Cuando el lobo asoma la patita es cuando se ven sus intenciones; y el lobo acaba de asomar la patita. Los datos trimestrales de la economía española publicados por el INE para el segundo trimestre de este 2013 han dado el pistoletazo de salida para una nueva ronda en las decisiones de la remodelación del orden social, económico y político en España. Esta es la verdadera agenda que los principales poderes económicos y sociales de España están implementando desde hace ahora tres años y que viene intensificándose con la presencia de una fuerza política en el gobierno de un signo más favorable a la aplicación de estas medidas draconianas de reconfiguración del orden social vigente en España desde la tan vitoreada Transición española. Desde 1975 vivimos en un régimen de concertación entre los intereses del capital y los intereses de los trabajadores que tuvo su máxima expresión en los Pactos de la Moncloa y la Constitucion del 78. Aquel estatus quo era favorable a los intereses de las clases medias y trabajadoras y obligaban a las clases altas, rentistas y empresariales a dejar caer las migajas de sus mesas a los perrillos que amenazaban con morder los tobillos. Pero ahora, los perillos, ya no pueden ni siquiera aspirar a las migajas si antes no han pasado la prueba de la utilidad para los dueños de la mesa. Si hacen alguna gracieta, bailan al compás o lamen las suelas de la botas, entonces, solo entonces, puede que les den alguna de las tajadas que ellos se llevan diariamente a la boca.


Hasta el primer trimestre de 2013 se destruía empleo neto, se perdía calidad en el mismo y disminuía la renta disponible neta. Los datos de este último trimestre nos dicen que se ha creado empleo neto, ha disminuido el número de parados y ha aumentado la proporción de población activa. Con estos datos, estacionales y relativos, el gobierno y los agentes sociales interesados se han lanzado a plantear a la población dos cosas: 1. que las medidas adoptadas hasta ahora eran necesarias, y 2. que están dando fruto. Dos cuestiones que además de ser falsas son ideología en estado puro. Pero, como siempre, la ideología nos permite descubrir aquello que pretende mantener oculto, pues la ideología, en una de sus manifestaciones, es la forma de ocultar las relaciones sociales que estructuran todo orden social.

Pues bien, que las medidas adoptadas sean necesarias es algo que solo puede ser aceptado desde el orden vigente. Son necesarias para seguir con la estructura que nos ha puesto ante la mayor crisis del modelo capitalista en sus casi 500 años de historia, pero es más, son necesarias también para que el propio sistema perviva, puesto que tiene su base en la reproducción ampliada del capital, puesta en peligro, no por la crisis en sí, sino por la labor de erosión que de ella han realizado los movimientos obreros en los últimos 200 años. En España, esta erosión se ha producido de forma constante desde 1978 hasta 2007. Durante este periodo, las rentas del trabajo se hacían con el 56% de la renta disponible, mientras las rentas de explotación del capital apenas superaban el 40%. Con esta distribución, el capitalismo está herido de muerte, a poco que llegue una crisis como la que tenemos. Por tanto, la agenda para salir de su crisis, expuesta al público como agenda de salida de la crisis para todos, incluye tres medidas fundamentales que Zapatero empezó a implementar y que Rajoy lleva a su plenitud de forma tajante: la primera y fundamental es destruir el marco legal que garantiza los derechos laborales y sindicales de los trabajadores, con el fin de destruir la capacidad de negociación colectiva; el segundo es la remodelación del sector público, de forma que sirva para la creación de riqueza al sector privado; y el tercero, de más largo alcance, es cambiar la conciencia social, de modo que lo que hasta ahora todo el mundo entendía como un derecho (educación, sanidad, cultura, etc.) pase a ser considerado como un privilegio o una cuestión azarosa, que es el modelo neoliberal estadounidense.

Decimos que esta agenda pública que están abriendo oculta la verdad ideológica de sus posiciones: el modelo, gracias a Dios, se hunde irremediablemente y los que se benefician de él están a la desesperada tomando rápidas medidas que les permitan seguir disfrutando de las prebendas de su poder, pero estas medidas excluyen cada vez a más personas del disfrute de derechos fundamentales, lo que llevará a un estallido social que solo tras sucedido parecerá que era inevitable. Los datos económicos reales, es decir, los que afectan a las personas de carne y hueso, nos dicen que el empleo que hay es cada vez de peor calidad: menos sueldo, más horas y en peores condiciones; que la renta media disponible de las familias ha disminuido en cinco años un 12%; que los causantes de esta situación, el sector financiero, sigue pagando de nuestro bolsillo sus tropelías, este año sabemos que el FROB pierde los 40.000 millones que supuestamente devolverían y con intereses; que los ricos cada vez son más ricos y que los pobres cada vez son más y más pobres.

Creo, pero esto no es más que opinión personal, que o bien los que nos perjudicamos de todo esto, que somos el 90% de la población, nos unimos en una organización política tranversal, en la que se agrupen gentes de izquierda, de derecha, cristianos, ateos, indiferentes, independentistas, nacionalistas, españolistas y todos los que tenemos conciencia de que esto no puede seguir así; o bien, el futuro inmediato es una sociedad divida entre los que puedan tener algún acceso a los recursos mínimos vitales y los que apenas podrán sobrevivir. Está llegando el tiempo de la valentía y de asumir responsabilidades.

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