EXPLOTACIÓN MINERA A CIELO ABIEERTO

La explotación minera a cielo abierto es despiadada con la naturaleza, destruye el medio ambiente: tala bosques, contamina ríos, agota las fuentes de agua, contamina la atmósfera. Generan más daños que beneficios. Las ganancias económicas son para las compañías mineras. Las regalías que dejan para el país son escasas y, por lo general, se quedan en los gobiernos, no llegan al pueblo. Es una actividad carente de ética.

 

Dios puso al hombre en el jardín del Edén para que lo cultivara y lo cuidara” (Gn 2,15).

Dios nos legó un mundo maravilloso, con recursos naturales (árboles y plantas, animales, montañas, selvas, ríos, lagos, océanos, minerales...), para que el ser humano se sustente de ellos de un modo sostenible. Entre estos recursos está la minería, que es una actividad industrial que se dedica a sacar de abajo de la tierra los minerales metálicos que se encuentran en la roca: oro, plata, cobre, níquel, zinc, plomo, azufre, hierro, uranio, coltán...

 Hay varios tipos de explotación minera: subterránea (galerías o túneles profundos bajo la tierra) y a cielo abierto. Me detengo en este último modelo de explotación.  La minería a cielo abierto es una actividad industrial de alto impacto ambiental, social y cultural. Es, asimismo, una actividad insostenible, en la medida que la explotación de los recursos supone su agotamiento.

El proceso de explotación minera

La minería a cielo abierto remueve la capa superficial de la tierra para hacer accesibles los extensos yacimientos de mineral. Esta actividad se lleva a cabo talando los árboles y  removiendo la tierra hasta llegar a la roca que contiene los minerales metálicos. Para ello usa grandes máquinas y explosivos, dejando graves daños en el ambiente

 Los modernos equipos de excavación, las cintas transportadoras, la gran maquinaria, el uso de nuevos insumos y las tuberías de distribución permiten hoy remover montañas enteras en breve tiempo, haciendo rentable su extracción.

 Existe consenso de que ninguna actividad industrial es tan agresiva y devastadora  ambiental, social y culturalmente como la minería a cielo abierto. La explotación de oro a cielo abierto utiliza considerables cantidades de cianuro, sustancia sumamente tóxica, que permite recuperar el metal del resto del material removido. Como parte del proceso, se cavan cráteres gigantescos, que pueden llegar a tener más de 150 hectáreas de extensión y más de 500 metros de profundidad.

 Una vez removida la tierra y la roca, se tritura en grandes molinos. Después, convertida la roca en polvo, se vierte en grandes depósitos con agua y cianuro, para separar el metal de la roca, sobre todo el oro. A este proceso de le conoce  como lixiviación.

Hay que observar que para realizar el proceso de lixidiación se requiere mucha cantidad de agua, aproximadamente 1.200 litros por hora para llenar los grandes depósitos, agua que se extrae de pozos muy profundos, con el riesgo de que afecten los manantiales y arroyos.

 Los desechos no minerales y los compuestos químicos van hacia un estanque artificial, llamado cola de desecho. Ahí se almacenan los residuos. Las empresas mineras dicen que esta agua de la cola de desecho se recicla para que no contamine los arroyos. Pero esto no es del todo cierto. Se ha comprobado tanto en América Latina como en África que estas aguas son altamente contaminantes de las aguas subterráneas.

Países ricos en minería

Coincidentemente, los países ricos en minería están en el Sur global, tanto en África como en América Latina, donde se han descubierto una gran variedad de minerales: oro, plata, níquel, zinc, cobre, hierro, plomo, azufre, uranio, coltán, etc. Pero estas riquezas naturales no son de provecho para las grandes mayorías de las poblaciones originarias, que viven en la pobreza con altos niveles de mortalidad infantil. Un campesino guatemalteco decía “Sin oro podemos vivir, pero sin agua no podemos vivir”

 La mayoría de las compañías mineras son corporaciones multinacionales de los países del norte global, sobre todo de Canadá, Estados Unidos, Francia, Bélgica, Gran Bretaña, China, Rusia…Ganan dinero, aprovechando la materia prima y la mano de obra barata. Y luego hacen negocio en el mercado internacional. Una vez que terminan su trabajo de explotación y se marchan, generan un fuerte problema de desempleo y dejando una zona desolada.  A las empresas mineras no les importa cómo va a quedar  la población y el país una vez que se marchen después de haberse llevado los minerales. Para ellas el fin del lucro justifica los medios.  Dejan regalías bajísimas, por ejemplo, mientras ellas se llevan el 97% de la ganancia,  dejan sólo un 3%. de regalía para el país.

Beneficios de la minería a cielo abierto:

*. Genera empleos, con lo cual se puede aliviar la situación de pobreza.

*. Ofrecen una notable oportunidad para los comerciantes

*. Mejora las carreteras, puentes y otros servicios comunitarios

*. En algunos países instalan clínicas al servicio de los trabajadores

Desventajas y riesgos

*. Destruye amplias zonas de bosque, ahuyentando o matando a los animales

*. Deja suelos destruidos, inservibles para la agricultura por muchos años.

*. Deja tierras expuestas a la erosión de los amontonamientos de residuos estériles

*. Usa el cianuro y otras sustancias químicas altamente tóxicas, para separar el metal de la roca, que corre el riesgo de provocar un desastre ambiental.

*. Usa grandes cantidades de agua que extrae de pozos muy profundos, corriendo el riesgo de que afecten a los manantiales y arroyos, debido a la tala de árboles y a las excavaciones de la tierra.

*. Existe peligro de fugas en el depósito de colas de desecho.

*. Riesgo de contaminación de suelos y aguas subterráneas por el cianuro y el drenaje ácido, pues al quebrar la roca quedan expuestos otros elementos químicos de metales pesados concentrados, que se combinan con la lluvia y pueden contaminar los mantos de agua subterráneos.

*. Riego de contaminación del aire con impurezas sólidas, por ejemplo polvo y combustibles tóxicos, capaces de penetrar hasta los pulmones, provenientes de diversas fases del proceso. También puede contaminarse el aire con vapores o gases de cianuro, mercurio o dióxido de azufre contenidos en gases residuales en los procesos de combustión incompleta.

*. Una vez que la compañía minera termina su trabajo y se marcha genera un fuerte problema de desempleo.

*. Las mayores ganancias económicas son para la compañía minera.

*. Donde entran las compañías extractivistas se generan conflictos sociales, porque mientras unos están a favor de la explotación minera, otros están en contra, generando división en las comunidades. Más aún, gentes venidas de fuera se aprovechan y establecen ventas de alcohol y droga o abren prostíbulos. Es la experiencia que hemos vivido en América Latina.

Visión Jurídica. El derecho de consulta a las poblaciones

El Convenio 169 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) establece que cuando la explotación minera se hace en regiones indígenas, el Estado tiene la obligatoriedad de realizar una consulta a la población y de aplicarla. 

 El artículo 7 de este Convenio señala que los pueblos interesados deberán tener el derecho de decidir sus propias prioridades en lo que atañe al proceso de desarrollo, en la medida en que éste afecte a sus vidas, creencias, instituciones y bienestar social y a las tierras que ocupan y de controlar su propio desarrollo económico, social, cultural y espiritual.  Los gobiernos deberán tomar medidas, en cooperación con los pueblos interesados, para proteger y preservar el medio ambiente de los territorios que habitan. La población deberá participar en la utilización, administración y conservación de los recursos.

Visión ética de la explotación minera

La ética y la Iglesia no están en contra de la explotación sostenible de los recursos naturales que Dios nos ha dado, siempre que esta explotación revierta en beneficio de las comunidades, para mejorar su nivel de vida y se respete el medio ambiente.

La postura de la Iglesia es la defensa de la vida del ser humano y de la naturaleza. Dios creó la naturaleza para que el ser humano viva en armonía con ella y la cuide (Gn 2,15), pues somos parte de ella. La destrucción del medio ambiente es una ofensa a su Creador, somo señala el papa Francisco en la Laudato si. Si la actividad minera a cielo abierto va a provocar impactos sociales sobre la salud y la vida de las poblaciones, y va a afectar a la biodiversidad, su postura es de resistencia pacífica, pero firme y activa.

 Asimismo, la Iglesia llama a las instituciones públicas a que se respete el estado de derecho, es decir, que se realicen consultas populares tal y como está establecido en el Convenio 169 de la OIT.

 Hay un principio lógico y humanista, que es proclamado por la Doctrina Social de la Iglesia: la economía debe estar sometida a principios éticos y morales, lo que equivale a decir que la economía está al servicio de la persona humana y debe basarse en la solidaridad social, como señala el Concilio Vaticano II: “Es el hombre el autor, el centro, el fin de toda la vida económico-social”. Pero sobre todo, el evangelio de Jesús coloca a la persona humana por encima de toda institución y de todo sistema “No está hecho el hombre para el sábado, sino el sábado para el hombre” (Mc 2,27). Una persona por muy pobre que sea vale más que todos los capitales del mundo. En cambio, el capitalismo neoliberal, al cual responden las corporaciones mineras, considera al trabajador no como persona sino como cosa, como una máquina, y su trabajo es visto como una mercancía más. El obrero vende a la empresa su fuerza de trabajo por un precio convenido, que es su salario.  Gandhi, un político hindú y líder de la lucha por la justicia por métodos no violentos, señalaba: “El único capital es el trabajo, capital viviente, que no puede ser reducido a términos de metal”.

 La injusta distribución de la riqueza mediante la explotación de los recursos naturales (minería, petróleo, agua, maderas finas…), a nivel mundial, por el que las grandes empresas nacionales y transnacionales se enriquecen a costa del empobrecimiento de los pueblos, es totalmente antiética.

Retos que plantea la explotación minera a cielo abierto

*En primer lugar, asumir una actitud ética en defensa de la vida, tanto del ser humano como de la naturaleza.

*Estar bien informados sobre el tema de la minería: ventajas, desventajas y riesgos desde el punto de vista económico, social, ambiental, cultural y espiritual.

*Promover la participación comunitaria, en  base al Convenio 169 de la OIT, que busca el derecho y la responsabilidad de construir un futuro común. Esto nos mueve a exigir a los gobiernos que no concedan licencias de exploración ni de explotación sin antes posibilitar una consulta de la población.

*Mantener la unidad comunitaria y la paz. La presencia de las compañías mineras está creando problemas, confrontaciones y divisiones en las comunidades de muchos países Unas personas están en contra y otras a favor.  Respetar a quienes piensan diferente. No permitir que gente extraña entre a las comunidades donde opera una compañía minera, ofreciendo venta de drogas y de armas, pues esto sólo trae más violencia. 

*Fortalecer las organizaciones de base, a través de las cuales el pueblo pueda manifestar sus propuestas y fomentar la economía solidaria, actuando localmente pero pensando globalmente, en palabras de Pedro Casaldáliga.

A modo de conclusión: La explotación minera a cielo abierto es despiadada con la naturaleza, destruye el medio ambiente: tala bosques, contamina ríos, agota las fuentes de agua, contamina la atmósfera. Generan más daños que beneficios. Las ganancias económicas son para las compañías mineras. Las regalías que dejan para el país son escasas y, por lo general, se quedan en los gobiernos, no llegan al pueblo.

Volver arriba