Los aportes desde América Latina al proceso de preparación del sínodo sobre sinodalidad pueden contemplarse a partir de dos dimensiones: la reflexión teológico-pastoral y de la puesta en práctica de la sinodalidad como escucha, diálogo y participación
Lo afirmó monseñor Jorge Lozano, Secretario General del CELAM y obispo de San Juan, Argentina en entrevista
El proceso de escucha a individuos, comunidades, instituciones y asociaciones ha incluido a más de sesenta mil personas, y uno de los núcleos preocupantes es cómo logramos ser una Iglesia en salida
Otro tema, expresó el obispo de San Juan es el tema del clericalismo, que muestra “una Iglesia demasiado dependiente del ministerio ordenado y con poco espacio de participación para los laicos”
Monseñor Lozano puso en evidencia la necesidad de potenciar una Iglesia en salida, una “Iglesia en la que estemos incluidos todos (…) Esto es obra del Espíritu Santo”, afirmó
“El hecho de ser Pueblo de Dios nos tiene que hacer superar la mentalidad de ser clanes (…) y el ser Pueblo lo facilita el hecho de ser bautizados en el mismo Espíritu”
| Manuel Cubías
(Vatican News).- Monseñor Jorge Lozano, Secretario General del CELAM y obispo de San Juan, Argentina, participa en la apertura del camino sinodal que tiene lugar en Roma del 9 al 12 de octubre.
El aporte de la Iglesia latinoamericana al camino sinodal se puede contemplar desde dos dimensiones: primero, la reflexión teológico-pastoral para la realización de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe y sobre “el modo de vivir nuestra pertenencia a la Iglesia”. En segundo lugar, la dimensión de la “puesta en práctica” de esta reflexión, que va más allá de “hablar sobre sinodalidad, sino de ejercerla de hecho, este tiempo de escucha, de diálogos, de encuentros ha sido un tiempo muy rico de participación de todos los miembros del pueblo de Dios”.
La escucha, un aporte desde América Latina
El proceso de escucha a individuos, comunidades, instituciones y asociaciones ha incluido a más de sesenta mil personas. Uno de los temas que preocupan a la Iglesia en América Latina y que está recogido en la “Síntesis”, afirma monseñor Lozano es “la dimensión misionera de la vida de la fe (…) uno de los núcleos preocupantes es cómo logramos ser una Iglesia en salida”.
Otro tema, expresó el obispo de San Juan es el tema del clericalismo, que muestra “una Iglesia demasiado dependiente del ministerio ordenado y con poco espacio de participación para los laicos”.
Otra preocupación es el tema ambiental, “el cuidado de la casa común (…) que está presente en Querida Amazonia y que está generando en el continente una conciencia muy importante de los atropellos que hay hacia el cuidado de la naturaleza”.
“Lo que tiene que ver con la democracia, afirma Lozano, es otro tema. “El estilo de convivencia entre nuestros pueblos, como la necesidad de un fortalecimiento de las estructuras sociales y políticas y la defensa y promoción de los Derechos Humanos.
Estructuras más ágiles para construir la sinodalidad
El Secretario General del CELAM subrayó que la renovación de esta institución y la creación de otras como la CEAMA, buscan potenciar la sinodalidad en América Latina, pero también buscan contar con estructuras más ágiles que cuenten con laicos, religiosos y religiosas que sean expresión de la diversidad de vocaciones del Pueblo de Dios y que permitan “lograr una mirada más abarcativa de la realidad”.
Unidad y diversidad obra del Espíritu Santo. Superar la mentalidad de ser clanes
Monseñor Lozano puso en evidencia la necesidad de potenciar una Iglesia en salida, una “Iglesia en la que estemos incluidos todos (…) Esto es obra del Espíritu Santo”, afirmó.
La diversidad de idiomas, de colores de piel, de modos de vestirse, de cómo el Evangelio se encarna en cada cultura. El Concilio Vaticano II recoge que la universalidad y la diversidad con obra del mismo Espíritu, “que suscita diversidad de carismas y que al mismo tiempo obra la comunión”.
“El hecho de ser Pueblo de Dios nos tiene que hacer superar la mentalidad de ser clanes (…) y el ser Pueblo lo facilita el hecho de ser bautizados en el mismo Espíritu”, afirmó el prelado argentino quien subrayó: “Es un desafío para que todos se sientan interpelados y todos podamos asumir este llamado de Jesús de ir a todos los pueblos a anunciar la Buena Noticia”.
Desafíos para construir una Iglesia más participativa, más inclusiva
El obispo de San Juan enumeró algunos desafíos muy actuales: el marcado individualismo; la autorreferencialidad; la idea de “sálvese quien pueda”; la pobreza; la exclusión social y el peligro de la exclusión religiosa; el exceso de información, “que conspira contra el poder construir juntos, son algunos de los elementos que impiden construir unidad.
Ante estos desafíos, Lozano cita al Papa Francisco, quien ha afirmado en numerosas ocasiones que “todos estamos en la misma barca”. Sólo desde la unidad en la diversidad, que es posible gracias al Espíritu Santo, es posible enfrentar los desafíos y superarlos.