Nombramiento inesperado en tierra de leyendas negras, periferia en las periferias José Fuerte Advíncula: nuevo cardenal, noveno purpurado filipino en la Iglesia
Capiz, una provincia en la parte central de las Islas Bisayas Occidentales, se encuentra en la periferia de la Iglesia filipina
La concesión del capelo cardenalicio a José Fuerte Advíncula, de 68 años, llena de gozo a la Iglesia bisaya, específicamente a los de habla capiznon
| Macario Ofilada Mina
Francisco no deja de sorprender. Y su nueva tanda de cardenales lo demuestra. Capiz (en Filipinas) fue creada diócesis en 1951. Se elevó en 1976 a archidiócesis gracias a la influencia del Cardenal Jaime Sin de Manila, ordenado sacerdote para Capiz. Con esta elevación el antiguo obispo, Mons. Antonio Frondosa, del cura Sin fue elevado a arzobispo.
Capiz, una provincia en la parte central de las Islas Bisayas Occidentales, se encuentra en la periferia de la Iglesia filipina. Pero el papa de las periferias ha colocado sobre ella los focos al darle su primer cardenal, el noveno purpurado filipino en la Iglesia.
Un nombramiento no esperado. Ya lo fue la elevación de Orlando Quevedo, amigo del papa, en 2014 ya fue una noticia bomba que hizo estremecer gozosamente la Iglesia filipina, sobre todo la mindanaoana (la diócesis de Quevedo se encuentra en la gran isla de Mindanao). Ahora la concesión del capelo cardenalicio a José Fuerte Advíncula, de 68 años, llena de gozo, esta vez a la iglesia bisaya, específicamente a los de habla capiznon.
Capiz, tierra de leyendas negras que dicen que sus habitantes son asuangues (seres maléficos que se comen a los fetos humanos todavía en el seno de sus madres, entre otras cosas) y de otros seres sobrenaturales malévolos de la mitología filipina y bisaya, ahora tiene a un hijo entre los príncipes de la Iglesia.
Capiz, como Galicia e incluso la Salamanca de antaño, conocida por las leyendas urbanas de reuniones de brujas, hechiceras y nigrománticas, se hace ahora punto de encuentro para la Iglesia romana y la bisaya. Tierra de diversas lenguas como el capiznon, kinaray-á, hiligaynon, aklanon, igbok e incluso el tagalo y el inglés, ha roto las fronteras eclesiales con sus lenguas esotéricas con su primer hijo que se revestirá de púrpura en el consistorio fijado para el 28.11.2020.
Capiz, que tiene fama por sus bellas conchas que adornan muchas ventanas en casas filipinas tradicionales, ahora abre nuevas ventanas, vistas, horizontes dentro de la gran Iglesia, con sus tradiciones y retos. Dichas conchas capiceñas reflejan los rayos del sol de manera fulgurosa de día. Ahora con Advíncula en el colegio cardenalicio, ha llegado el Orto a esta tierra bella en la isla legendaria de Panay.
Tradicionalmente, Cebú, la ciudad más antigua de Filipinas, es la sede cardenalicia. Otra vez, el papa ha preferido no premiar a su titular actual con el capelo cardinalicio. Francisco otra vez ha puesto la mirada en otra periferia. Ha subido su visión panóptica como Pastor Universal del sur de Mindanao (Quevedo) y ha mirado al centro de Filipinas, Bisayas, específicamente Capiz.
Hijo de Capiz, nacido el 30.03.1952 en el pueblo de Dumalag, Advíncula fue ordenado para la misma archidiócesis el 14.04.1976 por Mons. Frondosa. Nombrado obispo de San Carlos el 25.07.2001, recibió la consagración episcopal el 08.09.2001 de manos del entonces nuncio, Mons. Antonio Franco.
El papa Benedicto XVI lo nombró arzobispo de Capiz el 09.11.2011, sucediendo a Mons. Onénsimo Gordoncillo. No solo es purpurado sino que es también elector en un hipotético conclave. De momento, Filipinas cuenta con dos electores (Tagle de Propaganda Fide y, ahora, Advíncula de Capiz) aunque viven cuatro purpurados filipinos, Rosales y Quevedo, pero estos dos son ya eméritos por tener más de 80 años de edad.
Desde estas páginas, queremos hacerle llegar al nuevo cardenal filipino nuestros parabienes. Es el cardenal filipino surgido en tiempos de COVID-19 pero que seguramente hará que la Iglesia, específicamente su diócesis y región, salga adelante en medio de los retos pastorales, con las correspondientes tensiones socio-políticas.