El arzobispo de York, también cuetionado, admite el "difícil y desafiante" momento Una Iglesia anglicana dividida comienza el proceso para elegir al sustituto de Welby

Stephen Cottrell, durante su intervención
Stephen Cottrell, durante su intervención

Cottrell aseguró que era consciente de los sentimientos de "angustia, enfado, tristeza y arrepentimiento" presentes entre los miembros del clero y las víctimas de abuso sexual; así como de los cambios que debe acometer la comunión anglicana

El propio Cottrell se enfrentó también a críticas y peticiones de dimisión por su inacción a la hora de gestionar algunos presuntos abusos sexuales durante su tiempo en la Iglesia, aunque superó una votación propuesta por un miembro del sínodo para intentar impedirle abrir el acto esta mañana

El Arzobispo de York, Stephen Cottrell, reconoció este lunes que la Iglesia Anglicana atraviesa un momento "difícil y desafiante" tras el cese de Justin Welby como Arzobispo de Canterbury -líder religioso de la comunión anglicana- en enero y los casos de abuso sexual producidos en el seno de la institución.

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Durante la apertura de la primera jornada de cinco del sínodo -o asamblea general- de la Iglesia de Inglaterra, Cottrell aseguró que era consciente de los sentimientos de "angustia, enfado, tristeza y arrepentimiento" presentes entre los miembros del clero y las víctimas de abuso sexual; así como de los cambios que debe acometer la comunión anglicana.


"Quiero compartir con vosotros mi profunda fe y amor por la Iglesia de Inglaterra, y quiero hablar del cambio que creo que debemos hacer, así como mi papel en este cambio durante el año venidero", dijo el Arzobispo de York.

El 6 de enero, cuando se hizo efectiva la dimisión de Welby, Cottrell asumió temporalmente gran parte de las funciones de primado de la Iglesia de Inglaterra, de manera conjunta con la obispa de Londres, Sarah Mullally, mientras el liderazgo sigue vacante.

El propio Cottrell se enfrentó también a críticas y peticiones de dimisión por su inacción a la hora de gestionar algunos presuntos abusos sexuales durante su tiempo en la Iglesia, aunque superó una votación propuesta por un miembro del sínodo para intentar impedirle abrir el acto esta mañana.



En concreto, 73 miembros votaron a favor de impedir el discurso del arzobispo de York, frente a 239 votos en contra y 43 abstenciones, lo que permitió que siguiera adelante.

La obispa de Newcastle, Helen-Ann Hartley, presente en el acto, ha sido la única persona en pedir públicamente la dimisión de Cottrell, de quien dijo que es alguien "inapropiado" para liderar la Iglesia de Inglaterra en este momento.

El sínodo general se extenderá hasta el próximo viernes y se espera que en los próximos días la comunión anglicana debata y someta a votación diferentes asuntos, tales como los mecanismos de supervisión y protección ante casos de abusos sexuales.

En los últimos meses, la Iglesia de Inglaterra ha estado en el punto de mira después de que el anterior Arzobispo de Canterbury dimitiera tras la publicación de un informe que concluyó que no actuó cuando en 2013 conoció un grave caso de abusos infantiles en el seno de esta comunión.

El pasado 30 de enero el que fuese obispo de Liverpool, John Perumbalath, también anunció su renuncia tras recibir acusaciones de haber agredido y acosado sexualmente a dos mujeres. 

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