"Lo ocurrido con Castillo es el disparador de la rabia contenida" Tratando de entender un poco más lo que está pasando en Perú

Hay que remontarse, por lo menos, hasta las elecciones pasadas. Castillo ganó con el voto de las zonas andinas y las zonas pobres de la costa. El mapa electoral es muy claro en este sentido.

Esos pueblos y comunidades que, durante muchísimo tiempo, se han sentido postergadas, desatendidas, despreciadas y excluidas, por fin tenían la sensación del triunfo.

Por fin ganamos y, además, el presidente es uno de los nuestros... Provinciano, campesino, profesor, rondero, despertó un sentido de identidad e identificación muy grande.

Frente a esto, los políticos de los partidos tradicionales y mayoritariamente costeños y limeños se negaron a aceptar su derrota y desarrollaron toda la narrativa del fraude... Un fraude que nunca pudieron probar y que todos los organismos observadores negaron. Los argumentos utilizados, además, fueron siempre muy despectivos e insultantes: “las actas son falsas porque esa gente ni sabe firmar”, “las sumas deben estar mal hechas porque ni saben sumar”, “esa gente está engañada, porque son muy ignorantes”, etc. Meses con este discurso discriminador e insultante obstaculizando todos los procesos de transición.

Al mismo tiempo, en el congreso, desde el primer día, iniciaron los intentos de vacancia (tres intentos no logrados en un año) y la censura de ministros. Es cierto que a partir de su tercer gabinete (el segundo fue muy bueno) Castillo ha ido nombrando ministros impresentables y las denuncias de corrupción de su entorno fueron acumulándose, pero los intentos de vacancia y censuras ya venían desde el inicio y las denuncias caen en ese caldo.

Por otra parte, crece el discurso de “¿por qué a los políticos tradicionales se les acepta el roba, pero hace obras´, pasando por agua tibia la corrupción, y a los de Castillo no? ¿Por qué son andinos?” O, “es ´un hijo de...´, pero es ´nuestro hijo de...´.”; Al de ustedes lo tapan y al nuestro no...

Todo esto fue haciendo crecer la polarización en el país. 

Hace pocas semanas, la discusión era por qué con todo lo que pasa no hay más protestas. Ahora nos preguntamos por qué hay tantas...

Golpe y vacancia

Hay mucha desinformación, confusión, mucha gente que no tiene totalmente claro por qué se vacó a Castillo, de qué se le acusa, cuál es el proceso judicial que se le sigue... 

Mucha gente en el país tenía la impresión de que el Congreso actuaba de manera arbitraria y que buscaba vacar a Castillo con cualquier pretexto. En la medida que parecía que no iba a lograrlo, la gente que simpatizaba con él estaba relativamente tranquila. La aceptación a Castillo venía subiendo y la del congreso bajando. Es importante recordar eso y tenerlo presente.

Por otra parte, las circunstancias de su vacancia fueron tan rápidas y confusas para quienes no siguen la política con detenimiento, que muchos pensaron que la vacancia arbitraria, que se venía intentando (estaban en un nuevo intento) se había consumado. Incluso porque la causal de vacancia no habla explícitamente del golpe de estado y sigue con el discurso de siempre sobre la “incapacidad moral permanente”.

Lamentablemente, hay gente que pasa por agua tibia lo del golpe de estado que realizó Castillo.

Además, porque circuló más la imagen de los congresistas celebrando y festejando que lo habían vacado, que la de Castillo dando el golpe.

De ahí viene el caos, la ola de rabia, molestia e indignación de los sectores andinos y pobres. La agenda de estas movilizaciones es muy hepática, reactiva, emocional. Es la rabia contenida durante siglos por la discriminación y exclusión y por el desprecio reciente. Hay un sentimiento muy fuerte de despojo. La primera vez que lo ganamos y nos lo quieren quitar...

Lo ocurrido con Castillo es el disparador de la rabia contenida...

En la mayoría de las regiones, la agenda de las movilizaciones es triple: 1) Sacar al congreso. “Que se vayan todos” y adelanto de elecciones generales. 2) Nueva constitución. La constitución actual, hecha por Fujimori, es terrible y amañada. Una de las principales promesas de campaña de Castillo fue esta, aunque luego no haya hecho mucho por realizarla. 3) Liberación de castillo. Por la identificación previa y por la falta de claridad en los acontecimientos de la vacancia.

Cuando la presidenta Boluarte se ha tomado fotos con las bancadas, con políticos que son muy resistidos por la gente, aunque tenía que hacerlo para intentar un diálogo y buscar salidas a la situación, es visto como traición y como que ya se vendió a los sectores de poder fáctico.

Cuando la primera medida es el estado de emergencia (aunque también tenía que hacerlo), la restricción de las garantías individuales y estas se dan con violencia ilegal y armas prohibidas, produciendo muertos (hasta ahora 8) la ola de rabia, molestia e indignación es lo único que prospera. Si solo viene el restablecimiento del orden y no hay detrás un trabajo político, estamos en un entrampamiento.

Además, esta represión con muertes, inmediatamente se conecta con el intento de golpe de Merino y la muerte de Inti y Bryan, hasta ahora impunes.

Perspectivas

La situación es muy complicada y las dificultades para entablar el diálogo necesario son enormes.

La propia presidenta Boluarte ha dicho que se quiere recortar el mandato y ha mandado la iniciativa de ley al congreso. El tema es que el congreso acepte, que se hagan las reformas necesarias para que no sea más de lo mismo, y que se pueda hacer la sucesión de manera ordenada. 

El otro escenario es que ella renuncie y el gobierno quede en manos del congreso, lo que no haría más que empeorar las cosas.

Tiene que haber un espacio para la conversación, para el diálogo, pero ante reacciones tan emocionales y radicales de ambas partes se hace muy difícil.

Hay explicaciones con un acento excesivo en visiones “conspiranoicas” ... Es cierto que hay, y ha habido, una conspiración, pero... no se pueden negar los actos de corrupción de Castillo y su entorno; su incapacidad de gestión, y su fallido golpe de estado.

Hay explicaciones que quieren calificar todo como vandalismo... Es cierto que hay delincuentes, es cierto que hay mafias, es cierto que hay infiltrados. Pero eso no explica la movilización y la protesta. La gente no está en la calle porque esos violentistas la saquen, sino por la rabia, la indignación que siente con el Congreso. Lo que hay que hacer, y muchas organizaciones lo están haciendo, es aislar a los violentos, no legitimarlos, para no generalizar.

Hay explicaciones en la línea de “terruquear” a los que protestan. Esta narrativa de “terrucos” es muy peligrosa. Y hay que resaltar que quienes la usan, dicen, por una parte, que Pedro Castillo no representa a nadie, pero ahora dicen que tiene un respaldo enorme, con bases de apoyo y capacidad de movilización…

Y afirman que Sendero ha estado entre nosotros los últimos 30 años esperando a dar su golpe, como si Sendero tuviese arraigo y estuviese presente en todos partes; Sendero fue derrotado hace muchos años y Movadef no representa a la mayoría de peruanos. Hay grupos pequeños de radicales que se aprovechan del caso, como también hay radicales del otro lado, desde el congreso y grupos de poder económico, que también quieren aprovecharse del caso.

Hay que encontrar, reconocer y trabajar las verdaderas explicaciones a la situación.

Hay que hablar, concertar, consensuar, renunciando a los intereses particulares para buscar el mejor camino de salida a la crisis.

Es cierto que la indignación pide que este congreso se vaya ya, pero al país no le conviene una elección apresurada e improvisada donde, por correr, no cambiemos nada de las reglas de juego. Eso haría que tengamos un proceso vulnerable a muchos cuestionamientos y con resultados fatales; los plazos se han acortado mucho. Corremos el riesgo de meternos en una elección más conflictiva, con un resultado muy similar y, entonces, perpetuar el ciclo de inestabilidad.

Perecería mejor el 2024 para que haya algo más de tiempo para las reformas necesarias y para enfrentar los problemas urgentes del país; que el Gobierno se pueda ocupar de los problemas urgentísimos del agro, de la salud, del empleo, de la tierra, del cambio climático. Por unos cuantos meses comprometemos seriamente los años siguientes

Pequeñas reformas, por el tiempo, pero fundamentales; las elecciones primarias que se han venido postergando y que ayudaría mucho a cambiar la dinámica para impedir que unos cuantos dirigentes seleccionen a dedo a candidatos y tengamos un congreso no nos representa; filtros para los candidatos y que nadie, con determinados procesos y juicios pueda postular; abrir la cancha para que se inscriban agrupaciones, o tendremos que elegir sobre lo que ya existe; reformas para garantizar la idoneidad e integridad de los representantes políticos y funcionarios públicos; mejor definición de las causales de vacancia y acusación del presidente y de las posibilidades de cierre del congreso.

En esa elección se podría incluir, a manera de referéndum, la posibilidad de nueva constitución.

Lograr esto es tarea y responsabilidad de tod@s.