y seamos capaces de promover, y no me refiero solo a lo que surja dentro de la diócesis, sino de fuera también, toda propuesta, por minoritaria que sea, siempre y cuando sean propuestas de fe, tendrán cabida y yo las voy a apoyar. Vengan de donde vengan. Ya sé que el perfil que tengo para muchas personas es más social, y es cierto. Pero tengo una convicción más profunda y previa: si no hay comunidad creyente, de fe, las preocupaciones sociales, por la paz y la justicia dejan de ser relevantes porque no hay comunidad. Lo que tiene que preocuparnos a todos, obispos, sacerdotes y laicos, a los que queremos que el Evangelio tenga futuro no es la cuestión del compromiso social de los cristianos, que repito, es muy importante, sino la experiencia de Dios, la experiencia de fe. Ese es el núcleo de lo que constituye la comunidad cristiana. Y luego ojalá esa misma comunidad tenga la capacidad de descentrarse y servir a las causas de la justicia, la paz, la ecología, … pero la experiencia de Dios, de fe, de oración, de celebración de la fe, son fundamentales. Primero el encuentro con Dios, y a partir de ahí todo lo demás. Si algo he aprendido es que yo tengo mis propias convicciones, pero en la Iglesia hay muchas diferentes. Y unas y otras se enriquecen mutuamente. No digo que todas tengan el mismo valor, pero es muy importante que yo no rechace a ninguna otra. Yo no entiendo un proceder en el que se aparte a unos en favor de otros o contra otros. Siendo solo sacerdote ya pensaba que hay que dejar al Espíritu que obre en las gentes y en las comunidades.

Otro tema que ha dejado ver en su primera intervención es la idea de una Iglesia con protagonismo de los laicos. 

No es fácil tomarse en serio el espíritu sinodal, la corresponsabilidad en la Iglesia. Venimos de una tradición en la que el ministerio ordenado, que para mi es absolutamente central en la vida de la Iglesia, es parte de nuestra identidad como Iglesia, lo ha sido, lo es y lo seguirá siendo. Pero al mismo tiempo debemos identificar bien lo que el servicio ministerial aporta a la Iglesia y lo que son otros carismas, otros aportes en los que los laicos tienen un mayor protagonismo. Sin restar nada al ministerio ordenado hemos de encontrar el papel de los laicos.

Joseba Segura
Joseba Segura

Esta pregunta es casi “un clásico” de las primeras entrevistas a los obispos de las diócesis vascas: ¿Es usted partidario de retomar la vieja demanda de una provincia eclesiástica vasca o considera que las cosas están bien como están?

Yo también he sido testigo de esta reivindicación, sobre todo en algunos sectores, desde hace mucho. Es cierto que cuando Vitoria se dividió en las tres diócesis vascas alguien, injustificadamente, decidió ligar a San Sebastián con Pamplona y, Vitoria y Bilbao con Burgos. Sinceramente este tema no es una prioridad para mí. Creo que es un tema que cuando se aborde no ha de hacerse de forma particular, sino en el marco de una reorganización del mapa eclesiástico en España, porque hay más casos susceptibles de revisarse quizá. Por eso yo lo entendería dentro de un proyecto general. Y por otro lado, más allá de esa división territorial las diócesis vascas no hemos dejado nunca de trabajar de forma conjunta sobre muchos temas. Eso no quita para pensar que sí tenga sentido esa unidad pero por el simple hecho de que vivimos realidades sociales que nos unen también. 

Non solum sed etiam

Conocí a Joseba Segura, hoy monseñor Segura, cuando fue enviado a Ecuador para hacerse cargo de la Cáritas de aquel país. No he tenido mucho trato después pero conservo un grato recuerdo de las entrevistas que entonces le pude hacer. Hoy, con motivo de su confirmación como obispo de Bilbao hemos vuelto a hablar, y, a pesar de que él no de botes de alegría por el nombramiento, y lo entiendo, me sumo al sentir de muchos bilbaínos y vizcaínos que celebran la continuidad de monseñor Segura como pastor ahora con todas las bendiciones de la diócesis en la que nací. Creo que las premisas que deja ver en la entrevista dan motivo para ello.

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