"En estas elecciones, escuchar esta voz del Papa y aportar nuestro granito de arena para un Ecuador mejor" Elecciones: el papa Francisco y la política
En este tiempo de elecciones en Ecuador, es bueno para los cristianos recordar unas orientaciones del papa Francisco que nos ayuda a regresar a las fuentes de nuestra fe, es decir, el testimonio de Jesús y la práctica de las primeras Comunidades cristianas
| Pedro Pierre
En este tiempo de elecciones en Ecuador, es bueno para los cristianos recordar unas orientaciones del papa Francisco que nos ayuda a regresar a las fuentes de nuestra fe, es decir, el testimonio de Jesús y la práctica de las primeras Comunidades cristianas. Su primera carta encíclica de 2013, “La alegría del Evangelio” tiene, por un parte, fuertes condenas a sistema neoliberal que nos organiza y, por otra, hace llamados a los cristianos a sustituirlo. Podemos recordar ‘los 4 NO’ del Papa: “¡No a una economía de exclusión!” porque “la economía mata y Dios dijo ‘No matarás’”; “¡No a la idolatría del dinero!” porque se trata de “la dictadura de la economía”; “¡No a un dinero que domina en lugar de servir!”, porque se trata de un “rechazo de la ética y el rechazo a Dios”; “¡No a la inequidad que genera violencia!”, porque la violencia de los ricos y de un sistema injusto está al origen de la violencia de los pobres. Luego el Papa retoma una frase del papa Benedicto XVI: “la Iglesia ni puede ni debe quedar al margen en la lucha por la justicia” e insta a todos los cristianos, pero también a los sacerdotes, a preocuparse por la construcción de un mundo mejor.
Otra de las intervenciones del papa Francisco que llama la atención es su ‘Mensaje por la paz’ del 1 de enero de 2019, donde nos habla de la importancia del compromiso político. El tema era: “La buena política al servicio de la paz”. El Papa afirma que “la política es un vehículo fundamental para edificar la ciudadanía y la actividad del hombre, pero cuando aquellos que se dedican a ella no la viven como un servicio a la comunidad humana, puede convertirse en un instrumento de opresión, marginación e incluso de destrucción”. Creo que en Ecuador hemos llegado a esta “opresión, marginación e incluso de destrucción”.
¿Qué remedios nos propone el papa Francisco? Primero nos habla de la importancia de la política y de la necesidad de implicarnos en ella: “Dice Jesús: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos». Como subrayaba el Papa san Pablo VI, «tomar en serio la política en sus diversos niveles -local, regional, nacional y mundial- es afirmar el deber de cada persona, de toda persona, de conocer cuál es el contenido y el valor de la opción que se le presenta y según la cual se busca realizar colectivamente el bien de la ciudad, de la nación, de la humanidad». En efecto, la función y la responsabilidad política constituyen un desafío permanente para todos los que reciben el mandato de servir a su país, de proteger a cuantos viven en él y de trabajar a fin de crear las condiciones para un futuro digno y justo. La política, si se lleva a cabo en el respeto fundamental de la vida, la libertad y la dignidad de las personas, puede convertirse verdaderamente en una forma eminente de la caridad.”
La política, según el Papa, es “el compromiso por el bien común… Es un programa con el que pueden estar de acuerdo todos los políticos, de cualquier procedencia cultural o religiosa, que deseen trabajar juntos por el bien de la familia humana, practicando aquellas virtudes humanas que son la base de una buena acción política: la justicia, la equidad, el respeto mutuo, la sinceridad, la honestidad, la fidelidad… A este respecto, merece la pena recordar las ‘bienaventuranzas del político’: Bienaventurado el político que tiene una alta consideración y una profunda conciencia de su papel. Bienaventurado el político cuya persona refleja credibilidad. Bienaventurado el político que trabaja por el bien común y no por su propio interés. Bienaventurado el político que permanece fielmente coherente. Bienaventurado el político que realiza la unidad. Bienaventurado el político que está comprometido en llevar a cabo un cambio radical. Bienaventurado el político que sabe escuchar. Bienaventurado el político que no tiene miedo.”
"Cuando el ejercicio del poder político apunta únicamente a proteger los intereses de ciertos individuos privilegiados, el futuro está en peligro y los jóvenes pueden sentirse tentados por la desconfianza"
Después de enumera los vicios de la mala política, el Papa habla también de “la buena política (que) promueve la participación de los jóvenes y la confianza en el otro. Cuando el ejercicio del poder político apunta únicamente a proteger los intereses de ciertos individuos privilegiados, el futuro está en peligro y los jóvenes pueden sentirse tentados por la desconfianza, porque se ven condenados a quedar al margen de la sociedad, sin la posibilidad de participar en un proyecto para el futuro… Cada uno puede aportar su propia piedra para la construcción de la casa común. La auténtica vida política, fundada en el derecho y en un diálogo leal entre los protagonistas, se renueva con la convicción de que cada mujer, cada hombre y cada generación encierran en sí mismos una promesa que puede liberar nuevas energías relacionales, intelectuales, culturales y espirituales.”
Termina el papa su mensaje con la invitación a “recurrir siempre al espíritu del Magníficat que María canta en nombre de todos los hombres: «El Todopoderoso hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes»”.
Tierra, Techo, Trabajo
Sobre este compromiso político de la fe, también podemos recordar el mensaje del papa en Bolivia, en 2015, cuando se encontró con las Organizaciones populares: “Hablamos de la necesidad de un cambio, un cambio de estructuras, para que la vida sea digna… La política está fundamentalmente en manos de los pueblos… Las «3-T»: Tierra, Techo y Trabajo para todos son un proyecto-puente de los pueblos. ¡Rebélense contra la tiranía del dinero! ¡Sean solidarios! ¡Revitalicen la democracia! ¡Sean austeros! ¡Huyan de la corrupción!”. El papa retoma esta misma temática en 2016, cuando califica al sistema capitalista de “terrorista” … que debe ser “cambiado”.
Las palabras de Papa son un desafío para los cristianos y para ‘los hombres y mujeres de buena voluntad’. ¡Sepamos, en estas elecciones, escuchar esta voz del Papa y aportar nuestro granito de arena para un Ecuador mejor!
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