"Nacemos con una mochila cargada de aptitudes" Los tres pilares del bienestar

Equilibrio
Equilibrio

"Nuestro bienestar se apoya en estos tres pilares con base genética: Quererse a sí mismo, querer a los demás y ser querido por los demás"

"Nacemos con una mochila cargada de aptitudes y tendencias que debemos descubrir, apreciar y desarrollar"

"Conseguir y mantener esos pilares es la mejor tarea para conseguir ser humanos y felices con plenitud, intentando que no falte ninguno o que esté a la baja"

"Si falta uno de esos pilares, nuestro bienestar será limitado, incompleto y poco satisfactorio"

Nuestro bienestar se apoya en estos tres pilares con base genética: quererse a sí mismo, querer a los demás y ser querido por los demás.

‘Informe RD’ con análisis y el Documento Final del Sínodo

Introducción

Hemos venido a este mundo con una carga genética para afrontar satisfactoriamente la vida, promoviendo los tres pilares genéticos que poseemos. Nacemos con una mochila cargada de aptitudes y tendencias que debemos descubrir, apreciar y desarrollar. Su desarrollo depende de la educación, tanto familiar como escolar. Sin olvidar la gran influencia del medio sociocultural en el que vivimos. Así lo afirma el psiquiatra sevillano Luis Rojas Marcos : “ Los seres humanos somos el resultado de la interacción de nuestras tendencias genéticas con el entorno en el que nos formamos desde la concepción, y el medio familiar, social y cultural en el que crecemos y vivimos. A lo largo de los años, la calidad de esta interacción puede impulsar y favorecer, o detener y quebrantar, el desarrollo de nuestros potenciales innatos y, como resultado, configurar la construcción del concepto de nosotros mismos”

Libertad interior
Libertad interior

Considero que los pilares del bienestar son tres: Quererse a sí mismo (autoestima), querer a los demás (solidaridad, amor, afecto,....) y ser querido por los demás ( recibir amor, cariño, comprensión, ayuda…) Las endorfinas, hormonas del placer segregadas en la sangre, consiguen reforzar esos pilares, haciendo que nos sintamos bien con nosotros mismos y con los demás, promoviendo una conducta positiva. Una deficiencia o sobrecarga en alguno de esos pilares puede causar malestar, depresión o estrés, al generar nuestro organismo cortisol, la hormona de la depresión.

Conseguir y mantener esos pilares es la mejor tarea para conseguir ser humanos y felices con plenitud, intentando que no falte ninguno o que esté a la baja. Si falta uno de esos pilares, nuestro bienestar será limitado, incompleto y poco satisfactorio

Primer pilar para conseguir el bienestar: Quererse a sí mismo o la autoestima

Formas de quererse a sí mismo, desarrollando la autoestima, y ser feliz según Tal Ben-Shahar, profesor de la Universidad de Harvard.

Estos son sus consejos principales para sentirse afortunado y contento:

1. Perdona tus fracasos. Es más: ¡celébrelos! “Al igual que es inútil quejarse del efecto de la gravedad sobre la Tierra, es imposible tratar de vivir sin emociones negativas, ya que forman parte de la vida, y son tan naturales como la alegría, la felicidad y el bienestar. Aceptando las emociones negativas, conseguiremos abrirnos a disfrutar de la positividad y la alegría”, añade el experto. Se trata de darnos el derecho a ser humanos y de perdonarnos la debilidad. Ya en el año 1992, Mauger y sus colaboradores estudiaron los efectos del perdón, encontrando que los bajos niveles de este hacia uno mismo se relacionaban con la presencia de trastornos como la depresión, la ansiedad y la baja autoestima.

2. Haz deporte. Para que funcione no es necesario machacarse en el gimnasio o correr 10 kilómetros diarios. Basta con practicar un ejercicio suave como caminar a paso rápido durante 30 minutos al día para que el cerebro secrete endorfinas, esas sustancias que nos hacen sentir drogados de felicidad, porque en realidad son unos opiáceos naturales que produce nuestro propio cerebro, que mitigan el dolor y causan placer, según detalla el experto corredor Luis Javier González.

3. Simplifica, en el ocio y el trabajo. “Identifiquemos qué es lo verdaderamente importante, y concentrémonos en ello”, propone Tal Ben-Shahar. Ya se sabe que “quien mucho abarca, poco aprieta”, y por ello lo mejor es centrarse en algo y no intentarlo todo a la vez. Y no se refiere solo al trabajo, sino también al área personal y al tiempo de ocio: “Mejor apagar el teléfono y desconectar del trabajo esas dos o tres horas que se pasa con la familia”.

4. Practica una nueva habilidad: la resiliencia.  “Nuestro nivel de dicha lo determinará aquello en lo que nos fijemos y en las atribuciones del éxito o el fracaso”. Así perdemos la percepción del fracaso como 'oportunidad', que tiene mucho que ver con la resiliencia, un concepto que se ha hecho muy popular con la crisis, y que viene prestado originariamente de la Física y de la Ingeniería, con el que se describe la capacidad de un material para recobrar su forma original después de someterse a una presión deformadora. "En las personas, la resiliencia trata de expresar la capacidad de un individuo para enfrentarse a circunstancias adversas, condiciones de vida difíciles, o situaciones potencialmente traumáticas, y recuperarse saliendo fortalecido y con más recursos”, afirma el médico psiquiatra Roberto Pereira.

Hablemos de la autoestima - Blog Psicohuma

5. Siéntete bien y a gusto, y evita sentirte mal. Hay que aprender de la experiencia lo que nos hace sentir mal y evitarlo. Por el contrario, hay que promover lo que nos hace sentir bien. Es una decisión que solo depende de cada uno de nosotros por ser los mejores conocedores de cada uno de nosotros. Hay que sentirse bien y a gusto con la profesión que se está ejerciendo y orgulloso con la profesión ejercida.También con tu pareja, con tus hijos y familiares, y con tus amigos . Hay que ser asertivos para comunicar a los demás lo que nos sienta bien o lo que nos molesta. 

6. No te tomes las cosas demasiado a pecho. Hay que aprender a relativizar los reveses que recibe nuestro ego. "No podemos auto cuestionar nuestra valía ni infravalorarnos cada vez que eso ocurra”. Para ello hay que ser capaces de pensar que no somos los mejores en todo. Solo así lograremos quitarnos un gran peso de encima: "Si siempre todos recurriesen a nosotros sería agotador. Además, no podemos ser especialistas en todos los aspectos laborales y personales. Hay personas que tienen ideas mejores que las nuestras en determinados temas".

7. Acepta críticas constructivas. A nadie le satisface que le resalten los fallos, pero de vez en cuando no está de más que nos los recuerden. "Reconocer nuestros defectos es una fortaleza que genera autoestima y nos ayuda a poner en marcha mecanismos para superarlos", señala Fernández González. También hace hincapié en tener una buena comunicación con los demás, puesto que son los buenos amigos quienes nos ayudan a tener una visión más objetiva de nuestro comportamiento y nos motivan a mejorarlo: "Es fundamental para tener una visión sana sobre nosotros mismos".

Frases de quererse a sí mismo:

“El hombre tiene dos caras: no puede amar sin amarse” (Albert Camus). La condición para querer a los demás es quererse a sí mismo.

- “Necesito sentirme orgulloso de lo que hago. Urge poner en valor todo lo bueno que tenemos” (Nelson Mandela)

- “Errar es de humanos, rectificar es de sabios”. (Alexander Pope)

La autovaloración narcisista

Cito lo que decían los filósofos romanos que “Veritas in medio est”. O sea, que la verdad se sitúa en el medio, evitando irse a los extremos. Así lo expresa Luis Rojas Marcos: “La autoestima también tiene una cara tenebrosa como la autovaloración narcisista prepotente, cimentada en el sentido de superioridad y la necesidad de dominio sobre los demás. Los sentimientos extremos de superioridad, unidos al desprecio de otros seres humanos, terminan degenerando en crueldad y en violencia. “

Segundo pilar para conseguir el bienestar: Querer a los demás

Hay múltiples maneras de querer a los demás. Una de esas formas es utilizar con los demás un lenguaje positivo que les alegre los oídos.

Querer a los demás
Querer a los demás

1. Alegrar los oídos a los demás. Consiste en saber dirigirnos a los demás con palabras y frases que les alegren al escucharlas. A todos nos gusta que los demás se dirijan a nosotros con expresiones que nos hagan sentir bien, porque producen en el organismo un riego de endorfinas, hormonas que nos proporcionan placer.

Hay una gran variedad de expresiones positivas que alegran los oídos de los demás como:

“Gracias por el favor que me has hecho”.

“Tienes que mejorar, porque tú puedes conseguirlo”.

“Has hecho un buen trabajo”.

“Veo que no me he explicado bien, así que te lo vuelvo a explicar”.

“Procura evitar ese comportamiento porque te está haciendo daño. Hazlo por tu bien”.

Esas expresiones producen en los demás bienestar anímico y aumento de la autoestima. Y en nosotros una valoración de los demás como fuente de bienestar.

Hay que tener especial cuidado en no utilizar un lenguaje despectivo, sobre todo con los niños y adolescentes, al ser más sensibles a como les hablan los demás.

Una buena relación entre los miembros de una pareja, entre padres e hijos, entre amigos o entre profesores y alumnos, solo puede desarrollarse si se emplea un lenguaje positivo.

Querer a los demás es una fuente muy favorable y satisfactoria para los otros y para nosotros. Para conseguirlo, creo que hay que aprovechar todas las ocasiones que se nos presenten, realizando un favor o una ayuda, llamando por teléfono a un ser querido o a un amigo, promover los encuentros personales como la mejor forma de interacción entre personas, reconocer y felicitar a los demás por haber realizado un buen trabajo. Una buena sociabilidad nos hace a todos una vida más satisfactoria, más llena y feliz.

No cabe duda que querer a los demás es otra fuente de satisfacción. Hay infinitas formas de querer a los otros, contribuyendo no solo a su bienestar sino también al nuestro como tener buenos amigos, una buena pareja, hijos, ser solidarios o realizar actividades que ayuden a los demás.

2. Frases sobre querer a los demás.

“Buscando el bien de nuestros semejantes encontraremos el nuestro”(Platón)

“Mi mandamiento es este: Que os améis los unos a los otros como yo os he mado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. (Jn. 15: 12-13)

Tercer pilar para conseguir el bienestar: Ser querido por los demás

“Por muchas riquezas que el hombre posea y por grandes que sean la salud y las comodidades que disfrute, no se siente satisfecho si no cuenta con la estimación de los demás”. Blaise Pascal

No basta con querer a los demás, también necesitamos ser correspondidos con acciones de los otros que nos hacen sentir bien como una visita, una relación personal, una comunicación online, una invitación, solicitar nuestra colaboración para una propuesta. Querer y ser querido interactúan, complementándose mutuamente. De ese modo conseguimos que nuestro bienestar esté garantizado.

Son pilares imprescindibles para tener una vida satisfactoria y placentera. Los tenemos inscritos en nuestro ADN, y representan un rico bagaje que tenemos que aprovechar. Basta que uno de esos pilares no se desarrolle para que nos sintamos más o menos mal, dependiendo de la intensidad del recorte o ausencia de ese pilar.

strong>*/ Sentirse amado ... |  ................. puntos de inflexión ...

Etiquetas

Volver arriba