En pocas ocasiones la Iglesia católica emite comunicados relacionados con la actualidad política o social, y mucho menos cuando esos comunicados llevan en su interior una enorme carga de profundidad que se sabe de antemano que tendrán una enorme repercusión pública.

Por eso sorprendieron tanto las tres lacónicas líneas de texto que el Arzobispado de Toledo envío la tarde del miércoles a todas las redacciones desmintiendo las afirmaciones que la presidenta del PP y candidata a la Junta de Comunidades, María Dolores de Cospedal, había hecho por la mañana a Carlos Herrera en Onda Cero. Cospedal reveló que alguien del Gobierno regional había llamado al cardenal Cañizares para preguntarle si iba a permitir que el PP presentara a una madre soltera a las elecciones, lo cual se lo habría contado el propio primado a la dirigente popular.

Horas después el Arzobispado lo desmintió rotundamente, lo cual hizo que saltaran las alarmas en todos los medios de comunicación regionales por la singularidad de la situación y porque este desmentido se sumaba de forma espectacular a las numerosas reacciones que la misma entrevista había suscitado en el PSOE, aunque por cuestiones distintas. Es evidente que si la iglesia toledana se hubiera callado, las declaraciones de Cospedal sobre el cardenal hubieran pasado desapercibidas -aunque la audiencia de Herrera sea amplia-, por lo que el asunto no hubiera tenido mayor trascendencia pública.

Sin embargo, el cardenal optó por lo contrario, con una clara intencionalidad de darle el mayor relieve posible y de dejar en evidencia a la candidata del PP ¿Por qué?

Porque una cosa es que la presidenta popular haya accedido a este puesto y al de candidata a la Presidencia del Gobierno de forma meteórica y siendo madre soltera por inseminación artificial, lo cual puede la iglesia sobrellevarlo, y otra que haga ostentación de esta condición. Y es que, a juicio de miembros de la iglesia toledana, eso fue lo que hizo al participar en la presentación del libro de Pilar Cernuda Madres solas, en el que la popular periodista y escritora cuenta y defiende este tipo de situaciones de mujeres que no comparten su maternidad más que consigo mismas.

Cospedal había anunciado su participación en el acto mediante notas de prensa y, una vez celebrado, distribuyó fotos de la presentación posando junto a Pilar Cernuda ante un cartel publicitario de la portada del libro. Todo eso pudo contribuir a que el cardenal aprovechara las declaraciones de Cospedal en la radio para enviarle un mensaje claro de cuáles son los planteamientos de cada uno, sobre todo los de la Iglesia en materia tan sensible como la familia. Y así ha sido.

Digital Castilla-La Mancha