Todo ha salido de la misma Fuente,
Dios está presente en toda la Creación
Todo está en Dios y Dios en todo.
La Creación nos habla de su presencia,
como dice Francisco en la Laudato si.
En cada planta, en cada árbol,
en los pájaros que revolotean en el huerto
y picotean en la tierra,
en la hormiga y el gusanillo que surcan los suelos
descubrimos la presencia del Misterio de Dios.
Todos son nuestros hermanos.
La brisa que mece las ramas de los árboles
es soplo del espíritu de vida
que refresca e infunde sosiego y paz en el alma.
El sol, la luna y las estrellas que contemplamos en la noche
son parte del fuego que dio origen al universo.
Somos hijos de las estrellas,
nacidos para amar y con el amor
dar sentido a la Creación,
porque Dios es amor.