SEGUNDA ENTREGA

Residencia sacerdotal Santo Tomás. Despacho del P. Umberto.

¿Samuel, le has dado un vistazo al informe que pedimos a Bilbao?

Sí, pero nada relevante. Su madre Laura vive ahora en Vitoria-Gasteiz, con el hermano pequeño de Eva María. 

Pero … ¿a Eva María la adoptaron porque no podían tener familia?, creo recordar.

Sí, sí, así es. David, el hermano pequeño, es adoptado también, es peruano.

¡Ah! ¿Y qué más dice el informe?

Poca cosa, ya le he dicho. Laura enviudó hace ocho años. El padre de Eva María  murió de un cáncer de páncreas, fue muy rápido. 

Y… ¿se sabe de qué viven?

La pensión de viudedad y lo que Laura gana en la tienda de costura, una franquicia de hacer remiendos y arreglos de ropa. Trabajan los dos, la madre y el hijo. 

¿Qué edad tiene David? 

25 creo haber leído.

Y del grupo ese de teología femenina para el siglo XXI, ¿ha llegado algo?

Mandarán un correo a lo largo de la tarde, están terminando de procesar los datos. Ya sabe que los de Barcelona son muy meticulosos. 

Vale. Quiero que esta noche Eva María cene con nosotros, que nos preparen todo en el comedor pequeño y… mejor cuando hayan terminado de cenar los de la residencia. 

De acuerdo P. Umberto. 

El grupo de Teología femenina para el siglo XXI fue siendo conocido más y más, poco a poco. Empezaron a llamarles de otros puntos del país para organizar charlas, retiros, encuentros. Al final en el año 2019 se organizaron y eligieron a trece miembros del grupo. Ya en ese momento la voz de  Eva María  sobresalía de entre las demás. No hablaba autoritariamente, pero sí con autoridad. Por esas fechas empezó a compartir con su círculo más íntimo que se sentía “La Hija muy amada de Dios”.  Al principio nadie hizo una lectura diferente a la de que es la aspiración a la que todo cristiano debe sentirse llamado. Pero, también sus amigos coincidían en que Eva María lo vivía de una manera diferente. No se trataba de que la vieran como una santa ni nada parecido. Era “otra cosa” comentaban algunos.

 Residencia sacerdotal Santo Tomás. Despacho del P. Umberto

P. Umberto. Ha llegado el correo de los de Barcelona, ¿se lo imprimo? 

Sí, por favor. Prefiero trabajar en papel. Ya sé que no es muy ecológico pero mi vista y mi paciencia lo aconseja. 

Son … 87 páginas.

Vale ¿no tenemos folios?

Sí, P. Umberto.

¡Pues dele! Y vaya pasándome las primeras páginas.

Lo que pasa es que empieza a imprimir por la última

¡Me dá igual!, en cuanto salgan las primeras cinco páginas me las pasa. 

… Ahí las tiene. 

¡Pero Samuel! evíteme la morralla de la bibliografía de cada cita que han incluido. Y deme, deme texto. A ver una, dos, y tres páginas. ¡fuera! vale, la cuatro y la cinco me valen. Deme alguna más de las que han salido. 

Tome.

Bien, bien, ….

Eva María nunca dejó nada por escrito. Los exámenes de teología siempre los pidió orales y se lo concedieron. De los encuentros, charlas, retiros en los que participó nunca jamás ha dejado nada por escrito. Tampoco nunca ha tenido un teléfono ni una cuenta de correo, ni redes sociales. Pero, paradójicamente otros han escrito por ella libros, conferencias, y en el último año han inundado las redes sociales con su imagen y sus palabras. Hay un canal de vídeos en el que solo se recogen los momentos en los que Eva María ha leído la Biblia en público, solo eso, el trozo de texto de la Biblia leído por ella. Y todos tienen miles y miles de visitas. Y uno de los comentarios más frecuentes es “no puedo creermelo, es como si lo escuchase por primera vez”.