Si “todo el mundo” se siente hoy solidario con el pueblo francés, hay un colectivo de personas que desde la tarde de anoche sintonizan con más conocimiento de causa que el resto de los mortales. Son los técnicos y especialistas en recuperación del patrimonio artístico, y todas aquellas personas que trabajan en instituciones como la Fundación Catedral Santa María de Vitoria, cuyo Plan Director para la recuperación del templo catedralicio es un referente internacional en muchos aspectos. Leandro Cámara es el director técnico de la Fundación y, uno de los redactores de los proyectos llevados a cabo en esta catedral y su entorno. En una entrevista realizada por Alicia Calleja para Cope Vitoria comentaba el sentimiento compartido en “el día después” por los trabajadores de la Fundación Catedral Santamaría: “Es un día triste. Es terrible que pase esto y pensar que estas pérdidas, son irreparables. El valor de la autenticidad de las obras de siglos atrás, esa se ha perdido para siempre.”

Por otro lado, Leandro reconocía que las catedrales se han visto afectadas por percances toda la vida, la misma Notre Dame sufrió un incendio ya en el siglo XVIII, y lo mismo se podría decir de otros templos.

Leandro destacaba uno de los problemas que darán mucho trabajo a los encargados de recuperar Notre Dame: “los humos, los humos son terribles. Nadie sabe cómo se pega el humo a la piedra y son terribles para limpiar.”

La Fundación Catedral Santa María ha servido como referente en los trabajos de restauración de otros templos, especialmente en su proyecto que ha llegado a quedar registrado como “marca” propia con el lema “abierto por obras”. Ante la pregunta de si van a ofrecer su experiencia a los vecinos franceses Leandro dijo: “Nuestra experiencia es singular en algunos temas, como puede ser el de la visita de las obras. Pero, en lo que a restauración se refiere, hay muy buenos técnicos en todas partes, y en Francia también.”

También manifestó la plena disposición en todo caso si desde Paris solicitasen algún apoyo, y el orgullo que supondría poder llegar a participar en la obra de recuperación de un templo como Notre Dame: “sin duda tienes ganas de recuperarlo.”

Y en lo que al apoyo económico que hará posible la recuperación de la Catedral Leandro confía en el poder del Estado Francés y su compromiso en la recuperación de Notre Dame: “seguro que echarán el resto y sabrán sacarlo”.

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Entre las 12:00 y las 12:10 sonaron las campanas de la Vieja Catedral en homenaje a Notre Dame

Non solum sed etiam

Ha sido un accidente. Al parecer la única víctima es un bombero, que deseo se restablezca lo antes posible y deje el saldo de víctimas en “ninguna”.

He de reconocer que de las reacciones inmediatas que me llegaron en las primeras horas, la que me impactó con agrado fue la de José Ignacio Munilla en su cuenta de twitter, y que decía: “Querida Madre, te suplicamos que esta “desgracia” se convierta en “gracia”; de forma que la restauración de tu templo de Notre Dame, llegue a ser una parábola de la reconstrucción de la fe de Europa desde sus cenizas. (rezar tres Ave Marías)”

Y me impactan estas palabras porque creo que es la respuesta de la Iglesia ante este triste suceso; más allá de la reconstrucción material esta reflexión pone el acento en la reconstrucción espiritual; sin descartar la importancia de recuperar el legado artístico y cultural, importa más recuperar a las personas, aquellas para las que se levantó este templo de la cristiandad.

Notre Dame volverá a lucir su esplendor, no me cabe duda. Y será bueno, no solo para Francia y los franceses. Pero, no olvidemos que la recuperación de Notre Dame se hará por una cuestión de honor, y porque su propietario es el Gobierno Francés.

¿Acusará alguien al Gobierno Francés de no destinar a los pobres el dinero de la recuperación de Notre Dame?

Recuperar Notre Dame está en la línea del discurso de Juan Pablo II en Santiago de Compostela el 9 de noviembre de 1982: “Desde Santiago, te lanzo, vieja Europa, un grito lleno de amor: Vuelve a encontrarte. Sé tú misma. Descubre tus orígenes. Aviva tus raíces. Revive aquellos valores auténticos que hicieron gloriosa tu historia y benéfica tu presencia en los demás continentes. Reconstruye tu unidad espiritual, en un clima de pleno respeto a las otras religiones y a las genuinas libertades. Da al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. No te enorgullezcas por tus conquistas hasta olvidar sus posibles consecuencias negativas. No te deprimas por la pérdida cuantitativa de tu grandeza en el mundo o por las crisis sociales y culturales que te afectan ahora. Tú puedes ser todavía faro de civilización y estímulo de progreso para el mundo”.

La recuperación de Notre Dame abrirá muchos retos para Francia y para Europa, ojalá no solo en lo arquitectónico y en lo artístico, sino también en lo humano y lo espiritual.