Dos alemanes: Ratzinger y Sloterdijk Ángel Aznárez: "El escándalo del libro del Papa emérito planea sobre el Vaticano"
"Ya un efecto muy importante se ha producido: la desaparición del entorno del Papa Francisco de Monseñor Georg Gänswein, secretario particular del Pontífice emérito y Prefecto de la Casa Pontificia del Papa reinante"
"Sloterdijk repasa en su libro temas como la afirmación del mundo, la gnosis, la mejora del ser humano, el imperativo místico, la mortalidad"
"Sobre Jesús, Sloterdijk le recrimina a Juan que 'quien viene de lo absoluto no necesita ancestro barbudo alguno'"
"Sobre Jesús, Sloterdijk le recrimina a Juan que 'quien viene de lo absoluto no necesita ancestro barbudo alguno'"
| Ángel Aznárez, ex magistrado
“Los cristianos son muy cómodos. No quieren ser mártires, como tampoco quieren caer en combate los soldados. Occidente carece además de un sentido del martirio: el cristianismo moderno es una religión posheroica mientras que el Islam aún es heroico”. Peter Sloterdijk, entrevista en El País el 12 de abril de 2003.
En el archivo de Religión Digital están los artículos que publiqué, con atracción intelectual, sobre Benedicto XVI, y que, prácticamente, concluyeron la tarde del jueves 28 de febrero de 2013. Esa tarde el Papa se trasladó en helicóptero desde el Vaticano a la residencia veraniega o de descanso en Castel Gandolfo, dejando de ser Papa a las veinte horas. Ya en Castel Gandolfo, el Papa dijo: “Ahora sólo soy un peregrino”.
Fueron dignas de una superproducción espectacular de Hollywood – no un spaghetti western- las imágenes en las que se vio al helicóptero papal sobrevolando el Vaticano, destacándose lo de despedida definitiva. Las campanas vaticanas tocaban y no paraban, como en un baile majestuoso provocando a los vientos. Tales imágenes buscaban destacar la renuncia irrevocable y el apartamiento del Papa, con carácter definitivo, como dijimos, a sus funciones vicariales, de Vicarius Cristhi. ¿Fue así, visto lo visto hoy? También –dicho quede a modo de anécdota- el papa Francisco, por ahora, tuvo su imagen gloriosa y hollywoodiense: en la tarde del 27 de marzo de este mismo año con ocasión de la Bendición Urbi et Orbi con Custodia, estando vacía por causa de la pandemia la Plaza de San Pedro y que la imaginación, como excitada por película de aventuras, hacía repleta de fieles.
Aquel helicóptero o ingenio volador es actualmente recordado al producirse, ahora mismo, varios hechos: en primer lugar, el monumental escándalo de si el autor o autores del libro Desde lo más hondo de nuestros corazones son dos (el cardenal Sarah, contradictor destacado del actual Papa, y el Papa Emérito, Benedicto) o es uno (el cardenal Sarah). Ya un efecto muy importante se ha producido: la desaparición del entorno del Papa Francisco de Monseñor Georg Gänswein, secretario particular del Pontífice emérito y Prefecto de la Casa Pontificia del Papa reinante. Todo un detalle escandaloso y todo un dato muy revelador, lamentable, teniendo en cuenta la tradicional opacidad del mundo vaticano, el rango y la condición de las personas implicadas en la publicación del libro.
En segundo lugar, otro hecho ha sido la noticia de que el periodista alemán, Peter Seewald, autor de las preguntas de su conversación con Benedicto XVI, publicada en forma de libro en el año 2010, con el título Luz del Mundo, publicará próximamente una biografía del mismo Papa, titulada Mi vida.
Y en tercer lugar, por ser asunto entre alemanes (Sloterdijk y Ratzinger), se destaca la publicación en España, en este mismo año de 2020, del libro La herencia del Dios perdido del que es autor el filósofo alemán Peter Sloterdijk. Es un libro complejo, de lenta lectura. Se parte, no de la “ya sabida” muerte de Dios, sino de un ocaso de los dioses, por haberse agotado el “viejo entramado de dioses”; y por ser unos “dioses que no mueren sino que se desvanecen”.
En esa herencia del Dios perdido se comienza con las ideas de mortalidad humana e inmortalidad divina y se termina con la secularización dentro de las “Oportunidades en lo monstruoso”. En medio, entre el comienzo y el término, entre músicas y psicoanálisis, Sloterdijk repasa temas como la afirmación del mundo, la gnosis, la mejora del ser humano, el imperativo místico y, en el apartado 5, analiza a Cristo como “el bastardo de Dios: la cesura-Jesús”, considerando el relato evangélico sobre la generación de Cristo como el mayor ataque contra el vigente orden patriarcal.
Tal apartado 5 se encabeza con la siguiente frase de Christopher Marlowe, sin duda desmesurada, inaceptable e insultante para muchos creyentes católicos, que, a su vez, descalifican al “filosófico” libro: "Christ was a bastard and his mother dishonest”. Ya podrá deducir el lector/lectora el contenido de ese apartado 5, sobre el nacimiento de Jesús, que es completamente diferente a lo escrito por otro alemán, el Papa Benedicto XVI en su libro La infancia de Jesús, publicado en el año 2012.
El entonces Papa, hoy emérito, bávaro, en su libro, en referencia al evangelista griego Juan, dice en la página 17: “Mientras que Mateo da a su genealogía una clara estructura teológico-simbólica con tres series de catorce generaciones, Lucas presenta sus 76 nombres sin ninguna articulación reconocible externamente. No obstante, también en ella se puede percibir una estructura simbólica del tiempo histórico”. Sloterdijk, de Karlsruhe, en la página 155, en referencia al evangelista Juan, escribe: “No se pueden rechazar de forma más decidida las ficciones patriarcales de legitimidad de los inventores de árboles genealógicos. Quien viene de lo absoluto no necesita ancestro barbudo alguno procedente de las tiendas de los patriarcas”.
Sloterdijk escribe de las que llama “irregularidades genealógicas”, que acompañaron a la persona de Jesús, de las “huellas de las anomalías de su origen, desde la misteriosa anunciación del Ángel, que da indicios de un método alternativo de concepción”, del “afecto antifamiliar que manifestó el predicador Jesús”, de la “llamada patropoesía o lirismo paterno” y del antifamiliarismo jesuánico, todo ello, desde la página 138 a la 162, para concluir así: “En cualquier lugar puede escuchar un ser humano, saliendo del agua, una voz de arriba que le dice que es su hijo querido, en el que él mismo, el Altísimo, se complace”.
Ratzinger escribió en su libro de 2010, con citas de los evangelistas Mateo, Lucas y Juan, sobre el nacimiento de Jesús real y realmente de la Virgen María por obra del Espíritu Santo, “que vale también ahora para nosotros: nuestra verdadera genealogía es la fe en Jesús”.
Anteriormente, en el año 2000, el 6 de agosto, en la Declaración Dominus Iesus, de la Congregación para la Doctrina de la Fe, presidida por el entonces cardenal Ratzinger, “Sobre la Unicidad y universalidad salvífica de Jesucristo y de la Iglesia”, se escribió lo siguiente:
“Debe ser, en efecto, firmemente creída la doctrina de fe que proclama que Jesús de Nazaret, hijo de María, y solamente él, es el Hijo y Verbo del Padre. El Verbo, que « estaba en el principio con Dios » (Jn 1,2), es el mismo que « se hizo carne » (Jn 1,14). En Jesús « el Cristo, el Hijo de Dios vivo » (Mt 16,16) « reside toda la Plenitud de la Divinidad corporalmente » (Col 2,9). Él es « el Hijo único, que está en el seno del Padre » (Jn 1,18), el « Hijo de su amor, en quien tenemos la redención [...]. Dios tuvo a bien hacer residir en él toda la plenitud, y reconciliar con él y para él todas las cosas, pacificando, mediante la sangre de su cruz, lo que hay en la tierra y en los cielos » (Col 1,13-14.19-20)”.
Una declaración vaticana que se hizo célebre por las protestas que levantó su radical planteamiento sobre la Religión Católica en cuanto verdadera religión: el diálogo interreligioso se resintió.
Y todo lo que antecede, lo escribimos a modo de lamento por las críticas tan parciales que se hicieron -aún hace poco- al publicarse el texto filosófico en lengua castellana.