La verdad nos libera
No obstante en nuestra sociedad y en el mundo en que vivimos, la verdad la expresa cada uno según la realidad y el lugar social desde donde siente y vive. Y, en muchos casos, la disociación cotidiana entre lo que se dice, se vive y se piensa es patente.
Por no decir lo que en los programas basura, en las tertulias rosas o políticas, en los distintos des-informativos, en los incumplimientos de los programas o en las relaciones internacionales entre los países, se presenta como verdades objetivas, cuando la realidad o las personas que intentan con sinceridad buscar la verdad, dentro de lo posible, lo desmienten.
Reconocerlo, pedir disculpas, mostrarse humilde ante el descubrimiento de tu propia falsedad, e intentar rectificar, es bastante infrecuente y harina de otro costal.
Pero sigue siendo un reto permanente, tanto a nivel personal como a nivel social y político, la conformidad entre lo que se dice hacia fuera, lo que se piensa en el fuero interno y el ejemplo en la vida concreta de cada día. Porque la sinceridad que se muestra ante cualquier acción que realicemos, sea esta errada o correcta, nos ofrece el auténtico valor que tiene esa persona.
Sabiendo que en el fondo hay una sola verdad, pero que hay que buscarla juntos, como ya decía nuestro gran e inolvidable poeta, Antonio Machado:
¿Tú verdad? no, la verdad;
y ven conmigo a buscarla.
la tuya guárdatela.
Pues los distintos puntos de vista componen y reflejan la inestimable y luminosa vidriera de la verdad.
Dejo, para finalizar, una hermosa reflexión de Marià Corbí sobre lo que es y no es para él la verdad.
La verdad que condena, no es verdad.
La verdad solo libera.
La verdad que somete, no es verdad.
La verdad solo desata las cadenas.
La verdad que excluye, no es verdad.
La verdad solo reúne.
La verdad que se pone por encima, no es verdad.
La verdad solo sirve.
La verdad que desconoce la verdad de otros, no es verdad.
La verdad es solo reconocimiento.
La verdad que no mira a los ojos a otras verdades, no es verdad.
La verdad es solo acogimiento sin temor.
La verdad que engendra dureza, no es verdad.
La verdad es solo amabilidad y ternura.
La verdad que desune, no es verdad.
La verdad solo unifica.
La verdad que se liga a fórmulas, por escuetas que sean, no es verdad.
La verdad es solo libre de formas.