Joven economista de Extremadura, ante la llamada del Papa Ismael Pérez: "Mis antepasados han sido agricultores y ganaderos. Por ellos quiero contribuir a la comunidad con mis estudios"
"Con la ‘Economía de Francisco’, tomando como ejemplo a Francisco de Asís, referente de la atención a los últimos y de la ecología integral, el Papa hacía realidad las encíclicas Laudato Si y Christus Vivit"
"Queremos construir un nuevo modelo de producción sostenible, donde la palabra desarrollo se redefina y genere nuevas oportunidades sin destruir nuestro entorno"
"Me apunté sin pensarlo en la aldea de Agricultura y Justicia. Mi sorpresa fue tal que me admitieron y no solo eso: me propusieron la responsabilidad de coordinar la investigación de ese área"
"Me apunté sin pensarlo en la aldea de Agricultura y Justicia. Mi sorpresa fue tal que me admitieron y no solo eso: me propusieron la responsabilidad de coordinar la investigación de ese área"
| Ismael Pérez
El 1 de mayo de 2019 el Papa Francisco hacía un llamamiento a la juventud mundial para generar comunidad en torno a una economía humana, donde en el centro esté la vida. Llamaba a que los jóvenes nos juntáramos en torno a la ‘Economía de Francisco’, tomando como ejemplo a Francisco de Asís, referente de la atención a los últimos y de la ecología integral. De esta manera el Papa hacía realidad las encíclicas Laudato Si y Christus Vivit. La primera orientada al cuidado de la casa común, y la segunda haciendo un llamamiento a la implicación de la juventud hoy en día.
Desde entonces jóvenes de todo el mundo hemos ido tomando contacto y creando una red de lazos orientados a poner nuestro conocimiento y trabajo alrededor de una economía orientada a los últimos y a construir un nuevo modelo de producción sostenible, donde la palabra desarrollo se redefina y genere nuevas oportunidades sin destruir nuestro entorno.
La proposición de participar en este evento -sin precedentes y transformador- me vino como si fuese un tesoro escondido que necesitaba ser encontrado y hecho fértil a través de mí (Mt, 13:44). Fue a través de la llamada de un compañero de la Juventud Estudiante Católica (JEC) como un llamamiento a aprender, donde yo, un joven estudiante de doctorado, pretendía crear lazos con personas preocupadas por los mismos problemas que yo. De esta manera y con la ilusión de una persona que encuentra un espacio nuevo donde poder crecer, me apunté sin pensarlo en la aldea (village lo llaman) de Agricultura y Justicia. Mi sorpresa fue tal que me admitieron y no solo eso, sino que me propusieron una responsabilidad en esa área: la de coordinar la investigación del área.
¿Por qué elegí la aldea de Agricultura y Justicia? Para poder entender por qué elegí el área de Agricultura y Justicia me gustaría contextualizar mi situación personal. Vengo de un pequeño pueblo de Extremadura llamado Valdefuentes. Mis antepasados han sido agricultores y ganaderos y por eso siempre he sentido un gran vínculo con las actividades agrícolas y ganaderas.
En el primer año de mi carrera universitaria, en 2012, comencé a participar en la JEC. Aquí nos caracterizamos por ser jóvenes que lideran un movimiento, por ser estudiantes, lo que significa pasar por la universidad, liderar cambios y promover el pensamiento crítico y por ser católicos, esto es, seguir el ejemplo de Jesús en nuestra vida diaria.
Una de las herramientas que tenemos para transformar nuestra realidad son las campañas anuales (las hemos hecho de diálogo interreligioso, género, o el sentido del estudio). Cada año entre los militantes elegimos un tema para trabajar con la pedagogía de la acción católica (ver, juzgar y actuar). En 2017 optamos por trabajar la ecología integral como tema de la campaña. Lo hicimos a través de Laudato Si, la encíclica que escribió el Papa Francisco sobre 'El cuidado de la casa común'. A partir de ahí mi visión de la realidad se transformó y entendí que mis estudios no debían quedarse en mero papeleo para conseguir un trabajo. Eso es lo que me llevó a comenzar a trabajar en un campo relacionado con la economía, para que mis estudios siguieran un camino de contribución a la comunidad. Además, con el texto de Laudato Si, fue creciendo mi motivación para enfocarme en las actividades esenciales de la economía como la agricultura y la ganadería.
Después de cursar el máster de educación en economía tuve la oportunidad y la suerte de iniciar el trabajo de la tesis doctoral sobre 'cómo afecta el cambio climático a la ganadería extensiva'. No podría ser mejor tema para aportar a la comunidad que el de unir en este aporte dos campos tan complejos pero que a la vez nos hacen entender que todo está unido y que todo nace del cuidado de un común.
Por eso, dada la inmensa oportunidad que se me ha brindado nuevamente de poder compartir con otros colegas sus inquietudes para promover el cuidado de lo común, elegí el tema de la agricultura.
Por otro lado, el tema de la justicia tiene mucha conexión con lo básico que debe tener una sociedad para generar una unión de todas las personas y seres vivos que componen el mundo. Aludiendo al Papa Francisco en el Laudato Si: '36. "El cuidado de los ecosistemas supone una mirada que vaya más allá de lo inmediato, porque cuando sólo se busca un rédito económico rápido y fácil, a nadie le interesa realmente su preservación. Pero el costo de los daños que se ocasionan por el descuido egoísta es muchísimo más alto que el beneficio económico que se pueda obtener. En el caso de la pérdida o el daño grave de algunas especies, estamos hablando de valores que exceden todo cálculo. Por eso, podemos ser testigos mudos de gravísimas inequidades cuando se pretende obtener importantes beneficios haciendo pagar al resto de la humanidad, presente y futura, los altísimos costos de la degradación ambiental”. En este contexto, elegir esta área fue sencillo por la importancia que tienen ambos temas para mí.
¿Qué están experimentando los participantes?
Desde el inicio de esta hermosa aventura en la aldea de Agricultura y la Justicia, las sensaciones que he percibido de los participantes han sido muy buenas. La aldea es un espacio en el que diversas personas que se están iniciando en el mundo de la investigación o en el mundo empresarial pueden compartir temas en torno a Justicia y Agricultura para debatirlos y construir un mundo mejor. Desde esta enriquecedora situación, todos los participantes hemos podido aportar nuestro grano, mientras crecemos con los aportes de otros.
Por otro lado, he tenido el placer de ser corresponsable (junto con otros dos compañeros) del área de investigación. A partir de esa situación he podido constatar que a muchas personas alrededor del mundo nos preocupan temas como: (1) inclusión social desde la agricultura. La agricultura es el nexo para que no se pierdan muchas zonas rurales, para que se promueva la igualdad de género o para que muchas personas no mueran de hambre cada año (según la FAO, una de cada nueve personas en el mundo muere de hambre), siendo la agricultura una actividad imprescindible que, si bien le da dignidad a la persona dándole trabajo, es fundamental para la supervivencia de la humanidad. Por ello en esta aldea la agricultura sostenible se concibe como algo imprescindible para el desarrollo social de la persona y para tener un mundo mejor.
(2) La importancia de la crisis climática para la agricultura. Como ya dije, mi tesis trata sobre este problema, y a lo largo de este primer año de estudio he podido darme cuenta de lo importante que es el cambio climático para la supervivencia de una actividad tan importante para el mundo como la agricultura y la ganadería. Si las actividades producidas por el ser humano siguen la tendencia actual, habrá cada vez más desastres meteorológicos (inundaciones, sequías, ...), por lo tanto, menor capacidad productiva del sector primario. Por eso desde el área de investigación de la aldea existe un grupo de personas capaces de estudiar estos temas y generar respuestas a los problemas que afectan a tantas personas en el mundo.
(3) Finalmente, en los últimos años se han producido muchos cambios en este sector de la economía que hacen que los bienes que consumimos sean más sostenibles y mejores para nuestra salud. Esto es gracias a las innovaciones y políticas agrícolas y ganaderas que fomentan estos cambios. Por tanto, hay un grupo de personas que están estudiando agricultura 4.0, empleo en la agricultura y otros temas porque, a pesar de ser personas de diferentes partes del mundo, tienen problemas que son muy similares a nosotros.
Como se puede observar, la experiencia que tengo de participar en esta aldea de Agricultura y Justicia es que hay muchas personas en todo el mundo que, desde su día a día, son capaces de ser referentes para el cambio del mundo y hacer de esta casa un mejor lugar para vivir. Esto es algo que da esperanza, ya que ves el rostro de Dios en el rostro de cada persona que aparece con entusiasmo en una reunión en un día cualquiera de la semana.
¿Cuál es tu llamada interior?
Esta última pregunta es quizás la más complicada a la par que importante, pero creo que poco a poco en las preguntas anteriores las he ido respondiendo. A lo largo de mi vida he visto a Dios con otros ojos: los ojos de un maestro, un compañero de clase, un amigo, un compañero de asociación, o incluso un rostro anónimo en la calle. Estos rostros me han ido guiando y siempre me he conocido como una persona acompañada, y me siento afortunada por ello.
Tener la oportunidad de pertenecer al grupo de jóvenes que irán al evento de Economía de Francisco lo veo como una llamada de Dios para darme fuerza, fe y esperanza para contribuir a crear un mundo mejor. Además, actualmente estoy trabajando en la aldea de Agricultura y Justicia, que estoy seguro nutrirá mi investigación y hará que mi tesis doctoral tenga muchas caras de personas que conozco a través de este hermoso viaje. Con experiencias como esta remodelaré mi fe y continuaré el camino que Jesús inició a través del amor.