En el simposio internacional de medicina y odontología de la UCNE Ramón Tallaj: "Sueño un futuro en el que la atención médica no sea solo un sistema, sino un faro de esperanza y curación para todos"

Gran Canciller de la Universidad, Monseñor Alfredo de la Cruz Baldera, Sr. Rector Rvdo. P. Isaac Garcia de la Cruz, Dra. Hannette Gómez, Dr. José A. Goris, damas y caballeros, doctores y, sobre todo, queridos estudiantes que nos acompañan hoy. Quiero expresar mi más sincero agradecimiento a todos los presentes y a la prestigiosa Universidad Nordestana por este reconocimiento.

Un saludo muy especial al cuerpo académico de la Universidad Nordestana por el gran prestigio  que da a esta universidad en nuestro país.

Un especial reconocimiento a nuestro co-patrocinador la Sociedad Médico Dental Dominicana de la Ciudad de Nueva York con quienes hemos colaborado en otras actividades educacionales y en muchas misiones médicas en la República Dominicana.

Hoy me honra estar aquí para celebrar nuestro objetivo común de transformar el actual sistema de salud en un sistema más humanizado que llegue a todos los estratos de la sociedad. Para invitarles a entender el contexto en el que nuestra red de médicos SOMOS Community Care trabaja, hay que saber que Estados Unidos tiene una población de más de 330 millones de personas, con 65 millones de hispanos censados y más de 10 millones de ilegales principalmente de Latinoamérica. También tiene uno de los sistemas de atención médica más complejos del mundo, formado por complicadas relaciones entre proveedores, aseguradoras y pacientes. 

El principal reto del sistema de salud de Estados Unidos es que no proporciona cobertura universal. La cobertura de salud gubernamental financiada con fondos públicos de Medicare y Medicaid coexiste con la cobertura de planes de seguro de salud privados. Los altos pagos de bolsillo limitan a mucha gente su acceso al cuidado de la salud. Para darles una idea del paisaje de las coberturas, según la oficina del Censo de Estados Unidos, en 2022 el 8% de la población no tenía seguro médico y el 36% usaba Medicare o Medicaid, a partes iguales.

Ese casi 44% de la población es nuestra comunidad más desatendida y, por ende, el principal objetivo de nuestra red de doctores de SOMOS Community Care.

Desde nuestra organización sin fines de lucro, liderada por médicos y compuesta por más de 2.500 médicos, entre ellos más de 800 médicos de origen dominicano y 400 de origen chino, SOMOS ha supervisado el cuidado de la salud a más de 1 millón de beneficiarios en las comunidades menos favorecidas de la ciudad de Nueva York.

Gracias no solo a nuestra inversión en tecnología y en profesionales muy preparados para gestionar clínicas y personal, sino también a nuestra colaboración con organizaciones comunitarias hemos logrado avances significativos en la atención preventiva y el manejo de enfermedades crónicas, lo que ha resultado en una notable reducción del 22% en las hospitalizaciones evitables y la entrega diaria de apoyo médico a 25.000 pacientes en 700 prácticas.

La importancia de las organizaciones comunitarias es crucial para entender los determinantes sociales de la salud y cómo afectan la salud de nuestros pacientes. Estos estudios nos ayudan a ver la medicina holísticamente y a prevenir enfermedades. Ese es el principal papel del médico primario, del médico de familia: entender la vida de su paciente y trabajar con él o ella para prevenir enfermedades y tener mejor calidad de vida.

Dada la importancia de esta misión, desde SOMOS y desde la fundación que lleva mi nombre, hemos preparado una iniciativa para redescubrir y restaurar el papel del médico de familia internacionalmente. Para ello, hemos contado con la incalculable ayuda de la Pontificia Academia para la Vida, presidida por el arzobispo Vicente Paglia, quien ha llevado personalmente una declaración al Santo Padre Francisco con la petición de hacer una campaña de promoción del médico primario.

La fuerza de esta campaña residirá en el apoyo y el agradecimiento de los ciudadanos en todos los países hacia nuestros colegas médicos quienes se enfrentan día a día a los retos de mejorar vidas y a los más inescrutables desafíos y limitaciones administrativas. Nuestra esperanza es que esta iniciativa encienda la inspiración entre líderes y profesionales de la salud en todo el mundo, forjando un camino hacia la redefinición de la atención médica con el médico de familia en su núcleo.

En mi amado país de la República Dominicana, hemos hecho sugerencias concretas a través de un plan piloto de mejora del sistema de salud en Monte Plata. Por otro lado, nos hemos enfocado en ayudar, a través de la fundación, a las poblaciones más marginadas de la metrópolis de Santo Domingo con el barco hospital que navega las aguas el río Ozama llevando servicios sanitarios que humanizan y sirven con eficiencia a nuestros conciudadanos.

En el ámbito de la educación, mi debilidad son las nuevas generaciones de estudiantes como las que nos acompaña esta tarde. Para ellos y muchos con su misma inquietud y fuerza innovadora, hemos creado una serie de conferencias y videos informativos de nuestros médicos de la red, así como una clase maestra dada por mi persona sobre nuestra profesión como médico de familia.

Y para muestra de nuestra labor educadora, solo hay que ver cómo la fundación Dr. Ramon Tallaj ha otorgado becas a 55 estudiantes dominicanos con bajos recursos, pero con un alto rendimiento académico y con valores cristianos que, como ustedes, sienten la llamada del servicio a los demás a través de los distintos campos de la medicina.

A todos los estudiantes que nos acompañan hoy, a todos ustedes que sienten el miedo de enfrentarse al futuro profesional, les confieso que ser doctor no es fácil. Sin embargo, es muy gratificante ver como un ser humano sale de la oscuridad de la enfermedad a la luz del bienestar.

Esta profesión me ha dado las satisfacciones más profundas en mi vida y el motor de esas satisfacciones ha sido seguir siempre, y sobre todo en los peores momentos, las palabras alentadoras de Jesús y la parábola del buen samaritano.

Ustedes, estudiantes, son nuestros futuros médicos y en ustedes, como en todos esos jóvenes a quienes otorgamos nuestras becas, depositamos la esperanza de redescubrir el papel del médico primario. Sé que no nos fallarán.

En conclusión, permítanme enfatizar que este reconocimiento que hoy recibo no se trata únicamente de mí; es un tributo a todos los médicos y a personas de muy diferentes ámbitos que respaldan inquebrantablemente la misión de SOMOS.

Extiendo mi sincero agradecimiento por este honor y espero con entusiasmo la continuación de nuestro viaje compartido para hacer un impacto profundo e inspirador en la atención médica. Juntos, podemos dar forma a un futuro en el que la atención médica no sea solo un sistema, sino un faro de esperanza y curación para todos. 

Muchas gracias.