"Vivimos bajo la dictadura del gran capital, sistema que genera cada vez más desigualdad, hambre y muerte" ¿Hay algún país democrático en el mundo?
"El capitalismo neoliberal concibe la libertad como el único valor de la democracia. Grita: libertad, libertad, libre mercado, rechazando la intervención del Estado y excluyendo la justicia social, la igualdad y la fraternidad"
"El sistema capitalista mata, señala el papa Francisco, porque al genera cada vez más desigualdad y deja morir de hambre a millones de personas en el mundo"
"¿Puede haber democracia en un país donde abunda la corrupción, el hambre, el supremacismo, el racismo, la xenofobia, la aporofobia y la homofobia?"
"¿Puede haber democracia en un país donde abunda la corrupción, el hambre, el supremacismo, el racismo, la xenofobia, la aporofobia y la homofobia?"
El término “democracia” procede del griego. Fue acuñado por los atenienses en el siglo VI a.C.. Significa “poder del pueblo”. Sin embargo, en su origen no todo el pueblo participaba de la democracia. En aquellos tiempos en Atenas vivían 20.000 ciudadanos y 400.000 esclavos. Los esclavos y las mujeres carecían de derechos, no contaban. La democracia era solo para varones libres.
En el transcurso de los siglos fue evolucionando el término “democracia”. En el siglo XVIII se plasma los valores que rigen este modelo de organizar la sociedad en base a: Libertad, Igualdad, Justicia Social, Fraternidad. La Revolución Francesa los sintetiza enLiberté, Egalité, Fraternité. Sin embargo, el capitalismo neoliberal concibe la libertad como el único valor de la democracia. Grita: libertad, libertad, libre mercado, rechazando la intervención del Estado y excluyendo la justicia social, la igualdad y la fraternidad. En verdad, hoy día vivimos bajo la dictadura del gran capital, sistema que genera cada vez más desigualdad, hambre y muerte en el mundo.
Aquellos que hoy condenan a Cuba, donde ciertamente la libertad de expresión y de organización política está reprimida, se les hace la boca agua clamando libertad y defienden el capitalismo neoliberal. Libertad sin igualdad no es democracia, es una dictadura del dinero. La libertad en este sistema es un pretexto para oprimir, explotar a los seres humanos y saquear los recursos de la naturaleza. El sistema capitalista mata, señala el papa Francisco, porque al genera cada vez más desigualdad y deja morir de hambre a millones de personas en el mundo. No hay democracia si no va de la mano de la justicia social, la igualdad y la fraternidad.
Es verdad que Cuba necesita abrirse a la libertad para que haya verdadera democracia, aunque tenga un gran desarrollo en justicia social. Organismos como la OMS, UNICEF, UNESCO, el PNUD reconocen que en Cuba no hay mortalidad infantil, ni analfabetismo. Pero falta libertad. Indudablemente, el criminal bloqueo que sufre este país por parte de Estados Unidos condiciona su apertura hacia la libertad.
El sistema capitalista, sobre todo en Estados Unidos y Europa, califica de democráticos a aquellos países que levantan la bandera de la libertad, aunque excluyan la igualdad y la fraternidad. Ahí tenemos por ejemplo a:
Colombia, país con más de 6 millones de desplazados internos a causa del hambre y la violencia, que en los meses de mayo y junio de 2021 el ejército y la policía asesinó a más de 70 manifestantes y líderes sociales, detuvo a más de 400 hombres y mujeres, dejando alrededor de 3.200 desaparecidos y 19 allanamientos incluso de conventos.
Brasil, donde el presidente Bolsonaro destruye la selva amazónica para convertirla en pasto de animales y asesina a indígenas que ofrecen resistencia.
Guatemala, Honduras, El Salvador y otros países de América Latina, donde la corrupción y la injusticia empujan a la población a huir del hambre y la violencia, emigrando hacia el Norte.
India, país emergente, con mucha riqueza, pero que posee casi la mitad de los hambrientos del mundo.
Israel, país violador sistemático del Derecho Internacional e invasor de territorios palestinos a sangre y fuego.
Marruecos, donde la riqueza está concentrada en pocas manos, sobre todo en el rey, mientras gran parte del pueblo sufre penuria económica y se ve obligado a emigrar hacia Europa.
Arabia Saudí, violador sistemático de los derechos humanos y derechos de las mujeres, aplicador de la pena de muerte.
Estados Unidos, con más de 800 bases militares en todo el mundo para mantener el control geopolítico, militar y económico sobre los pueblos, invade naciones, fomenta golpes de estado e impone bloqueos económico-financieros a aquellos países que salen de su órbita.
Rusia, China y Corea del Norte reprimen a los opositores con severas sanciones y cárcel; Y persiguen a los Lgbt.
Hungría, Polonia y otros restringen las libertades fundamentales, detienen a migrantes y refugiados, persiguen a los Lgbt…
Y así podríamos seguir enumerando país tras país hasta preguntarnos: ¿hay algún país verdaderamente democrático en el mundo? ¿Puede haber democracia en un país donde abunda la corrupción, el hambre, el supremacismo, el racismo, la xenofobia, la aporofobia y la homofobia?
Si no hay justicia social, igualdad de derechos, desarrollo de los servicios sociales (salud, educación…), diálogo y aceptación y respeto al diferente no hay democracia. Tampoco hay democracia si falta la libertad, entendiendo por ésta la libre elección responsable basada en valores éticos. Por eso considero una gran hipocresía condenar a Cuba que que, aunque le falte la libertad, posee un gran desarrollo en servicios sociales y, sobre todo, en solidaridad internacional.
Las personalidades políticas, sobre todo de la derecha y ultraderecha, que alardean de democracia y condenan a Cuba deberían aplicarse aquellas palabras de Jesús de Nazaret: “El que esté sin pecado tire la primera piedra” y aquellas otras: “Hipócrita, antes de sacar la paja del ojo del vecino, sácate la viga que tienes en el tuyo”.