'Gestión del talento y desarrollo organizativo' de Mariano Vilallonga Talento y coaching ejecutivo

Talento y coaching ejecutivo
Talento y coaching ejecutivo

"Mucho antes de que se hablase en los Medios de comunicación de este instrumento de asesoramiento, venía utilizándose en muchas instituciones, incluida la Iglesia católica"

"Resulta conveniente construir el futuro con un equilibrio sensato entre utensilios, en ocasiones digitales, y anclajes metafísicos"

El reciente libro de Mariano Vilallonga -Gestión del talento y desarrollo organizativo- se hace presente en medio de la burbujeante controversia sobre el coaching ejecutivo. Uno de los mantras contemporáneos, propulsados también por la pandemia, es la urgente conveniencia de revitalizar el talento. Las aportaciones del autor no son baladís, pues acumula varios lustros centrados en el consistente desarrollo de potencialidades para cualquier profesional, y de forma particular para comités de dirección y consejos de administración.

En un momento en el que tanto se discute, a veces con ausencia de cimientos conceptuales, sobre el business coaching, el texto del bilbaíno aporta, además de mucha experiencia, una visión cimentada de la persona. Contribuye, además, con herramientas y modelos que ha implementado con éxito. Algunas, diseñadas por él.

Mucho antes de que se hablase en los Medios de comunicación de este instrumento de asesoramiento, venía utilizándose en muchas instituciones, incluida la Iglesia católica, como explico con detalle en varios capítulos de 2000 años liderando equipos. Más cercano en el tiempo, profesionales como Mariano Vilallonga, José Aguilar, Pilar Gómez Acebo y yo mismo, venimos ejerciendo coaching ejecutivo de forma continuada.

Aguado
Aguado

Como bien señala Vilallonga, resulta conveniente construir el futuro con un equilibrio sensato entre utensilios, en ocasiones digitales, y anclajes metafísicos que permitan no perderse en medio del escandaloso oleaje de los vocingleros.

En 2008, fui invitado a un cara a cara con David Norton en un congreso para CEO’s celebrado en Baja California. El objetivo era que cada uno expusiera los modelos de gestión por él creados. Norton detalló aspectos de su Balanced Scorecard. Yo hablé de tres de mis modelos: Gestión de lo Imperfecto, Patologías organizativas y Feeling Management. Muchos frutos salieron de aquel debate en las orillas del mar de Cortés. El futuro se crea arracimando lo mejor de cada escuela, con fundamentos ontológica y antropológicamente rigurosos.

En los primeros centros de formación de empresarios del mundo, las españolas Escuelas de Comercio, fue acuñada la expresión: teoría sin práctica, utopía; práctica sin teoría, rutina. En Gestión del talento y desarrollo organizativo, Mariano Vilallonga ha zanjado el nudo gordiano para seguir avanzando.

En este sentido, y concluyo ya, he puesto en marcha hace algún tiempo un servicio de asesoramiento personalizado para altos directivos de ambos lados del charco que junto a visión estratégica deseen mejorar en profundidad antropológica. Los resultados están siendo gratificantes. Si algún lector desea conocer mejor esta iniciativa, me tiene a un clic.

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