Ecumenismo y diversidad: Reflexiones sobre 'Fiducia supplicans' en la era inclusiva "Dios te hizo así. Dios te ama así: ¿Quién soy yo para juzgarte?
"El documento Fiducia supplicans del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, enfocándose en la inclusión de homosexuales y divorciados en la Iglesia católica, ha provocado reacciones adversas y, en algunos casos, de abierta insubordinación por parte de figuras eclesiásticas destacadas"
"En España, la Iglesia también ha mostrado reacciones mixtas, con acusaciones de un enfoque excesivamente rigorista y silencios significativos, particularmente notorios en la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe y la Subcomisión para el Ecumenismo"
"Los críticos deberían reflexionar sobre su capacidad para amar a sus hermanos y hermanas en Cristo, ya que, según las enseñanzas cristianas, la incapacidad de amar al prójimo es también una incapacidad de ver a Dios"
"La pregunta persistente es: ¿Está la Iglesia de Cristo dispuesta a evolucionar en su comprensión y aceptación de la homosexualidad y el matrimonio entre personas del mismo sexo o transgénero, así como en su postura sobre el divorcio y el nuevo matrimonio en parejas heterosexuales?"
"Los críticos deberían reflexionar sobre su capacidad para amar a sus hermanos y hermanas en Cristo, ya que, según las enseñanzas cristianas, la incapacidad de amar al prójimo es también una incapacidad de ver a Dios"
"La pregunta persistente es: ¿Está la Iglesia de Cristo dispuesta a evolucionar en su comprensión y aceptación de la homosexualidad y el matrimonio entre personas del mismo sexo o transgénero, así como en su postura sobre el divorcio y el nuevo matrimonio en parejas heterosexuales?"
| Juan García Biedma. Ecumenista. Diácono de la Iglesia católica
Esta reflexión, que corresponde a un denso artículo, analiza el documento Fiducia supplicans' del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, enfocándose en la inclusión de homosexuales y divorciados en la Iglesia católica. Se debate si la igualdad promovida por el bautismo y la fe se vive realmente, explorando las limitaciones impuestas a estas personas.
El enfoque del papa Francisco hacia estos grupos se destaca, promoviendo una valoración moral basada en no juzgar y perdonar, en ser compasivo en vez de inquisidor. Se discuten, algunos con saña e incluso cargados de una autoridad que no le corresponde, los desafíos en la implementación de estas iniciativas, consideradas incluso como de herejía, subrayando la necesidad de equilibrio entre fidelidad doctrinal e inclusión pastoral, teniendo en cuenta los aspectos evolutivos que se infieren tanto de la sociedad como de la Iglesia y su doctrina.
Introducción
La atención global a la relación entre homosexualidad y cristianismo resalta la necesidad de analizar y promover respuestas basadas en la igualdad conferida por el bautismo y la fe. Se cuestiona si la Iglesia asegura realmente esta igualdad y cómo algunas denominaciones restringen derechos basados en la orientación sexual.
En este contexto, el obispo de Roma, como autoridad máxima de la Iglesia católica, ha adoptado un enfoque de acercamiento hacia este colectivo históricamente segregado, estigmatizado y perseguido. Desde su posición pontificia, ha promovido una valoración moral cristiana basada en la enseñanza de no juzgar para no ser juzgados y perdonar para ser perdonados, como se cita en Lucas 6:37. Este enfoque se ha plasmado en el texto del Dicasterio para la Doctrina de la Fe, titulado «Fiducia supplicans» (Suplicando confianza).
Su publicación representa un paso adelante en el camino hacia una mayor inclusión y aceptación de la diversidad en la Iglesia. Al afrontar estos temas cruciales desde la óptica de la justicia, el amor y la misericordia, por fin se abre un nuevo horizonte tanto para la inclusión al interior de la Iglesia como para el desarrollo del ecumenismo, colocando la importancia en el acoger y respetar a todos los hijos de Dios en su diversidad y singularidad.
Ecumenismo y homosexualidad: Desafíos y avances en la Iglesia católica
El documento Fiducia supplicans marca un punto de inflexión en el tratamiento de la homosexualidad dentro de la Iglesia católica. Aunque representa un avance, al permitir bendiciones a parejas homosexuales y en situaciones irregulares, subraya que estas no deben interpretarse como un equivalente al sacramento del matrimonio. El documento propone una visión pastoral ampliada, enfocada en el respeto a la fe del pueblo y en el equilibrio entre doctrina y pastoral. Este enfoque, aunque progresista, plantea interrogantes sobre si la igualdad prometida por el bautismo y la conversión personal se materializa plenamente en la praxis eclesiástica, cuyo imperativo de esperanza es cambiar las posiciones que sirvieron para los primeros siglos por otras que reflejen el conocimiento más profundo del mensaje y acontecimiento cristiano. Esto implica modificar tanto el sacramento del matrimonio, derogando el carácter sacramental del mismo, y aceptando como matrimonio la unión entre homosexuales y divorciados.
En la Iglesia católica, la máxima autoridad ha respondido, aunque con cautela, sobre los derechos inherentes a todos los bautizados. Esta concesión, sin embargo, no modifica la doctrina del matrimonio, que sigue adherida a parámetros establecidos hace dos mil años. Tampoco considera una reinterpretación exegética de la Biblia que pudiera reformular la comprensión de la homosexualidad como un impedimento para entrar en el Reino de los Cielos (posición teológica de una mayoría de iglesias y de buena parte de católicos). La pregunta persistente es: ¿Está la Iglesia de Cristo dispuesta a evolucionar en su comprensión y aceptación de la homosexualidad y el matrimonio entre personas del mismo sexo o transgénero, así como en su postura sobre el divorcio y el nuevo matrimonio en parejas heterosexuales?
"La pregunta persistente es: ¿Está la Iglesia de Cristo dispuesta a evolucionar en su comprensión y aceptación de la homosexualidad y el matrimonio entre personas del mismo sexo o transgénero, así como en su postura sobre el divorcio y el nuevo matrimonio en parejas heterosexuales?"
El papa Francisco, conocido por su enfoque hacia los oprimidos y marginados, promueve una interpretación del Evangelio que es relevante y profundamente significativa en el contexto moderno. Su liderazgo enfatiza la contextualización de la fe, manteniendo intactas sus verdades fundamentales. Un cambio en la perspectiva sobre la familia y el sacramento del matrimonio, bajo su guía, no necesariamente implica una alteración de estas verdades fundamentales, sino más bien una adaptación a las realidades y necesidades contemporáneas.
La actualidad demanda una reflexión más profunda sobre cómo las distintas tradiciones cristianas pueden abordar conjuntamente estos desafíos, promoviendo un diálogo ecuménico enriquecedor que una en la diversidad, la misericordia y el amor. La Iglesia se encuentra ante la encrucijada de adaptarse a un mundo en constante cambio, manteniendo al mismo tiempo la esencia de su mensaje. La clave reside en encontrar un equilibrio que honre tanto la tradición como las transformaciones sociales actuales.
"La Iglesia se encuentra ante la encrucijada de adaptarse a un mundo en constante cambio, manteniendo al mismo tiempo la esencia de su mensaje"
Análisis del impacto de "Fiducia supplicans" y las respuestas eclesiales
La declaración, aunque representa un paso progresivo y compasivo en la inclusión de parejas en situaciones irregulares, ha desencadenado una variedad de respuestas dentro de la Iglesia católica, evidenciando un choque entre la misericordia y el rigorismo doctrinal. Su enfoque en bendiciones breves y espontáneas, que no buscan justificar o aprobar dichas situaciones, resuena con la doctrina de la misericordia y el amor, principios esenciales para ser «hijos del Dios de Jesús».
Sin embargo, esta medida ha provocado reacciones adversas y, en algunos casos, de abierta insubordinación por parte de figuras eclesiásticas destacadas. La resistencia al documento ha sido notoria entre ciertos cardenales, como Müller y los africanos Ambongo y Sarah, con este último llegando al extremo de acusar al papa Francisco de herejía. Este nivel de oposición, que roza el integrismo, es especialmente preocupante, considerando que estos líderes, por su orientación ultramontana, deberían ser los primeros en defender al Pontífice.
"Este nivel de oposición, que roza el integrismo, es especialmente preocupante, considerando que estos líderes, por su orientación ultramontana, deberían ser los primeros en defender al Pontífice"
En España, la Iglesia también ha mostrado reacciones mixtas, con acusaciones de un enfoque excesivamente rigorista y silencios significativos, particularmente notorios en la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe y la Subcomisión para el Ecumenismo.
La falta de pronunciamiento de estas entidades, especialmente cuando están encabezadas por personalidades como Rafael Vázquez, conocido por su compromiso con el ecumenismo y el diálogo interreligioso, es llamativa y debería sancionarse con su cese, pues la grave situación exige una defensa firme de Francisco ante acusaciones infundadas de herejía y desobediencia.
"En España, la Iglesia también ha mostrado reacciones mixtas, con acusaciones de un enfoque excesivamente rigorista y silencios significativos, particularmente notorios en la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe y la Subcomisión para el Ecumenismo"
El documento ha suscitado reacciones diversas, desde la oposición de algunos obispos africanos hasta el apoyo de líderes en Roma, evidenciando una iglesia en conflicto entre el avance hacia la inclusión y la adherencia a interpretaciones tradicionales. Estos desacuerdos reflejan un desafío más amplio en la Iglesia: cómo reconciliar la doctrina con las necesidades y realidades contemporáneas.
"Estos desacuerdos reflejan un desafío más amplio en la Iglesia: cómo reconciliar la doctrina con las necesidades y realidades contemporáneas"
Ante los ataques y desafíos a los que se enfrenta el papa Francisco, tanto por parte de eclesiásticos como de seglares, es imperativo recordar el mandamiento fundamental del cristianismo: el amor al prójimo. Los críticos deberían reflexionar sobre su capacidad para amar a sus hermanos y hermanas en Cristo, ya que, según las enseñanzas cristianas, la incapacidad de amar al prójimo es también una incapacidad de ver a Dios.