El cardenal Zollitsch renuncia a sus condecoraciones y a ser enterrado en la catedral Si un obispo encubre a curas pederastas, lo paga caro…en Alemania
Una vez que se demostró por medio de varias investigaciones independientes que el cardenal Zollitsch encubrió durante décadas a los curas pederastas de su archidiócesis, empezó a caer sobre él todo el peso de las consecuencias concretas
El actual arzobispo de Friburgo, Stephan Burger, ha mandado retirar los retratos de sus dos últimos predecesores (Oskar Saier y Robert Zollitsch) que estaban colgados en un corredor junto a su despacho
El actual presidente del episcopado alemán, Georg Bätzing, acusó públicamente al cardenal Zollitsch de “actuar de manera irresponsable”, pidió sanciones de Roma para él y le invitó a no volver a aparecer en público
El cardenal devolverá la Orden del Mérito, máxima condecoración del país, que le fue otorgada en 2014
El actual presidente del episcopado alemán, Georg Bätzing, acusó públicamente al cardenal Zollitsch de “actuar de manera irresponsable”, pidió sanciones de Roma para él y le invitó a no volver a aparecer en público
El cardenal devolverá la Orden del Mérito, máxima condecoración del país, que le fue otorgada en 2014
Los obispos alemanes se toman en serio lo que dicen y lo que firman. Hace unos años, tras la publicación del informe sobre abusos en la Iglesia alemana, optaron por la tolerancia cero ante la plaga. Y la están cumpliendo a rajatabla caiga quien caiga. Incluso con el que fuera cardenal, arzobispo de Friburgo y presidente de la poderosa conferencia episcopal católica alemana: Robert Zollitsch.
Una vez que se demostró por medio de varias investigaciones independientes que el cardenal Zollitsch encubrió durante décadas a los curas pederastas de su archidiócesis, empezó a caer sobre él todo el peso de las consecuencias concretas.
Primero, internas. El actual arzobispo de Friburgo, Stephan Burger, ha mandado retirar los retratos de sus dos últimos predecesores (Oskar Saier y Robert Zollitsch) que estaban colgados en un corredor junto a su despacho, porque, según el último estudio independiente efectuado, se les acusa de “ignorar a las víctimas y proteger a los agresores”. ¿Imaginan a un prelado español retirando los retratos de sus predecesores por el mismo delito?
Más aún, el actual presidente del episcopado alemán, Georg Bätzing, acusó públicamente al cardenal Zollitsch de “actuar de manera irresponsable”, pidió sanciones de Roma para él y le invitó a no volver a aparecer en público. ¿Se imaginan algo así en nuestro episcopado?
Pero aún hay más. En un gesto que le honra y con el que reconoce implícitamente su gravísima culpa en el encubrimiento de abusos, monseñor Zollitsch informó al presidente alemán Frank-Walter Steinmeier que devolverá la Orden del Mérito, máxima condecoración del país, que le fue otorgada en 2014.
Por otra parte, Zollitsch también renunció al "privilegio" de ser enterrado en la Catedral de Friburgo después de su muerte. Sería la primera vez en décadas que un arzobispo no sea enterrado en la cripta del obispo. De hecho, el arzobispo emérito, que ahora tiene 84 años, ha renunciado "silenciosamente desde hace tiempo" al ejercicio de sus derechos episcopales. Un ‘mea culpa’ acompañado de hechos y gestos concretos.
Algo impensable en nuestro país, aunque, como todo el mundo sabe, el encubrimiento de los clérigos pederastas fue algo sistémico y que se ejecutó fielmente en toda la Iglesia católica.
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