El Papa reivindica el poder del ecumenismo de cara al Año Santo de 2025 Francisco, a los luteranos: "¿Cuándo será el día de la unidad, ¡el día del Juicio Final! Pero mientras tanto, caminemos juntos"
"Todos somos peregrinos de la esperanza", como reza el lema del Año Santo, que busca reconciliar las distintas almas del cristianismo teniendo como base el Primer Concilio de Nicea, y el credo, que "crea un vínculo ecuménico que tiene su centro en Cristo"
"Han pasado 25 años desde la firma de aquella Declaración conjunta oficial. Lo que sucedió el 31 de octubre de 1999 en Augsburgo es otro signo de esperanza en nuestra historia de reconciliación. Guardémoslo en nuestra memoria como algo siempre vivo"
Como todos los años cerca de la festividad de San Pedro y San Pablo, el Papa Francisco se encuentra con la Federación Luterana Mundial. En esta ocasión, en vísperas de la celebración del Jubileo 2025, con una mirada expresa hacia el ecumenismo. Una unidad que, como señaló el Papa en su discurso citando una "cosa hermosa" del obispo Zizioulas (pionero del ecumenismo), quien "conocía la fecha de la unión de los cristianos: ¡el día del Juicio Final!".
"Pero mientras tanto, decía, debemos caminar juntos: caminar juntos, rezar juntos y hacer la caridad juntos, en nuestro camino hacia ese día "hiperecuménico" que será el Juicio Final. Así lo dijo. ¡Zizioulas tenía un gran sentido del humor!", subrayó el Pontífice a sus hermanos luteranos, con quienes concluyó el encuentro rezando, "cada uno en su lengua", el Padre Nuestro.
Más allá de la anécdota de Zizioulas, Bergoglio se encontró con el obispo Henrik Stubkjær, nuevo presidente, y con la secretaria general, la reverenda Anne Burghardt, a quienes le reconoció es "importante gesto de fraternidad ecuménica", que da alas al "Dios de la esperanza".
"Todos somos peregrinos de la esperanza", como reza el lema del Año Santo, que busca reconciliar las distintas almas del cristianismo teniendo como base el Primer Concilio de Nicea, y el credo, que "crea un vínculo ecuménico que tiene su centro en Cristo". Y es que "Jesucristo es el corazón del ecumenismo", trazó el Pontífice, recordando la Declaración Conjunta sobre la Doctrina de la Justificación, de cuya firma se han cumplido 25 años.
"Han pasado 25 años desde la firma de aquella Declaración conjunta oficial. Lo que sucedió el 31 de octubre de 1999 en Augsburgo es otro signo de esperanza en nuestra historia de reconciliación. Guardémoslo en nuestra memoria como algo siempre vivo. Que el 25 aniversario se celebre en nuestras comunidades como una fiesta de esperanza", pidió el Papa, reclamando que "el Dios de la esperanza esté con nosotros y siga acompañando con su bendición nuestro diálogo de verdad y caridad".
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