"Una verdad desdichada que demanda transparencia" El otro 'Vía Crucis' (sexual)
"Resulta tristemente fácil, facilísimo, seleccionar páginas, secciones y titulares de primeras noticias en las que la referencia a la Iglesia aparezca con caracteres de auténtico escándalo"
"Recientemente, en un solo día y en un determinado medio de comunicación social nacional, se dieron cita nueve titulares de informaciones de tipo y carácter eclesiásticos"
"La verdad es desdichadamente esta. Para nada es exagerada la información “religiosa” anteriormente expuesta. Se trata de una de tantas 'estaciones' del doloroso 'Vía Crucis' que han de recorrer diariamente católicos y no católicos en contacto con la realidad"
"Dudar de la veracidad de los hechos, o intentar esquivarlo , es irracional, antievangélico, además de inmoral e injusto. Es la necesidad de veracidad y de transparencia que demandan las instituciones y más -mucho más-, tratándose de 'Nuestra Santa Madre la Iglesia'"
"La verdad es desdichadamente esta. Para nada es exagerada la información “religiosa” anteriormente expuesta. Se trata de una de tantas 'estaciones' del doloroso 'Vía Crucis' que han de recorrer diariamente católicos y no católicos en contacto con la realidad"
"Dudar de la veracidad de los hechos, o intentar esquivarlo , es irracional, antievangélico, además de inmoral e injusto. Es la necesidad de veracidad y de transparencia que demandan las instituciones y más -mucho más-, tratándose de 'Nuestra Santa Madre la Iglesia'"
Resulta tristemente fácil, facilísimo, seleccionar páginas, secciones y titulares de primeras noticias en las que la referencia a la Iglesia aparezca con caracteres de auténtico escándalo. A quienes crean todavía que ello responde en exclusiva, o preferentemente, al desamor y al anticlericalismo iconoclasta “impío, pagano y blasfemo” militante, me limito a sugerirles que revisen y analicen sus ideas, conceptos y comportamientos.
Y, por citar un caso concreto, recientemente, en un solo día y en un determinado medio de comunicación social nacional, se dieron cita este puñado de informaciones de tipo y carácter eclesiásticos:
“María Victoria, víctima de abusos de una monja, proclama públicamente que las mujeres abusadas y violadas somos invisibles”; “Los obispos españoles saben que no han hecho lo que tenían que hacer y admitirlo es difícil”; La Ertzaina investiga cinco casos de abusos sexuales en centros religiosos de Vizcaya”; “Benedicto XVI expresó a todas las víctimas de abusos sexuales su profundo dolor, vergüenza y la más sincera petición de perdón”; “El nuevo obispo de Orihuela-Alicante manifestó que se acercan tiempos de persecución de la Iglesia”; “El Parlamento Canario, por unanimidad, reprocha el discurso homófobo del obispo de Tenerife”; “Condenada una monja que usó dinero de un colegio católico para apostar 835, 000 dólares en Las Vegas”; “Con miles de firmas rechazan al obispo X sus diocesanos por violación de monjas”; “Curas navarros instan a Roma a que ellos sean consultados antes de que les sea nombrado su obispo…”
Y de todas y cada una de estas informaciones “religiosas”, cronistas, enviados especiales y agencias de prensa proporcionan los datos y detalles correspondientes, dejándoles a los comentaristas la posibilidad de reflexionar y juzgarlos en conformidad con sus propios criterios y respeto, y sin obsesiones y menos las estrictamente sexuales.
La verdad es desdichadamente esta. La que hemos referido, contando y constando además con el dato de que en páginas y secciones de otros días, a hechos similares se les abrió, o abrirá, el hueco informativo que precisen.
Para nada es exagerada la información “religiosa” anteriormente expuesta. Ni tuve que esperar demasiado tiempo para destacar la infeliz coincidencia de estas noticias. Se trata de una de tantas “estaciones” del doloroso ”Vía Crucis” que han de recorrer diariamente católicos y no católicos en contacto con la realidad de la vida reflejada y captada en los medios de comunicación y en la propia experiencia personal , social, familiar o cercana.
"Y de todas y cada una de estas informaciones 'religiosas', cronistas, enviados especiales y agencias de prensa proporcionan los datos y detalles correspondientes, dejándoles a los comentaristas la posibilidad de reflexionar"
Dudar de la veracidad de los hechos, o intentar esquivarlos con habilidad infantil del “tú, más”, y del “en todas partes cuecen habas”, es irracional, antievangélico, además de inmoral e injusto. El firme propósito de enmienda, la petición de perdón y la reparación de los daños causados a las víctimas y familiares es -será- la solución más aproximadamente cristiana y humana por la que hay que optar.
Personalmente insisto en que el desamor y la persecución a la Iglesia no son los elementos claves en el planteamiento del problema informativo actual que hasta da la impresión de llegar a ser enfermizo. Es la necesidad de veracidad y de transparencia que demandan las instituciones y más -mucho más-, tratándose de “Nuestra Santa Madre la Iglesia”.-