El 8 de marzo es el día en el que ensalzamos el papel de la mujer en la sociedad y en el que solemos buscar ejemplos de mujeres entregadas, que han dejado huella en su tiempo y en la gente. 

Yo quiero proponer para este día a Marisol de Jesús, una religiosa clarisa del convento de Salvatierra/Agurain (Álava) que falleció con 40 años precisamente el 8 de marzo de 2022. 

Su estela ha sido tal que en la web de las Clarisas de Agurain hay un apartado dedicado expresamente a ella: https://www.clarisasagurain.org/marisol/

Aunque invito a visitar la web y conocer algo más de esta mujer y de su legado no me resisto a no copiar lo que de ella dicen sus propias hermanas tras su fallecimiento:

“mujer valiente, con mucha fuerza interior, que luchó durante casi tres años por superar un cáncer muy agresivo.

Destacamos de ella su bondad, su inteligencia, su entregarse en silencio… Y sobre todo su sentirse hija de Francisco y Clara. Solía decir: “yo nací Clarisa…” En lo que incluía ser puente entre Dios y los demás. Trabajó con pasión en preparar convivencias, vigilias, encuentros de oración como las “Tardes con Francisco y Clara” que muchos conocéis.

La recordamos con inmenso cariño, agradecimiento y admiración. El Señor hizo una obra preciosa en ella. Vivió la enfermedad con una entereza y lucidez que sorprendió a todos. Quería vivir y luchó lo increíble por curarse sometiéndose a duros tratamientos. Cuando supo que “la hermana muerte” se acercaba, se abrazó al Señor sabiendo que no es un punto final sino un tránsito como lo dejó expresado en algunos audios:

“Para mí al final del camino está Él, Dios… no va a ser ¡se acabó! Dar el interruptor y luz apagada. No. El final yo no lo percibo como un final, sino como un tránsito, un pasar de algo a algo mejor, algo diferente. Sí, otra vida, a otra forma de estar, de relacionarme…”

Al año de su fallecimiento un sacerdote viatoriano conocido como JJ compuso un tema que recogía una de las frases que identificó la vida de esta mujer: “Me sé sostenida por Dios”

Ahora, un año más tarde en las plataformas musicales se podrá escuchar desde hoy una versión instrumental y el tema íntegro. El mismo JJ compartía esta noticia en sus redes sociales diciendo: 

“Se acerca el 8 de marzo, día de la mujer. Es una coincidencia que Marisol muriera con 40 años, (a mi me gusta decir que nació para el cielo) ese mismo día. Aprovechemos esa coincidencia para ofrecer al mundo un excelente testimonio de mujer de Iglesia. Más valioso por darse afrontando la dura cruz de la enfermedad, del Cáncer. 

👍🤗🙏🙏🙏

Tuve la suerte de que el Espíritu me inspirara una sencilla melodía con sus palabras. Palabras grabadas al final de su vida. Rogelio Cabado apoyó la jugada, completó la melodía, puso más voces y coordinó los estupendos arreglos de Kiki Troia. 

Finalmente Marisol Vander-Vorst (de Egunsentia) puso voz a Marisol de Jesús, hermana Clarisa de Agurain. Natural de Zamora.  Ingeniera de profesión, diseñadora de espacios de oración, hermana Clarisa por vocación. Espero que os guste y que la podáis extender. GRACIAS!!!”

Hoy muchas mujeres serán puestas como modelo a imitar, como referencia para las nuevas generaciones, Marisol se merece estar entre ellas.

Non solum sed etiam

Por otro lado hace 4 años nacía la Revuelta de Mujeres en la Iglesia, un grupo de
mujeres creyentes de colectivos y lugares diversos de España, “comprometidas con la
causa de Jesús y en búsqueda de una Igualdad se haga costumbre en la Iglesia". Este 8
de marzo de 2024 también se movilizarán en el centro de Vitoria para visibilizar a la
mujer y su trascendental papel en la Iglesia. Será el domingo 10, a las 12:00h, en la plaza
de la Catedral Nueva donde se leerá un manifiesto que se ha elaborado en común con
otros 26 grupos de toda España que trabajan en esta misma linea. Además, el grupo de
Vitoria junto con la Comisión de Mujer de la Diócesis de Vitoria ha elaborado una
oración de cara a este 8 de marzo invitando a que se lea en todas las parroquias este
próximo domingo.

Extraída de “Mujeres en la hora undécima” de Dolores Aleixandre
Que el Señor os conceda la audacia de Débora
y la valentía de Ester y de Judit
que os colme de alegría como a Ana
y de lealtad y de amor fiel como a Rut.
Que podáis cantar y danzar junto al mar
como Myriam la profetisa
y que con María de Nazaret
proclameis la grandeza del Señor
en el triunfo de los hambrientos y de los humildes.
Que lleguéis a encontraros con Jesús, el Señor,
como lo encontraron María Magdalena y Marta
y Salomé y la samaritana y Él les devolvió
la libertad y la dignidad y les dió un nombre nuevo.
Y como a aquella mujer encorvada
a la que Él se acercó y enderezó
podáis vosotras y vosotros vivir erguidas y ayudar
a enderezarse a otras.
Porque ella, y vosotros, y nosotras
y todos, mujeres y hombres,
estamos llamados a ponernos en pie
y glorificar a Dios. Amen.