"Sea su discurso más explícito en relación con el celibato de los curas" Con los mejores augurios: "¡Gracias sean dadas a Dios por el regalo pontificio que hizo a la Iglesia!"
"Gracias en primer lugar, por haber contribuido con eficacia, respeto, Espíritu Santo y Evangelio, a que el Concilio Vaticano II comenzara a abrirse paso , transcurrido el tiempo del programado silencio jerárquico al que lo habían sometido sus antecesores"
"Con firme confianza de que el Evangelio, y solo él, sea guía, referencia, justificación y razón de ser de la institución eclesiástica"
"Vestidos y revestidos con “ornamentos” paganos – mitras, báculos, anillos,- y entre espesas nubes de incienso, no es posible rezar, adorar a Dios y estar atentos a las necesidades del prójimo"
"Contribuya, sin más, papa Francisco a desclericalizar los 'lugares sagrados', comenzando por las catedrales, en cuyos marcos pletóricos de riqueza no caben las misas"
"Vestidos y revestidos con “ornamentos” paganos – mitras, báculos, anillos,- y entre espesas nubes de incienso, no es posible rezar, adorar a Dios y estar atentos a las necesidades del prójimo"
"Contribuya, sin más, papa Francisco a desclericalizar los 'lugares sagrados', comenzando por las catedrales, en cuyos marcos pletóricos de riqueza no caben las misas"
La de “los mejores augurios” es fórmula sagrada de origen romano al uso, a emplearse a propósito del cumpleaños, también del papa Francisco , con alados recuerdos del vuelo de las aves , en las que significativamente puede vislumbrarse la presencia del Espíritu Santo …
¡Gracias sean dadas a Dios por el regalo pontificio que hizo a la Iglesia con la elección para Obispo de Roma del Cardenal Bergoglio, llegado de allende los mares y con lo que, en principio, miembros del Colegio Cardenalicio mostraron su desacuerdo , reciente la experiencia excepcional extranjera de sus antecesores, -no italianos- Juan Pablo II y Benedicto XVI , este último, por más señas, uno de los pocos papas registrados con el título de “emérito” en la historia eclesiástica!
Gracias en primer lugar, por haber contribuido con eficacia, respeto, Espíritu Santo y Evangelio, a que el Concilio Vaticano II comenzara a abrirse paso , transcurrido el tiempo del programado silencio jerárquico al que lo habían sometido sus antecesores, con lo que todo o casi todo en la Iglesia había quedado exactamente igual y como si no hubiera pasado nada o casi nada. Si Juan XXIII y Pablo VI tuvieron la honra y el mérito de su convocatoria, de idéntica consideración es merecedor su re-creador , que es fue y es el papa Francisco..
Gracias por haber elegido llamarse Francisco, sin ningún sobrenombre imperial del I, II, III y así sucesivamente….Francisco y ya está, con amplia y devota referencia al “pobre” de Asís, es todo un programa inédito de estilo, de vida, de comportamiento y de renovación eclesiástica.
Gracias por intentar ya desde el principio, confirmar la idea de que desde el Concilio de Trento habían transcurrido largos siglos, tantos o más que desde los del Vaticano I, no lejano en el tiempo real, pero con cuyas decisiones la Iglesia había perdido el tren de la historia en la totalidad de sus direcciones, sin apenas haber descubierto otro AVE que el del “Ave, María Purísima”. La Iglesia “oficial” viajaba en diligencia y condenaba (sic) a instigadores de velocidades superiores a las del caballo, equivalente a los 20 kilómetros/hora.
¿Y de aquí en adelante…?
Pues a seguir con la urgencia y las prisas que lo permitan, siempre con misericordia, los tiempos y las personas, con expresa mención para toda clase de Curias -romana y diocesanas- , con firme confianza de que el Evangelio , y solo él, sea guía, referencia, justificación y razón de ser de la institución eclesiástica , a la que el mismo Jesús , difícilmente reconocería como obra suya, propinándole idénticos denuestos que a los Sumos Sacerdotes , escribas y fariseos, tachándolos, como hace Francisco, de hipócritas con domicilio curial en “cuevas de ladrones”.
De la larga y dolorosa letanía –“Via Crucis”-, de intenciones que avala el papa Francisco, destaco por mi cuenta el reconocimiento de la existencia y mayoría de edad del laicado. El de la discriminación “constitucional” de la mujer en la Iglesia, tanto en su Código como en su práctica “religiosa”, es pecado grave e imperdonable, constituyendo una ofensa para la humanidad.
El capítulo de los obispos, con el apartado de sus nombramientos -que no elección- como Dios manda, es petición urgente, y profunda, al igual que la revisión penitencial del concepto y praxis de la autoridad , desaparecida, tachada y borrada desdichadamente la identificación esencial con la capacidad de servicio.
La liturgia está a la espera de los deseos “franciscanos”, para que se tornen normas y artículos canónicos y litúrgicos mínimamente fiables e inteligibles. Las misas no son misas. Y menos, las misas solemnes y televisadas. Jesús no las celebraría, ni con-celebraría.
Vestidos y revestidos con “ornamentos” paganos – mitras, báculos, anillos,- y entre espesas nubes de incienso, no es posible rezar, adorar a Dios y estar atentos a las necesidades del prójimo.
Por favor, papa Francisco, exprese con mayor claridad, y sin temor a ser malinterpretado, que la política -la verdadera política- no habrá de ausentarse del pensamiento y de la acción pastoral. Si estuviera empadronado en España, me permitiría sugerirle que por razones ciertamente religiosas, “católicas, apostólicas y romanas”, con el Evangelio en las manos, no emitiera su voto a favor del PP y de VOX, a cuyas urnas suelen destinarse los votos católicos ”de toda la vida,” con inspiración y ejemplo además de la jerarquía.
Sea su discurso más explícito en relación con el celibato de los curas y con los matrimonios también de los obispos casados o por casar, dado que lo que de verdad sacramentaliza ante los ojos de Dios es el amor.
Contribuya, sin más, papa Francisco a desclericalizar los “lugares sagrados”, comenzando por las catedrales, en cuyos marcos pletóricos de riqueza no caben las misas.
Colabore también a desvelarnos de una santa vez, que la pobreza, la transparencia, la humildad, la humanidad, la sencillez, la cercanía, la hospitalidad, la alegría, la Común-Unión… están por encima de las ceremonias, los ritos y los preceptos, a la hora definitiva de valorar lo que religiosamente es o pretende se, espiritual y sagrado
A título personal, le agradecería que, nacido yo en Extremadura, Comunidad Autónoma de España, -patria de Hernán Cortés, Francisco Pizarro, Pedro de Alvarado y la mayoría de descubridores, conquistadores y evangelizadores- ,“llamara a careo”, al actual arzobispo de Toledo, primado de España, para que devuelva el santuario y la imagen de la Virgen de Guadalupe a la jurisdicción de la provincia eclesiástica de Extremadura, de la que es su patrona, tanto civil como religiosa.
Es petición popular hace muchos años, y la explicación de su insólita pertenencia a Toledo y exilio, solo radica en el extinto poderío que exhibían los todopoderosos arzobispos primados de las Españas, además de a la largueza y generosidad de sus colectas “devocionales”, con olvido de que a los euros, por euros, y a sus poseedores jerárquicos jamás les será permitido su ingreso y pertenencia al Reino de Dios .
Boletín gratuito de Religión Digital
QUIERO SUSCRIBIRME
Etiquetas