"Le llegaron informes equivocados a la Santa" La Gran Capitana, en una carta dura de Santa Teresa de Jesús

Ana de Jesús
Ana de Jesús

"Se llevo a cabo la fundación de Granada el 20.01.1582. La M. Ana sustituyó a la Santa en este acto. Todo se hizo gracias a la generosidad de la piadosísima Dª Ana de Peñalosa Mercado. Pero le llegaron informes equivocados a la Santa que los fundadores de Granada, a saber, fray Juan (a la sazón prior del Convento de los Mártires de Granada), la Madre Ana y la superiora María de Cristo abusaron de la generosidad de la señora de Peñalosa. De ahí la terrible carta de la Santa fechada el 30.05.1582 en el frío y la lejanía de Burgos"

"Ahí está el secreto de todos los místicos. ¡El amor! Más allá de la beatería y culto que conlleva la beatificación, es preciso estudiar este conocimiento gustoso y amoroso vivido por la neobeata plasmado en sus escritos. Es esta mi invitación a los lectores recordándoles lo que dejó consignado el Doctor Mistico en otro lugar: ‘¡A la tarde te examinarán en el amor!’"

Los honores del altar le han llegado tardísimo a la Beata Ana de Jesús Lobera (25.11.1545, Medina de Campo – 03.04.1621 Bruselas). De verdad, hay santas que tienen la fama, como santa Teresa de Jesús y san Juan de la Cruz, y otras (u otros) que no la tienen pero que son semillas en el surco que silenciosamente y, a oscuras, pasan por noches oscuras iluminadoras, iluminando a los demás con su silencio, discreción y entrega. Mas las verdades no pueden quedarse ocultas para siempre. Siempre ha sido una santa pero la gran Iglesia ha tardado en reconocérsela. La santidad es algo que la neobeata había poseído en vida. Denominada la ‘capitana de las prioras’ la calle donde se halla el convento granadino que gobernó a partir de 1584.

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Era Ana uno de los puntales de la reforma de santa Teresa. De hecho, siendo aún novicia acompañó a la Santa a la fundación de la Santa. Conoció a san Juan de la Cruz en Mancera de Abajo durante aquel mismo viaje. Bien se sabe que la Santa le regaló a Ana su capa blanca, pero es con fray Juan la persona con quien más sintonizó. De hecho, fue la destinataria del Cántico Espiritual, la obra más mimada por el Santo Doctor.

En dicha obra, el maestro incomparable de la teología mística alabó a la monja, a quien dedicó su obra maestra como avezada en la teología mística. Puede percibirse cierta ironía en esta dedicatoria que va dirigida tal vez a los doctos teólogos académicos de los mundos universitarios conocidos por el autor: Salamanca, Alcalá de Henares y Baeza. Es una demostración pública de aprecio, respeto e incluso veneración, casi una canonización o declaración de doctorado místico por el Doctor Místico que ni siquiera se bachilleró en teología. Esta muestra inusitada de afecto de parte de fray Juan también tardó en llegar a los tórculos, debido a varios avatares históricos, entre ellos el temor a la inquisición, pero que sí se sabía ya al menos en círculos carmelitanos por la cantidad de códices y copias de dicha obra.

San Juan De la Cruz
San Juan De la Cruz RRSS

Ana es la mejor amiga del Santo, exceptuando a su fiel secretario fray Juan Evangelista y, entre los seglares, a Dª Ana de Peñalosa, a quien la obra cimera sanjuanista Llama de Amor Viva fue dedicada. Cántico y Llama acompañaron al autor hasta el final de sus días, como demuestran las dos redacciones de estas obras. La amistad de Ana fue íntima, pulcra, limpia y que llegó a niveles de hondura humana. La que tenía el Santo con la Santa de Ávila fue más bien desde la comunión y participación en los mismos ideales divinos contextualizados en la historia por aquella reforma que tantos quebraderos de cabeza les proporcionó a los dos más grandes místicos de la tradición cristiana.

Lo que yo quiero destacar en este breve ensayo es cómo figuran tanto la M. Ana como el P. Juan en una de las piezas epistolarias de la M. Teresa. Esta no aceptó la invitación de fray Juan, mandado bajo precepto por el superior de este en Andalucía de traer al sur de España a la Santa Madre para la fundación de Granada en 1581. La Santa, ya mortalmente enferma en Ávila, tenía apalabrada otra fundación, la de Burgos, con el Provincial, el P. Jerónimo Gracián OCD, el verdadero mejor amigo de la Santa en lo humano y en lo divino, exceptuando a su compañera y enferma, la ahora beata Ana de San Bartolomé. La Santa salió de Ávila para Burgos el 02.02.1582 y fundó en la Ciudad del Arlanzón el 19 de abril. En esta misma ciudad, la abandonó para siempre su mejor amigo, del que llegó a cansarse como se confesó en una carta amarga. Fue el comienzo, propiamente dicho, de su vía crucis personal que culminó en Alba de Tormes, la noche de San Francisco de 1582.

Santa Teresa y las carmelitas de Ávila
Santa Teresa y las carmelitas de Ávila Carmelitas

Se llevo a cabo la fundación de Granada el 20.01.1582. La M. Ana sustituyó a la Santa en este acto. Todo se hizo gracias a la generosidad de la piadosísima Dª Ana de Peñalosa Mercado. Pero le llegaron informes equivocados a la Santa de que los fundadores de Granada, a saber, fray Juan (a la sazón prior del Convento de los Mártires de Granada), la Madre Ana y la superiora María de Cristo abusaron de la generosidad de la señora de Peñalosa. De ahí la terrible carta de la Santa fechada el 30.05.1582 en el frío y la lejanía de Burgos.

Durísima misiva

En esta misiva durísima, en que también hace constar de su gratitud a los bienhechores de Granada, santa Teresa escribe que le hizo gracia ‘la baraúnda que tienen de quejarse de nuestro padre provincial’ (Gracián su preferido). Tachó de indiscreción lo que´hace vuestra reverencia (Ana) a esos señores (la familia de los Peñalosa)’. 'Ello se erró desde el principio’: he aquí el juicio duro, sin pelos en la lengua de la madre Teresa acerca de la gestión de la fundación granadina.

Recalca la necesidad de consultar y obedecer a los superiores. En esto falló la 'Capitana de las prioras'. Pero esta pieza epistolar no es solo para ‘vuestra reverencia (Ana)’, sino también para ‘esas madres y al padre fray Juan’. Insistió en ello en la posdata con estas palabras: ‘Esta de vuestra reverencia que la lea la madre superiora (María de Cristo) y sus dos compañeras y el padre fray Juan de la Cruz, que no tengo cabeza para escribir más’.

Claramente estaba cansada la Santa. Los santos son humanos, se cansan. Pero a raíz de este supuesto ‘abuso’ de la hospitalidad de doña Ana a los fundadores, empezó y floreció una gran amistad mística con el Doctor Místico, cuya plasmación fue, como queda dicho, la dedicatoria a esta gran bienhechora seglar de Llama de Amor Viva y a quien dio el mismo Doctor la dura consigna de ‘nada, nada, nada y hasta en el monte nada’.  Seguramente, bajo este gran Doctor llegó la bienhechora, cuya hospitalidad fue generosa por no decir excesiva, a los cotos místicos más altos.

La carmelita descalza Ana de Jesús
La carmelita descalza Ana de Jesús

Asimismo la beata Ana alcanzó estos mismos cotos. ¡Con un maestro incomparable! Los historiadores están de acuerdo en que la Santa estaba equivocada en su apreciación de la gestión de la fundación granadina. También los santos se equivocan. Hay que alabar el humanismo de la Santa Madre: consideración hacia los bienhechores, el trato fino y respetuoso hacia los seglares. Con el meollo del ideal divino en la reforma siempre a la vista. Con este meollo siendo el eje de toda la actuación de los santos fundadores y reformadores. Es este el meollo de su actitud demostrada en esta carta que a pesar del lenguaje y tono duro ciertamente tiene su encanto.

En el campo de la santidad, no todos estamos de acuerdo, como dejan patente tanto esta carta como el historial de las amistades de los santos místicos carmelitanos, entre cuyas filas hemos de incluir a la Beata Ana de San Bartolomé, la fiel enfermera, a la neobeata Ana de Jesús Lobera, e incluso el P. Jerónimo Gracián, quien también merece el honor de los altares y que murió vilipendiado por los hijos de su mejor amigo hasta ser rehabilitado póstumamente en 1991 por el Carmelo Descalzo que le había expulsado ya muerta su madre y amiga, santa Teresa de Jesús.  A esta luz, pienso que también la bienhechora de Granada, quien fue responsable por el traslado del cuerpo de fray Juan a Segovia, también merece ser contada entre las filas ilustres de los santos carmelitas.

Beatificación de Ana de Jesus en Bruselas
Beatificación de Ana de Jesus en Bruselas Vatican Media

Pero con motivo de la beatificación presidida por el mismo papa Francisco, cabe destacar la compenetración en lo divino y lo humano de san Juan de la Cruz y la beata Ana de Jesús (Lobera). Él la declaró en el prólogo de su Cántico como persona ‘a la cual nuestro Señor ha hecho merced de haberle sacado de esos principios y llevándole más adentro al seno de su amor divino… aunque a V.R. (Vuestra Reverencia o Ana) le falte el ejercicio de teología escolástica con que se entienden las verdades divinas, no le falta de la mística, que se sabe por amor, en que no solamente se saben, mas juntamente se gustan’.

Ahí está el secreto de todos los místicos. ¡El amor! Más allá de la beatería y culto que conlleva la beatificación, es preciso estudiar este conocimiento gustoso y amoroso vivido por la neobeata plasmado en sus escritos. Es esta mi invitación a los lectores recordándoles lo que dejó consignado el Doctor Mistico en otro lugar: ‘¡A la tarde te examinarán en el amor!’.

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