NOVENA ENTREGA (y última)

Residencia sacerdotal Santo Tomás. Despacho del P. Umberto

Bueno. Pues esto creo que está listo para sentencia ¿No lo crees Samuel?

Usted dirá. 

Sí. Yo tengo que decir. Pero me gustaría escucharte a tí antes. Por cierto ¿Cómo vas con tu informe?

Casi acabado. P. Umberto. 

¿Cuál sería tu veredicto?

Si no es Dios mismo es uno de sus ángeles.

¡Tú te has enamorado!

En cierto modo, pero como usted, P. Umberto. O acaso usted no se ha enamorado de Ella. 

Quizá sí. Nuestra vocación se sustenta en un enamoramiento de Dios Samuel, quizá en ese sentido estés en lo cierto. Pero yo no consigo ver en ella ni a Dios  ni a sus ángeles. Solo veo una mujer. 

Es que si Dios es también mujer quizá no haya nada más que ver.

Pero en el informe a Roma no podemos poner eso. 

¿Y qué piensa poner?

Que hay indicios suficientes como para solicitar que el Santo Padre  se entreviste con ella y que el Don, que el Espíritu Santo ilumina a los sucesores de Pedro, permita ver lo que estos pobres siervos no alcanzan a ver ni con los ojos de la carne ni con los de la fe. 

Entonces tiene decidido …

Es tarde, pero ponme con Roma.

Esa noche no pegué un ojo. Terminé mi informe oficial y casi las páginas de este informe interno y personal que solo daría a conocer al P. Umberto cuando todo esto hubiese pasado. No quiero pasar por alto que tengo miedo por ella. No sé que será de ella después de su viaje a Roma. Creo que el Papa sabrá discernir mejor que nadie y ponerla a salvo de los que también le tienen enfilado a él. Al final el P. Umberto llamará mañana a su hermana para decirle que le deje a Ixone elegir su destino. Y que ese grupo es de Iglesia, un poco moderno, pero de Iglesia, que no tenga miedo.

Residencia sacerdotal Santo Tomás. Despacho del P. Umberto

Bien. Eva María, siéntate.  Hemos pasado dos días hablando mucho. Me pidieron que te interrogara y que te hiciera callar.  Desde el primer día me hiciste ver que la clave estaba en aceptar o no la posibilidad de que Dios se pueda encarnar en una mujer, discernir si esta posibilidad es  o no una herejía, y asumir las consecuencias que se podrían derivar de aceptar la premisa de Cristo como mujer.  Tu deseo es hablar con el Santo Padre y mi misión es hacer de  filtro para las muchas chorradas, con perdón, que se dicen en el mundo de las religiones. En cada país existe esta figura y procuramos que a Roma llegue solo lo que merezca la pena que el Santo Padre le dedique un minuto. He consultado con otros colegas y en ningún otro país tienen constancia de alguien como tú,  aunque sí les consta de que hace meses que tu presencia espiritual o ideológica se viene sintiendo con fuerza y en crecimiento.  Nadie ha podido presentar argumentos que te acusen de nada contra la Iglesia, ni su doctrina, ni sus ministros, más bien al contrario, eres una cristiana ejemplar. Ejemplar también por la inexistencia de extremismos ni estridencias devocionales.  Como de Santa Teresa se puede decir de tí que  “Solo Dios basta”. No he encontrado una vocación definida ni entre las reconocidas por la Iglesia: no tienes vocación a la vida consagrada, tal y como la entendemos, ni a la vida matrimonial, ni tampoco vocaciones o aspiraciones vocacionales no reconocidas hoy  por la Iglesia, vamos que no aspiras a ser ni cura, ni obispo, ni papa, ni tampoco cardenal ni una teóloga reconocida, … solo aspiras a ser reconocida como Hija de Dios.  Legítima aspiración en todo caso.  Me has hablado de una nueva Iglesia, una nueva oportunidad de acercarnos al conocimiento de Dios, pero supeditada al convencimiento de que Dios no solo es hombre, sino todos los hombres, y que además Dios es mujer, todas las mujeres.  En el plano espiritual, teórico, teológico, alegórico es fácil de ser aceptado por la Iglesia, pero donde nos cuesta verlo es reflejado en una realidad corpórea, como por ejemplo en tí. Ahora bien. Que yo no sea capaz de verlo no es certeza de que no sea posible.  Hay un avión privado esperándote para llevarte a Roma, el santo Padre está informado, te recibirá esta tarde. Tienes toda la tarde para tí, han sido cancelados todos sus compromisos.  ¡Que Dios nos ilumine y nos bendiga!

Amén y Gracias.

Gracias a tí Eva María.  Dios no me ha dado la gracia de ver en tí más allá de una hermosa mujer,  una hija de Dios sí, pero no a Dios mismo.  Pero no seré yo quien impida que el Santo Padre tenga la oportunidad de ver lo que otros no vemos. Ni mucho menos impedir que la Iglesia se prepare para una nueva cristiandad. Si eres el Cayado del Maestro que todos andan buscando, ea, Amén.

Tras el viaje a Roma de Eva María nunca más hemos vuelto a saber de ella. Ni de la comunidad. Aunque su presencia sigue sintiéndose en la Iglesia, cada día en más lugares. Del encuentro con el Santo Padre en privado nada ha trascendido. Solo sabemos que lleva meses preparando una encíclica y que en las redes sociales se han multiplicado las imágenes del Papa abrazando a personas de toda condición, raza, credo, nacionalidad, sexo y religión. 

Fuentes internas del Vaticano nos han asegurado que Francisco caminó largo trecho por los jardines apoyado en Eva María

Firmado Samuel, secretario del P. Umberto, secretaría pontificia para la lectura evangélica de la realidad actual. 

¡Última Hora!  Tras unas obras realizadas en terrenos de lo que fue en su día el Convento de San Francisco, quedaron al descubierto algunos restos arqueológicos del antiguo convento que fue derruido en los años 50.  Al parecer la zona corresponde a una parte del convento que quedó como escombrera, por lo que no se procedió a su derribo íntegro ya que esa zona se fue rellenando con los escombros con el objeto de nivelar el desnivel del terreno. Las nuevas obras dejaron al descubierto algunos elementos arquitectónicos que se han querido recuperar. En esos trabajos apareció una cámara, quizá “secreta” en la que se han encontrado varios objetos para el culto, entre ellos se  ha sacado a la luz un báculo de plata, pero que protege a su vez una vara de almendro en su interior. Esto se aprecia por un pequeño espacio sin cubrir a modo de ventana por la que se puede apreciar la madera. Se ha extraído una diminuta viruta de la madera con la intención de poder datar la época y procedencia de esa vara que ha sido cubierta por el báculo de plata. El trabajo de orfebrería podría fijarse en el siglo XVII según los expertos que han analizado el hallazgo.