Los carmelitas descalzos regresan a su antiguo Vicariato Sucedió hace 12 años en Sucumbíos: "Tienen 48 horas para que salgan"
“Tienen 48 horas para que salgan de Sucumbíos” (Ecuador), dijo el Delegado Pontificio al Superior Provincial de los PP. Carmelitas Descalzos. La respuesta fue inmediata: “Mis frailes no son unos delincuentes para salir corriendo, luego de casi 80 años. Saldrán tranquilamente”.
Y fueron saliendo los seis. En Quito les esperaba “su” Vicario Apostólico Mons. Gonzalo López Marañón, a quien de Roma le dijeron que “se regrese a su país de origen (España). “Porque no seguían la línea de la Iglesia”. Al menos eso decía la carta del cardenal encargado de la Congregación de la Propagación de la Fe, de cuya ejecución de hizo cargo el nuncio en Ecuador, Giacomo Otonello, de infeliz memoria.
| Anastasio Gallego
“Tienen 48 horas para que salgan de Sucumbíos” (Ecuador), dijo el Delegado Pontificio al Superior Provincial de los PP. Carmelitas Descalzos. La respuesta fue inmediata: “Mis frailes no son unos delincuentes para salir corriendo, luego de casi 80 años. Saldrán tranquilamente”.
Y fueron saliendo los seis. En Quito les esperaba “su” Vicario Apostólico Mons. Gonzalo López Marañón, a quien de Roma le dijeron que “se regrese a su país de origen (España). “Porque no seguían la línea de la Iglesia”. Al menos eso decía la carta del cardenal encargado de la Congregación de la Propagación de la Fe, de cuya ejecución de hizo cargo el nuncio en Ecuador, Giacomo Otonello, de infeliz memoria.
50 años amazónicos a cuestas
Es la historia de algunos mártires de la Iglesia. Mons. Gonzalo moriría en Angola, a donde fue a parar a su más de 80 años. Jesús, moriría en un accidente de bicicleta, en Burgos, donde estaba visitando a su familia. Quedan 4: los dos Juanes, Pablo y Pedro, con 50 años amazónicos a cuestas, y sus más de 70 años cada uno.
Pero… frente a estos comportamientos, el Vicario Apostólico de Aguarico –provincia de Orellana- ofreció su Iglesia. Y allá fueron los cuatro, y allí han estado casi doce años (en septiembre se cumplen los doce años).
El jueves 20 de abril de 2023, regresan los Carmelitas Descalzos a su antiguo Vicariato. No suyo, sino al que sirvieron tanto tiempo. Y les habían organizado un acto de una fraternidad impresionante: los Carmelitas regresarían a Sucumbíos acompañados por el Obispo de Aguarico, Adalberto, y el Vicario Emérito, Jesús Sábada y serían recibidos por el Vicario Apostólico de Sucumbíos, en señal de fraternidad. Pero estamos en “toque de queda” y están prohibidas las manifestaciones porque… en Esmeraldas mataron a quince personas y en Guayaquil 12, a manos del narco en la cárcel.
El resultado de la actuación de jerarcas de Roma, lejos de la realidad eclesial, hacen mártires pensando que “sirven a la Iglesia”. Pero allá no cuentan. Bien dice Felicísimo González que las instituciones lo único que piden de sus miembros es “fidelidad a la doctrina y lealtad a la institución.
Leonardo Boff puso el dedo en la llaga al hablar de Iglesia Carisma y Poder.
Pero para quienes han hecho el esfuerzo de ser files a aquello que prometieron el día de su Profesión Solemne, además de los tres votos, sigue siendo válido: "... Además, prometo ir cualquier país de misión cuando la obediencia me lo ordenare”.
Ha merecido la pena
Un balance de estos casi doce años sirviendo y acompañando a una Iglesia confiada a los PP. Capuchinos, bien han merecido la pena. Podrán decir como Teresa de Jesús: muero hija de la Iglesia.
Quisieron arrancar la planta amazónica sembrada en sus corazones y vida, y no lo consiguieron. Al calor del hogar de los Hermanos Menores Franciscanos Capuchinos y sus obispos, han mantenido viva la hoguera y regresan cansados, maltrechos, gastados 12 de sus vidas y vuelven a las faldas del Reventador, un volcán en actividad como símbolo de su vida. Y allí les espera un Obispo Josefino brasileño y unas hermanas de la Compañía de Santa Teresa – Teresianas de Enrique de Ossó que han mantenido la llama del Centro de espiritualidad en medio de la selva y… las empresas mineras que buscan oro contaminando del agua de los ríos y de las tierras de los cofanes (etnia indígena de la zona).
Pero vuelven…
Creo que son válidas las palabras que le dijo el papa Francisco a Mons. Gonzalo cuando estuvo en Roma intentando limpiar toda la porquería que le echaron, porque “de Roma viene lo que a Roma va”.
Quien lea esto pensará que soy algún resentido. Todo lo contrario.
Del proceso de la Iglesia de ISAMIS conocí en casi primera línea. Vi un Nuncio muy “obsecuente diplomático”, obispos poco solidarios y silenciosos y otros, pocos, valientes. Vi una comunidad eclesial dividida que hoy lamenta lo que hicieron con ella. Y vi un obispo con ojos llenos de lágrimas de impotencia frente a lo que hacía a su clero y hermanos de Orden Religiosa. Le vi ayunando en un parque pidiendo la Unidad.
Pero la historia es la historia de la Iglesia: carisma y poder. Hay mártires con corona y estampita y otros denigrados. Para un Carmelita, le suenan palabras de las CAUTELAS de Juan de la Cruz: “unos te labrarán de palabra y otros no obra”, “porque aunque vivieras entre ángeles muchas cosas te parecerán no bien por no saber tú la sustancia de ello”.
Sucumbíos, una iglesia y unos cristianos que de ser un modelo que se visitaba para conocer e imitar, hoy son restos de la historia a reemprender nuevamente.
Pero, al estilo de Mons. Leonidas Proaño: “quedan los árboles que sembraste”.
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