Homenaje al teólogo el sábado 25 de enero, en el centro San Carlos Borromeo (Madrid) Gustavo Gutiérrez: memoria y liberación
Diversos colectivos de base han organizado un homenaje al filósofo y teólogo, Gustavo Gutiérrez, uno de los precursores de la Teología de la Liberación
Se hará una aproximación a los principales vectores de esta corriente teológica: que lxs empobrecidxs sean gestores de su propio destino, su imbricación con los referentes culturales y políticos de los pueblos originarios y su denuncia de la injusticia social
Se retransmitirá y se conectará con distintos lugares de Abya Yala, entre ellos con el Instituto Bartolomé de las Casas, uno de los símbolos de resistencia y nueva generatividad de la Teología de la Liberación hoy
El 25 de enero, a las 17.00 (hora península ibérica). Lugar: San Carlos Borromeo.
c/ Peironcely 2 (Madrid). Cercanías: Asamblea/Entrevías
Se retransmitirá y se conectará con distintos lugares de Abya Yala, entre ellos con el Instituto Bartolomé de las Casas, uno de los símbolos de resistencia y nueva generatividad de la Teología de la Liberación hoy
El 25 de enero, a las 17.00 (hora península ibérica). Lugar: San Carlos Borromeo.
c/ Peironcely 2 (Madrid). Cercanías: Asamblea/Entrevías
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| Pepe Mejía, Evaristo Villar y Pepa Torres*
(Fundación Espacio Público).- Gustavo Gutiérrez (Lima, 8 de junio de 1928-22 de octubre de 2024), filósofo y teólogo peruano, es el inspirador de la Teología de la Liberación, una de las corrientes más influyentes en el siglo XX.
El padre Gutiérrez, premio Príncipe de Asturias 2003 de Comunicación y Humanidades, es una figura clave en la conciliación de la fe cristiana y el compromiso con la justicia social. Desde la situación de los y las empobrecidas -en un contexto de capitalismo dependiente y violencia institucionalizada- le nace la conciencia clara de que la pobreza y sus causas son inaceptables.
La Teología de la Liberación, que parte de una crítica a la herencia colonial, remueve los cimientos de la sociedad consumista e individualista que ha generado el modelo neoliberal, la neocolonización, lo cual incomoda a los poderosos. Explica la Teoría de la Dependencia para entender mejor las desigualdades que existen a escala mundial. Critica a los nuevos faraones, césares y Herodes. La riqueza, el mercado, la seguridad nacional, el Estado, la fuerza militar y ese cristianismo occidental que avala a los poderosos.
Sus inicios
Recordemos que la Teología de la Liberación surge en América Latina en las décadas de 1960-70, en un contexto de marcada desigualdad económica y social.
La región enfrentaba altos niveles de pobreza y explotación, con gran parte de la riqueza concentrada en manos de élites y controlada por multinacionales extranjeras, especialmente en sectores como minería y agricultura. Políticamente, muchos países estaban gobernados por dictaduras militares respaldadas por Estados Unidos en el marco de la “guerra fría”, con el objetivo de frenar el avance del comunismo.
Las dictaduras reprimieron los movimientos populares y luchas sociales, creando un clima de violencia y opresión. Religiosamente, la Iglesia Católica, bajo el liderazgo de Juan Pablo II y el cardenal Ratzinger, buscaba una restauración doctrinal conservadora frente a las interpretaciones progresistas y comprometidas socialmente del Concilio Vaticano II. Este ambiente crítico impulsó a teólogos como Gustavo Gutiérrez a desarrollar una teología que respondiera a las necesidades de lxs empobrecidxs, articulando la fe cristiana con la lucha por la justicia social y la liberación.
Para Gustavo Gutiérrez la pobreza no es una fatalidad sino una injusticia
Para Gustavo Gutiérrez la pobreza no es una fatalidad sino una injusticia. «La pobreza es para la Biblia un estado escandaloso que atenta contra la dignidad humana y, por consiguiente, contrario a la voluntad de Dios».
Por otro lado, la Teología de la Liberación reivindica la experiencia de las Comunidades Eclesiales de Base como fermento de esa construcción colectiva, comunitaria, dispuesta a la acción social. Su trabajo ha sido fundamental para conectar la fe con la lucha por la justicia social y los derechos humanos. Aunque no lo cite directamente, en el pensamiento del filósofo Karl Jasper, Gustavo Gutiérrez ha sido “uno de los hombres decisivos de la humanidad”.
En las Comunidades Eclesiales de Base, que son los nudos de imbricación con el pueblo, aprendemos y desarrollamos el valor de la madre tierra que nos regala la planta símbolo de esperanza, resistencia, belleza y alegría. Nos ejercita en las luchas comunitarias frente a la deforestación, las guerras, el individualismo, el odio al extranjerx, al empobrecidx, al expolio de los pueblos, a las necropolíticas de fronteras, a los genocidios como Gaza.
Pero también nos sumerge en el humanismo más activo. Acuerpándonos, acompañándonos, sonriendo y amándonos. La sensibilidad a flor de piel.
La Teología de la Liberación sigue vigente
Para Gutiérrez, esta corriente propone una nueva lectura del Evangelio, que sigue la estela del Concilio Vaticano II realizado entre 1962 y 1965, así como la Conferencia Episcopal celebrada en Medellín en 1968.
En los últimos 50 años, la Teología de la Liberación ha evolucionado para abordar nuevas formas de opresión y realidades enriqueciéndose con las aportaciones de la teología feminista, denunciando las prácticas sexistas y el patriarcado tanto en la sociedad como en la Iglesia, y defendiendo los derechos y la dignidad de las mujeres. También ha asumido una dimensión ecológica, inspirada por él ecocidio y el clamor por la «liberación de la tierra», promoviendo una espiritualidad de cuidado y sostenibilidad. La lucha de los pueblos originarios ha ganado la centralidad, integrando sus cosmovisiones y resistencias frente al extractivismo y la pérdida de territorios.
Por otro lado, la Teología de la Liberación se ha enfocado en los derechos de las personas migrantes y refugiadxs, enfatizando la hospitalidad y justicia frente a las políticas de exclusión y las nuevas formas de esclavitud y colonización.
La Teología de la Liberación se ha diversificado abordando la interseccionalidad de las opresiones y la decolonialidad, profundizando en el diálogo interreligioso y adaptándose a los desafíos globales como la inteligencia artificial, la globalización y las desigualdades tecnológicas, manteniendo su compromiso con lxs más vulnerables.
Una corriente teológica que no solo interpreta el mundo, sino que apuesta por transformarlo
Una corriente teológica que no solo interpreta el mundo, sino que apuesta por transformarlo, porque como señaló Gustavo Gutiérrez: A Dios, en primer lugar, se le contempla al mismo tiempo que se pone en práctica su voluntad, su Reino, solamente después se le piensa (…) Contemplar y practicar es en conjunto un acto primero, hacer teología es un acto segundo (1986).
La Teología de la Liberación es una propuesta de vida, abierta, que facilita el diálogo en confianza con cualquier otra propuesta, fuera esta mundana, como el existencialismo, el marxismo, el liberalismo, o fuera religiosa.
Michael Löwy, sociólogo y filósofo marxista franco-brasileño, sostiene que «el cristianismo de liberación ha sembrado una semilla en el caldo de cultivo de la cultura política y religiosa latinoamericana, que seguirá creciendo y floreciendo en las próximas décadas, y que aún depara muchas sorpresas». En su rechazo de un statu quo inaceptable y en su militancia paciente y reflexiva al lado de lxs oprimidxs, la Teología de la Liberación tiene aún una importante contribución que hacer” no solo en los sures, sino también desde el clamor de las periferias del Norte global.
Mientras haya empobrecidxs habrá Teología de la Liberación, hasta que todas las vidas importen.
Diversos colectivos de base están organizando un homenaje al filósofo y teólogo, Gustavo Gutiérrez, uno de los precursores de la Teología de la Liberación. Una de las corrientes más influyentes en el siglo XX y en plena vigencia. Se hará una aproximación a los principales vectores de esta corriente teológica: que lxs empobrecidxs sean gestores de su propio destino, su imbricación con los referentes culturales y políticos de los pueblos originarios y su denuncia de la injusticia social.
Se retransmitirá y se conectará con distintos lugares de Abya Yala, entre ellos con el Instituto Bartolomé de las Casas, uno de los símbolos de resistencia y nueva generatividad de la Teología de la Liberación hoy.
* Periodista, miembro del Colectivo Peruanxs en Madrid; teólogo, miembro de Redes Cristianas; teóloga, miembro de La Revuelta de las Mujeres en la Iglesia
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Gustavo Gutiérrez: memoria y liberación
Día: Sábado 25 de enero
Hora: 17.00 (hora península ibérica)
Lugar: San Carlos Borromeo.
c/Peironcely 2. Cercanías: Asamblea/Entrevías
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